Se lucen ante 30 mil fans en el estadio Ciudad de los Deportes
Ciudad de México, 22 de octubre de 2022. Los pantalones ceñidos, las chaquetas de cuero y los paliacates fueron los protagonistas de la noche, como, por supuesto, Axel Rose.
A sus 60 años, el líder de la banda angelina de hard rock Guns N’ Roses confirmó ante el público capitalino, con su potente y versátil voz, que sigue siendo una estrella de rock.
En su esperado regreso a la Ciudad de México, la banda reunió a 30 mil asistentes según los organizadores, en el estadio Ciudad de los Deportes, junto a la Plaza México.
A las 20:50 horas, las luces del escenario y las tres grandes pantallas se apagaron para que las primeras notas de la guitarra de Slash retumbaran en el inmueble y comenzar así un repaso de éxitos.
“Hola”, fue el único saludo de Axel a los asistentes en español. Luego entonó Chinese Democracy.
El éxito Welcome to the Jungle inició la euforia de la gente, que entre gritos demandaba el rock duro de los estadunidenses.
El guitarrista demostró que a sus 57 años sigue dejando boquiabiertos a sus fans con cada nota que desprende. Sus solos en canciones como Civil War, con su peculiar sombrero, le valieron ovaciones de pie.
Sweet Child O’ Mine y la legendaria rola de Bob Dylan Knockin’ on Heaven’s Door fueron de las últimas y de las más coreadas, mientras que el clásico November Rain, con Axel al piano, iluminó el estadio. Los que disfrutaban el concierto desde sus departamentos, en las calles aledañas, incluso se sumaron prendiendo sus celulares.
Todavía no caía la noche cuando los fans de la banda rodeaban el recinto comprando playeras y pañuelos que pusieron en sus cabezas para imitar al vocalista.
El inmueble tardó en llenarse, pero poco a poco, tanto las butacas como las dos zonas generales fueron ocupadas por los fieles seguidores, que hasta la mitad de la tocada seguían ingresando.
El cielo despejado ayudó a mantener el ánimo en alto. Aunque la mayoría iban prevenidos con capas de plástico contra la lluvia, disfrutaron el espectáculo secos.
La agrupación sólo apostó por efectos luminosos para adornar su escenario, mientras que Slash presumió hasta cuatro modelos diferentes de guitarra.
Por otro lado, fans que no lograron conseguir un boleto permanecieron aferrados a las rejas de las diferentes entradas para escuchar de lejos sus canciones favoritas.
Texto: Fernanda Torres / Agencia Reforma
