12 marzo,2018 7:32 am

Busca artista establecer similitudes entre los mohawk y la cultura otomí a partir del maíz

Texto: Rebeca Pérez Vega/ Agencia Reforma/ Foto: Agencia Reforma
 
Montreal, Canadá, 12 de marzo de 2018. El maíz es originario de México. Aquí se domesticó y se cultiva desde tiempos prehispánicos, pero la planta viajó hacia el norte y también encontró un hogar con pueblos como el mohawk en Canadá, explica el artista Diego Ugalde.
A partir de esa aproximación trabaja desde hace poco más de una semana en Montreal para hacer un cruce binacional y establecer las similitudes entre los mohawk y la cultura otomí a partir del maíz, gracias a una residencia artística que realiza en Canadá, impulsada por el Festín de los Muñecos de Guadalajara y el Festival de Títeres de Casteliers de Montreal.
La beca, que incluyó transporte, hospedaje y producción de marionetas, tiene el propósito de promover el desarrollo del arte de los muñecos y el acercamiento e intercambio de prácticas contemporáneas entre titiriteros de distintas geografías.
Ugalde tiene una trayectoria de 15 años en el mundo de los títeres. Fundó la compañía Banyan, que se centra en el teatro de sombras.
Aunque ha hecho varias visitas al extranjero para compartir y aprender de las experiencias de sus colegas, hace tiempo que no dedicaba tiempo a viajar y profundizar en los lenguajes escénicos que se vuelcan en los entarimados contemporáneos.
“No siempre tenemos la oportunidad de convivir con otras compañías, como que tendemos a estar muy encerrados en nuestro proceso creativo y una de las motivaciones de esta residencia es conocer el trabajo de otros titiriteros, pero también establecer un diálogo entre lo que nosotros hacemos y lo que ellos están planteando”, abunda Ugalde.
El creativo radica en Amealco, un territorio otomí, en Querétaro. En esa región instaló un centro cultural y trabaja en la recuperación de la tradición lingüística de los pueblos originarios, por eso le interesó generar un vínculo entre México y Canadá.
“Me parecía muy interesante venir a Montreal a indagar sobre la cultura indígena, investigué un poco vi que ellos también cultivan maíz, calabaza y frijol, muy parecido a nuestra milpa en México. Son las culturas más al norte del continente, más al norte del mundo que cultivan maíz de forma tradicional; el maíz se originó en México, pero está claro que fue viajando al norte y llegó a Montreal, con los mohawks”, relata el creativo, quien en 2016 recibió una beca del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes para desarrollar el montaje Nos volvimos búfalos, sobre la cultura Lakota.
El creativo, que ha dirigido montajes como El Violín mágico, expresa que el movimiento titiritero en México está en un buen momento, pero que las compañías nacionales están dispersas, sin saber quiénes son, qué les interesa, de qué temas están hablando.
“En estos momentos no percibo mucha comunicación entre las compañías, creo que siempre ha habido intentos de unirse, pero hay diferencias entre México y Canadá, creo que en Canadá hay un movimiento muy sólido que se genera desde el ámbito académico, eso hace una gran diferencia, es una formación muy seria, ligada a una institución educativa de gran trayectoria, como la Universidad de Québec, en Montreal.
“Eso hace que cada año estén egresando generaciones de 20 o 30 titiriteros jóvenes, lo que provoca mucho dinamismo en la escena de los títeres, eso hace que cada vez haya más compañías, que se presenten más y que cada vez haya más público”, describe el creador, que con su compañía ha viajado por distintos festivales del país, así como a Cuba y Turquía.
La residencia terminará a finales de marzo. En el tiempo que dura su estancia en Montreal, Ugalde tendrá tiempo para hacer exploración de campo y documental sobre los vínculos de la cultura mexicana y canadiense. Además planteará la realización de varios títeres y bocetos de muñecos que podrían tomar forma a partir del grabado, abunda.
“Defiendo la capacidad de los titiriteros mexicanos de plantear su propia estética, están siempre en la búsqueda, a pesar de un contexto complejo, violento y socialmente muy difícil, eso nos da mucha fuerza”, concluyó.