6 diciembre,2017 8:25 am

Biólogos de la UAG buscan desde hace 8 años jaguares en Guerrero y convencer a campesinos de protegerlos

Organizados en el proyecto Guerrero Jaguar, los investigadores universitarios ponen cámaras en sitios donde los lugareños han visto esos animales para para probar su presencia. La ecologista Eva Alarcón, desaparecida hace seis años, fue promotora inicial del proyecto, reconoce el director, Fernando Ruiz. Los campesinos piden que se les paguen los animales sacrificados por los felinos para no cazarlos

Texto y fotos: Lenin Ocampo Torres

Jaleaca de Catalán, sierra de Chilpancingo, Guerrero.- Guerrero es uno de los pocos estados con presencia de jaguares en el país y aún así hay poco apoyo gubernamental para la conservación de la especie, denunciaron vecinos de Jaleaca de Catalán.

Desde hace 8 años un grupo de jóvenes universitarios se han dado a la tarea de recorrer las montañas del estado en busca de la huella del jaguar, y de concientizar a los campesinos para que sepan la importancia de proteger a los felinos.

“No es una tarea fácil llegar a las zonas y explicarle a la gente que sin el jaguar puede presentarse un desequilibrio en la cadena trófica (alimenticia), y el exceso de herbívoros generaría grandes daños a los bosques”, informó el biólogo Fernando Ruiz Gutiérrez, coordinador del proyecto Guerrero Jaguar, durante un recorrido en la sierra de Chilpancingo.

“Se alimentan de los (animales) menos aptos y enfermos, y por ende evitan la propagación de enfermedades, evitan que haya plagas de tejones, mapaches, venados o pecaríes”, menciona.

Hace dos semanas se acompañó a un grupo de jóvenes que integran el proyecto Guerrero Jaguar a un monitoreo de fauna silvestre en la comunidad de Jaleaca de Catalán, municipio de Chilpancingo, donde se reportó el sacrificio de al menos siete jaguares que rondaban cerca de rancherías de esa localidad.

Desde el 2009 el equipo hace muestreos en busca de jaguares, iniciaron por la invitación de una consultora de Oaxaca que se ganó un proyecto “para hacer el primer monitoreo (en Guerrero), como ya teníamos experiencia participamos y después buscamos la forma de darle seguimiento de manera directa, y poder generar información que pudiera servir para la conservación de la especie”.

Mencionó que la principal promotora fue la dirigente ecologista desaparecida, “la señora Eva (Alarcón Ortiz), solicitó de manera insistente y creo que me atrevería a decir que gracias a ella es que estamos haciendo estos trabajos de jaguar en Guerrero, ella fue quien gestionó los primeros muestreos y pudimos desarrollar esos muestreos gracias a su apoyo y de la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán”, reveló el también profesor investigador del Laboratorio Integral de Fauna Silvestre de la Facultad de Ciencias Químico Biológicas de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG).

A Eva Alarcón la desaparecieron en Petatlán junto a Marcial Bautista Valle el 7 de diciembre de 2011 y hasta la fecha no se sabe nada de ellos. Eran dirigentes de la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán y férreos defensores del bosque y de la vida.

El equipo de Guerrero Jaguar se encarga de colocar cámaras en las zonas donde pobladores señalan que han visto al animal, los jóvenes se mueven con apoyos de instituciones fuera de Guerrero, como la Universidad Autónoma de Metropolitana (UAM) y la Alianza Nacional del Jaguar, “del gobierno del estado (de Guerrero) hay escaso apoyo”.

“Faltan políticas públicas encaminadas al manejo sustentable y la conservación de la biodiversidad, falta gente con perfil y capacitada en las dependencias de medio ambiente, que en verdad quieran conservar los recursos naturales”, consideró el investigador.

Desde hace 8 años han batallado en busca de recursos para los monitoreos, cada cámara que ocupan tiene un valor que oscila entre los 6 mil pesos. Se han acercado a políticos, diputados y senadores, entre ellos Armando Ríos Piter candidato independiente a la Presidencia de la República y publicitado en el estado como El Jaguar.

“En una ocasión hablamos con su esposa, les dimos una propuesta para que la metieran al Senado y nunca más se comunicaron con nosotros”, mencionó.

La instalación de las cámaras

El equipo que viajó a Jaleaca de Catalán estaba conformado por Rubí Torres Bernal, Yorllet Jiménez Pineda, Enrique Vázquez Arroyo y Prócoro Almazán, jóvenes universitarios que en promedio tienen 28 años, y desde hace años se dedican al trabajo de campo.

Los monitoreos los hacen al menos dos veces al año o cuando “las cámaras no están ocupadas, nos las prestan y tenemos que acomodarnos a los tiempos” de las organizaciones que les ayudan.

Para el viaje de Jaleaca de Catalán recibieron apoyo de algunos pobladores que les prestaron un lugar para pernoctar cuatro días, y los acompañaron a las zonas donde han visto al felino y en ocasiones lo han cazado.

“La movilidad de la sierra de Chilpancingo cambia con la de la Costa Grande, en la costa hay brechas y la gente ocupa cuatrimotos, es más fácil, la colocación de cámaras la hacemos en unas pocas horas”, relató Enrique Vázquez mientras programaba una de las cámaras colocadas en buscar de jaguar en esa zona.

El Sur los acompañó durante dos días a la colocación de al menos 24 cámaras en un bosque poco explotado de la sierra de Chilpancingo, y donde el ganado es devorado por animales, posiblemente por felinos.

El grupo viajó en una camioneta todo terreno que tiene más 20 años de antigüedad y que es la que ocupan desde hace 5 años, su tanque de gasolina se llena con mil 300 pesos y “no los ha dejado tirados en ningún lugar”, comenta el coordinador del proyecto que es el que maneja el vehículo.

Para colocar seis cámaras en el primer día de excursión se tardaron 12 horas, los caminos de la sierra son de difícil acceso y en la mayor parte tuvieron que caminar al menos 6 horas.

En el recorrido se vieron pocas casas desperdigadas en lo alto de la sierra, la vida de esas comunidades es dedicarse a campear sus vacas y sus chivos, los pueblos están olvidados y si tienen alguna urgencia médica tienen que viajar 8 horas para llegar a la ciudad de Chilpancingo.

La depredación de ganado

Mario Ávila es un campesino de la ranchería de La Tranca, en 15 años los felinos, como pumas y jaguares, le “han matado 150 chivos” y el gobierno no los asegura, “no nos ha ayudado” a pesar de que hay un programa federal al respecto.

El hombre de alrededor de unos 70 años se ha dedicado prácticamente toda su vida al campo y a la crianza de chivos, en su corral tiene aproximadamente 70 chivas a punto de parir, y a unas cuantas que ya lo hicieron.

“Nosotros ya vimos al animal, mis perros lo han correteado, además me han atacado a becerritos y un caballo que pudo sobrevivir pero aún tiene pus, sólo le quedó la garra del jaguar”, platica.

Don Mario vive muy lejos de la ciudad, diariamente hace la misma rutina: levantarse y llevar a sus chivos al campo, revisar su siembra y en la tarde antes de caer el sol regresar sus chivos al corral.

“Los jaguares se meten a mi corral, me han matado hasta ocho chivos (de una sola vez), lo raro es que no se los comen, ahí los dejan, yo la verdad quisiera que se terminara todo esto y buscar la forma de no perder tanto ganado”, dijo el campesino.

En ese lugar el grupo de Guerrero Jaguar colocó seis de las 24 cámaras que tenían programadas, para el monitoreo a petición de los pobladores para saber si realmente hay presencia del felino.

El integrante del Comité de Vigilancia Comunitaria y Conservación de Recursos Naturales de Jaleaca de Catalán, Tomás Almazán, quien acompañó al grupo, pidió al gobierno “alternativas para solucionar el problema” ante los ataques de los felinos al ganado.

A finales de julio el gobernador Héctor Astudillo Flores visitó la comunidad y pidió, “que no matáramos (al jaguar), que es un animal emblemático y que no hace daño, pero no cumplió nada. Dijo que se iba ayudar y buscar alternativas. Nosotros lo queremos preservar, cuidar el área y proteger que no se coma los animales, sabemos que es un animal que aparte de ser bonito es el escudo de nuestro estado”, dijo Tomás.

En las culturas Maya y Azteca el jaguar representaba al guardián del inframundo, también era un alto grado dentro de su Ejército. En el estado es representado en varias danzas entre las que destacan los Tlacoloreros y los famosos tigres de Zitlala y de Acatlán.

En ocho años de existencia el proyecto Guerrero Jaguar ha fotografiado al menos a 12 jaguares, principalmente en la Costa Grande, considera que en el estado de Guerrero existen unos 200 ejemplares de este animal en peligro de extinción.

 

A ocho años del proyecto Guerrero Jaguar:

En ocho años ha muestreado más de 700 kilómetros cuadrados.
Registraron 24 especies de mamíferos medianos y grandes, 6 de ellos felinos.

Tienen ubicadas dos poblaciones de jaguares con potencial de conservación a corto y mediano plazo.

Están organizando a 5 ejidos de Tecpan de Galeana para formar un corredor comunitario para la conservación de jaguar en la zona.

Tienen identificadas áreas importantes para conservación de pumas, ocelotes, tigrillos y jaguarundis.

Han registrado especies raras y en riesgo de extinción como el oso hormiguero, el puercoespín y el tayra o viejo de monte.

En 2009 en la sierra de Petatlán tomaron la primera fotografía de un jaguar en estado salvaje, lo que es la primera evidencia de la presencia de jaguares vivos en Guerrero.