28 noviembre,2017 7:48 am

Hay discriminación laboral en México para actores de la tercera edad, señalan

Ciudad de México, 28 de noviembre de 2017. En México es muy común escuchar que no existen oportunidades laborales para las personas de la tercera edad, y al parecer esto tampoco discrimina a los actores y actrices que cuando fueron jóvenes llegaron a impulsar la industria del entretenimiento en el país.

Un primer ejemplo es la actriz Martha Ofelia Galindo, de 88 años, quien por un tiempo estuvo alejada de los reflectores por no conseguir papeles.

“Cuando me di cuenta de que ya no me llamaban (para actuar), descubrí que mi país así es, a los viejos desgraciadamente no se les llama, desaprovechan la experiencia que puede tener cualquier persona en cualquier profesión”, afirmó Galindo, en entrevista.

Tras unos meses de no ejercer la actuación debido a la escasez de papeles para ella, los productores de la obra Don Juan Tenorio (2017) le llamaron para interpretar a Brígida, amiga de Doña Inés (Violeta Isfel).

Aunque algunos reciben una que otra oferta con la que se mantienen activos, los actores reconocen su edad y tocan puertas para papeles que no son de juventud.

Lorena Velázquez, considerada como la reina del cine fantástico, tiene claro que el tiempo no perdona y que con el paso de los años, los papeles protagónicos o de la bonita de la película se fueron sustituyendo por personajes de mamá o de abuela.

“Eso lo tenemos que tener siempre presente, mi padrastro, a quien quise como mi papá, Víctor Velázquez, siempre nos dijo que esta carrera, era de 10, 20 o hasta 30 años de trabajo continuo, y poco a poco se iría reduciendo y así está pasando conmigo, así es la vida y hay que tomarla con madurez y dar gracias a Dios todos los días”, concluyó.

El actor Rogelio Guerra, de 81 años, quien fue considerado como el arquetipo de héroe de las enchiladas western (películas sobre el Oeste americano, pero con mexicanos), y llegó a ser galán de telenovelas en los años 70 y 80, reconoció que entre más edad se tiene es mucho más difícil encontrar trabajo.

Y de hecho, la edad también va deteriorando la salud y por consecuencia las aptitudes actorales. En 2015, Guerra sufrió una trombosis cerebral que le ha llevado a la pérdida de memoria. Su esposa Maribel Robles, pedirá apoyo a una fundación para mantener a su marido con vida.

La Casa del Actor IAP Mario Moreno Cantinflas, localizada en el sur de la Ciudad de México, es desde hace 73 años el recinto donde principalmente los artistas de edad avanzada reciben cobijo, medicinas y comida tras carecer de medios para subsistir o familia a la cual recurrir.

La casona que está colmada de recuerdos ha sido la última morada de grandes figuras del cine como Esther Fernández (Allá en el Rancho Grande), Andrea Palma (La mujer del puerto), Consuelo Guerrero de Luna (Miércoles de ceniza) y Rebeca Iturbide (Los tres alegres compadres).

Mientras que actores adultos padecen la falta de empleo y la cancelación de contratos de exclusividad, Ignacio López Tarso se jacta al decir que a sus 92 años goza de este privilegio vitalicio en Televisa.

“Mi exclusividad es vitalicia y hasta este momento no ha pasado nada”, comentó el actor, quien además de lo estipulado, tiene plasmada su firma en los contratos de las obras Aeroplanos y El padre; en la película Mi generación y en la serie de televisión Aquí en la Tierra.

López Tarso aseguró sentirse en calma porque además de salud tiene empleo y hasta de sobra.

Para poder desempeñarse con éxito en tantos proyectos, la memoria es fundamental y él la estimula de manera constante.

 

Nota: Abril Valadez/ Agencia Reforma/ Foto: Reforma.