1 marzo,2024 2:58 pm

Renuncia Álvarez-Buylla a la Academia Mexicana de Ciencias; la tacha de adversaria

 

Ciudad de México, 1 de marzo de 2024. La directora del Conahcyt María Elena Álvarez-Buylla hizo pública su renuncia a la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) al argumentar que “está capturada por grupos de poder conservadores y es usada para golpear al actual gobierno”.

En su pronunciamiento, la científica sostiene que tomó la decisión ante el uso reiterado, que “minorías hacen de la asociación privada para sus fines políticos e intereses particulares, disfrazados de legitimidad académica”.

La crítica de Álvarez-Buylla responde a la publicación de “Propuestas y reflexiones sobre el futuro de la política de ciencia, tecnología e innovación en México”, por la AMC y el Instituto de Investigación en Políticas Públicas y Gobierno (IIPPG) de la Universidad de Guadalajara.

Coordinado por Enrique Cabrero, exdirector de Conacyt, y José Antonio Seade Kuri, actual presidente de la AMC, el documento es resultado de un taller de reflexión organizado en noviembre de 2023 para recoger ideas y propuestas para renovar la política científica.

La directora del Conahcyt acusa la “degradación neoliberal” de la AMC a la que culpa de actuar durante este sexenio “como caja de resonancia de los posicionamientos políticos de adversarios de la Cuarta Transformación”, llegando a “extremos vergonzosos” como lo es la elaboración del documento en cuestión.

A los integrantes de la Academia los tacha de “adversarios políticos revestidos de un disfraz académico” y “panegiristas del credo neoliberal, nostálgicos clasistas del positivismo porfirista” que con sus “correligionarios prianistas” pretenden desmantelar a la 4T.

“La Academia Mexicana de Ciencias ya no me representa () He decidido manifestar de manera pública mi decisión de no pertenecer más a la AMC ni participar de ninguna manera en sus actividades”, enfatiza en su renuncia.

En su pronunciamiento público, Álvarez-Buylla defiende la transformación del Conacyt a Conahcyt (Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías), donde “no hay cabida para grupos de interés particular y lucrativo”.

Reitera sus críticas al viejo Conacyt de transferir miles de millones de pesos al sector privado, profundizando la dependencia tecnológica y de cerrar la puerta a miles de jóvenes para estudiar un posgrado.

Álvarez-Buylla cita los logros de su gestión para revertir esos “yerros” como la recuperación del apoyo a la ciencia básica y el fortalecimiento del posgrado público.

 

Texto y foto: Agencia Reforma