21 septiembre,2022 9:28 am

Abren con música en lenguas originarias la Muestra de Cine y Video Indígena en la capital

Los documentales presentados versan sobre la concepción de la amapola, el maíz y el ritual para el cambio de autoridades en los pueblos de la Montaña de Guerrero y Chiapas

Chilpancingo, Guerrero, 21 de septiembre de 2022. La Muestra de Cine y Video Indígena en Guerrero inició en la capital del estado con un mosaico de música de lenguas originarias y documentales acerca de la concepción de la amapola, el maíz y el ritual para el cambio de autoridades en los pueblos de la Montaña de Guerrero y Chiapas.

Se trata de la Cuarta Muestra de Cine y Video Indígena, Voces, rostros y sonidos de nuestra tierra, organizada por el colectivo Ojo de Tigre Comunicación Comunitaria y patrocinada por el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI). Es preámbulo del 14 Festival Internacional de Cine que se hará en Ecuador en noviembre.

La muestra de estos trabajos será de manera presencial en Chilpancingo, Acapulco, Xochistlahuaca, Metlatónoc, Tlapa, Huamuxtitlán y Chilapa, así como en la Ciudad de México, Querétaro y Quintana Roo, y abarcará hasta noviembre.

Son 18 obras visuales habladas en lenguas de Guerrero, Chiapas, Oaxaca, Puebla y Querétaro.

La inauguración fue un salón del edificio del Palacio de Cultura en el centro Chilpancingo. En esta sede se proyectarán trabajos del 20 al 22 de septiembre.

Abrió con un recital el guitarrista de Tlapa, Jalil Mosso, con un mosaico montañero que incluyó Montañas y ríos, El Lunario aquel y Adios Acapulco, de Margarito Damián Vargas, La Perra y el zopilote, Malinaltepec, El baile de la milpa y Ama Kakui (Cuando me voy del pueblo), de Leónides Rojas.

Es música tradicional de los pueblos me’phaa, nahua y ñuu savi. “Para todo evento hay una pieza musical, tienen un significado importante, que nos hace vibrar hasta las más profundas fibras, mucha gente piensa que no tenemos sentimientos”, dijo Jalil Mosso.

En el protocolo de la inauguración, Rosalba Díaz dijo que el cine tiene trascendencia cultural, social y política para los pueblos, además que repercute en el fortalecimiento de la identidad.

El cine como un derecho a la comunicación, la reivindicación y respeto de las culturas locales excluidas de los medios de comunicación tradicionales, dijo.

Por la Secretaría de Cultura estatal estuvo la titular, Aída Melina Martínez, y por el Inpi Miriam Jael Calixto.

Las obras surgen de procesos creativos locales y muestran la riqueza cultural de los pueblos indígenas, su vida cotidiana y sus demandas, dijo la funcionaria del INPI.

“Todo mundo va al Cinépolis. Ojalá un día podamos proyectar nuestro video con nuestra cultura, raíces e identidades”, agregó.

En esta primera sede se proyectó el cortometraje Guerrero, Amapola, de César Rodríguez Becerra que retrata la cotidianidad, marginación y la única alternativa de sobrevivencia en torno a la siembra de la amapola en la Montaña de Guerrero.

También Nixíí, bastón de mando, de José Luis Matías, en torno a los actos ceremoniales en el cambio de autoridades comunitarias en el municipio de Acatepec.

Además, la obra Ixim, el maíz y nosotros los tsetsales, de Mariano Estrada, que lleva a la pantalla grande las prácticas, sabiduría y rituales ancestrales alrededor del cultivo de esa semilla, su sincretismo religioso y su resistencia.

La jornada concluyó con un conversatorio del cineasta chiapaneco, Mariano Estrada Aguilar, responsable de la Coordinadora Latinoamericana de Cine y Comunicación de los Pueblos Indígenas, una iniciativa de cineastas para la producción y difusión de material acerca de las culturas indígenas.

Texto: Luis Daniel Nava