30 diciembre,2023 4:56 am

¿Cómo podemos cambiar el mundo?

Octavio Klimek Alcaraz

 

Los problemas globales de nuestro tiempo como la extinción de la biodiversidad, la crisis climática o la contaminación, hacen que muchas personas se sientan desesperadas, más cuando son directamente afectadas por estos. Pero siempre existen formas de mantener la confianza y abordar los desafíos políticos, sociales, económicos y ambientales.

A nivel global aumentan los temores ante un futuro más que incierto. Lamentablemente, en diversas encuestas planetarias muchas personas no creen en un futuro promisorio, así como temen cambios drásticos para mal en los próximos años. En nuestra cercanía propia encontramos el Covid-19, la crisis climática, la inseguridad cotidiana, la falta de agua, las montañas de basura, las enormes desigualdades entre los pocos ricos frente a los muchos pobres son problemas simplemente abrumadores. La gran pregunta es: ¿Cómo lograr un cambio positivo, no sólo aquí en nuestro entorno inmediato, sino en todo el mundo?

Me permito retomar apuntes de un texto de Stefanie Uhrig, una reconocida neurocientífica, publicado el pasado 12 de diciembre en la revista de divulgación científica Spektrum der Wissenschaft titulado Wie können wir die Welt verändern? (¿Cómo podemos cambiar al mundo?). Ello retoma ideas de diversos científicos de la conducta humana para tratar de responder a esa pregunta. (https://www.spektrum.de/news/zukunftsvisionen-wie-koennen-wir-die-welt-veraendern/2110851).

En el texto señala, que para hacer esto, primero se necesita una buena dosis de confianza. Se debe adoptar una actitud deliberadamente optimista, porque el pesimismo nos lleva a la inactividad. El optimismo específico nos permite mantener la amistad en tiempos difíciles. entre naciones y un futuro más habitable con energía limpia

Una actitud positiva garantiza que abordemos los problemas. Así, se ha demostrado que los que reciben noticias de tipo optimista sobre el medio ambiente están más dispuestos a trabajar para organizaciones de protección del medio ambiente o a realizar donaciones, que los que reciben noticias pesimistas. Habría, entonces que cuidar la forma de presentar información ambiental real, cuidando de no trivializar la problemática ambiental.

También se conoce, que las personas naturalmente pesimistas tienden a posponer los problemas o suprimirlos, mientras que aquellos con una disposición optimista buscan soluciones cuando se enfrentan a dificultades o piden ayuda a sus colegas. Por ejemplo, las personas seguras de sí mismas son particularmente activas cuando el mercado laboral evoluciona favorablemente. Pero incluso en peores condiciones, siguen estando más comprometidos que los pensadores negativos.

Pero ¿qué pasa si los hechos hablan en contra de una evolución favorable? Se sabe que es importante no perder de vista la realidad. Se deben mantener los pies en la tierra, se requiere tener expectativas realistas. Las evaluaciones objetivas motivan a hacer los esfuerzos necesarios. Si por ejemplo un equipo gana a menudo y está bien preparado, su confianza se basa en la experiencia y las probabilidades. Si, por el contrario, después de perder diez partidos cree que las cosas tienen que funcionar ahora, pero no ha entrenado, probablemente será derrotado.

Se trata entonces de no mantener ilusiones falsas, de no soñar despierto, ya que puede volvernos inactivos. Las ilusiones pueden incluso tener un impacto negativo en las posibilidades de éxito. Cuando se sueña despierto y se imagina las cosas que se quieren, el riesgo es perderse en ellas. Entonces, por ejemplo, se sueña de pie en el podio con la medalla de oro alrededor del cuello ante el atronador aplauso de miles de espectadores. También, se ha demostrado en numerosos estudios que esto ocurre principalmente cuando las fantasías no se basan en hechos, sino en necesidades. Aquellos que consideran que han alcanzado su objetivo se esfuerzan menos. Por ejemplo, los pacientes después de una cirugía de cadera: si esperaban una recuperación rápida y sin problemas, se recuperaron más lentamente, probablemente porque no fueron tan activos en su recuperación. Por tanto, es importante comprender claramente el camino hacia el éxito, incluidos todos los obstáculos. Esta técnica, llamada “contraste mental”, coloca a nuestros sueños bajo una luz realista.

Si uno está demasiado seguro de sí mismo, en el peor de los casos puede incluso ponerse en peligro a sí mismo y a los demás. La pandemia de Covid-19 y las elecciones presidenciales de 2020 en Estados Unidos de Norteamérica son un buen ejemplo. ¿Estaban los encuestados convencidos de que la pandemia terminaría pronto? ¿Creían que su candidato preferido ganaría? En otros estudios resultó que cuanto más fuertes eran las creencias de los participantes, menos informados estaban. Al mismo tiempo, asumieron menos responsabilidad social. Por ejemplo, a pesar del riesgo de infección, continuaron reuniéndose con otras personas y dudaron de los resultados electorales o incluso pidieron violencia cuando su favorito perdió.

Para tener una confianza “sana”, es necesario conocer los hechos. La información importante es de libre acceso en Internet, científicamente sólida y detallada. El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), por ejemplo, publica informes sobre el cambio climático. Pero estos tratados suelen tener un problema: están escritos para expertos y son difíciles de entender sin conocimientos previos. Por eso muchas personas no saben cómo implementar proyectos en respuesta al cambio climático. En otro estudio, se encontró que alrededor de dos tercios de un total de 1 mil 71 encuestados no sabían cómo se podrían hacer los sistemas de transporte más respetuosos con el medio ambiente. Y eso a pesar de que más del 70 por ciento estaba preocupado por el clima.

Otras veces, los objetivos están lejos de la realidad cotidiana. ¿Por qué es eso? Si la gente ve una conexión con sus vidas y una ventaja para ellos mismos, generalmente son menos escépticos. Los responsables de políticas a menudo confían en soluciones de corto plazo e incentivos monetarios para asegurar los votos de los votantes. Puede tratarse, por ejemplo, de una ayuda financiera rápida en caso de desastres, como el huracán Otis, que podría implementarse fácilmente desde el punto de vista político. Dado, que, la prevención de los daños de tales acontecimientos, por otra parte, requiere previsión y a menudo se califica prematuramente de “demasiado costosa”. Sin embargo, las personas están dispuestas a asumir cambios “incómodos” y a largo plazo si comprenden el valor para sus vidas y las de sus hijos. Un buen ejemplo, es la educación: aquellos que reconocen lo valioso que es el conocimiento para su propia vida aprenden con más entusiasmo en la escuela.

También se debe centrar la atención en lo bueno de cualquier medida. Es importante destacar las ventajas de las nuevas medidas, y no sus desventajas. Un ejemplo las ciudades sin automóviles No se trata de solo pensar en renunciar a los automóviles, se podría pensar en lo que se ganaría. Pensar, por ejemplo, que habría una cantidad increíble de espacio para otras formas de movilidad, para un diseño urbano más habitable.

El intercambio entre regiones es importante: no es necesario reinventar en todas partes nuevas tecnologías y métodos que simplifiquen los procesos, reinventar el agua tibia. Cuando las personas tienen la oportunidad de aprender unas de otras, los nuevos acontecimientos en una región pueden hacer que los procesos económicos sean más eficaces y baratos en cualquier parte del mundo.

Un efecto llamado agregación también es importante: muchas acciones pequeñas sumadas tienen un gran efecto. Los expertos citan como ejemplo la necesidad mundial de alimentos. Si una sociedad reduce su consumo (por ejemplo, tirando menos comida), la cantidad total necesaria disminuye. Cuantos más países se unan, mayor será el impacto global. Lo contrario de la agregación es la compensación, en la que los esfuerzos de un grupo son anulados por el comportamiento menos efectivo de otro. Por ejemplo, si se detiene la deforestación en un país sin reducir la demanda de potreros para la ganadería, la deforestación probablemente aumentará en otro país en el futuro.

¿Es posible entonces influir en las personas haciéndoles creer que se suman a una tendencia? Al parecer sí, cuando existe compromiso y sensibilidad hacia las cuestiones sociales, los individuos también pueden poner en marcha movimientos globales. Greta Thunberg, por ejemplo, inicialmente se declaró sola en huelga frente al parlamento sueco. Poco a poco se fueron sumando más y más jóvenes bajo el lema “Viernes por el Futuro”. En ocasiones, cientos de miles protestaron contra las inadecuadas medidas de protección climática de sus gobiernos. Sin embargo, Greta Thunberg no sólo tiene admiradores: algunos también se burlan de ella y la odian. Cualquiera que abra nuevos caminos como “creador de tendencias” inevitablemente encontrará críticas. Otros no siempre ven la relevancia para ellos mismos o incluso se sienten atacados porque los visionarios cuestionan el comportamiento y la moral comunes.

Asimismo, una de las influencias más fuertes en el cambio de comportamiento es el vecino que ya lo está haciendo. Un ejemplo: los sistemas fotovoltaicos. Una vez que alguien lo haya instalado en su techo, rápidamente se agregarán otros en el área circundante. Intentar hacer algo como pionero es arriesgado. Observar lo que otros están haciendo y si funciona es, desde una perspectiva evolutiva, la estrategia más segura.

Igual, es importante buscar similitudes: ¿Les interesa la misma actividad cultural, la misma música, el mismo pasatiempo, compartir su pasión por un deporte, o vienen de la misma región? Estas conexiones convierten a los extraños en personas y aliados con ideas afines. Sin embargo, no se puede forzar nada. Las personas con un objetivo pueden cambiarse a sí mismas, pero nunca imponer su visión a los demás. Nadie es dueño de la verdad absoluta, ya que eso sería fanatismo.

A veces las personas simplemente tienen ideas diferentes sobre lo que es un “buen” futuro. Por ejemplo, ¿pueden los activistas de “Viernes para el Futuro” y accionistas de la industria petrolera acercarse siquiera entre sí? Un problema histórico de la economía de mercado es que quienes se benefician de determinadas relaciones de poder generalmente tienen poco interés en renunciar a su puesto, ya que reciben los mayores beneficios económicos. Sin embargo, para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París de no elevar la temperatura promedio del planeta más de 1.5 grados requieren trabajar de manera conjunta, aunque sea para negociar los términos del fin de la economía basada en combustibles fósiles. Esto junto con la población en general, los científicos y los tomadores de decisiones políticas.

Con cada pequeño paso, uno debe preguntarse: ¿qué objetivos en competencia existen? Lo que es bueno para una sociedad en su conjunto puede ser perjudicial para una minoría de individuos. Pero, incluso los trabajadores de la industria de los combustibles fósiles requieren una transición justa. Si se fijar un rumbo, es importante conciliar lo mejor posible los intereses de todos.

Pueden además existir, diferentes caminos hacia el mismo objetivo. Aunque difícil, más no imposible, la mejor manera de lograr algo no es tomar decisiones por encima de las personas, sino incluir sus ideas. Para hacer justicia a las diferentes condiciones de vida e ideas, los objetivos globales deben ser más amplios y articulados, con más formas de alcanzarlos, así como tomarse en cuenta numerosos factores. Un ejemplo: hay hambrunas en algunas partes del mundo. Para poner fin a esto, se podrían establecer rutas de suministro más eficientes en las regiones afectadas o hasta se podrían tomar medidas contra la corrupción. Por otro lado, los países donde la gente consume demasiado y tira alimentos podrían contribuir utilizando menos desperdicio de alimentos y confiando en métodos de producción sostenibles que protejan el clima y prevengan períodos de sequía.

Al respecto, existen proyectos cuyo objetivo es reunir ideas e iniciativas regionales muy diferentes –las llamadas “semillas”– que contribuyan a un futuro más sostenible y justo. En un proyecto de este tipo en la isla de Borneo, por ejemplo, la gente se compromete al mismo tiempo con la protección del medio ambiente y con el cuidado de la salud: quienes participan activamente en la protección de la selva tropical también reciben tratamiento médico gratuito. Desde el inicio del proyecto, la gente de allí ha estado más sana en general y la deforestación ha disminuido significativamente. Utilizando esta y muchas otras semillas, los científicos quieren saber: ¿Cuáles son los requisitos previos para el compromiso local? ¿Cómo se pueden fortalecer las iniciativas existentes? ¿Por qué algunas ideas se difunden y otras no? ¿Cómo pueden los diferentes enfoques estimularse mutuamente? El mapa mundial de las “semillas” todavía está escasamente poblado de unos pocos cientos de proyectos. Pero cuanto más se añaden, más fácil es modelar sus efectos positivos. Las “semillas” no prometen soluciones rápidas. Y a pesar de los numerosos enfoques diferentes, no todos los intereses de las personas, como por ejemplo los que apuestan por los combustibles fósiles, están representados. Pero todo el mundo puede inspirarse y quizás encontrar opciones de inversión alternativas que sean más sostenibles y justas.

Y para todos los que se desaniman ante las crisis y las soluciones aparentemente inalcanzables, en el texto de referencia se tiene un consejo: “Lo que puede llevarnos al optimismo con un propósito es el humor. No sólo te ayuda a afrontar cuestiones difíciles, sino que también es una emoción esperanzadora que abre nuevas perspectivas”.

Feliz año 2024.

 

Recuadro.

 

¡NOSOTROS LO HACEMOS! DE LA IDEA A LA IMPLEMENTACIÓN

Con una actitud optimista, es más probable que afrontemos los problemas. Pero aquellos que están demasiado seguros de sí mismos suelen hacer menos esfuerzos. Por tanto, es importante ser realista y ser consciente de los obstáculos.

Lo mejor es empezar a hacer cambios en casa y centrarse en los beneficios. Es más probable que los pioneros individuales encuentren seguidores cuando enfatizan puntos en común como los mismos orígenes.

Es mejor involucrar a la mayor cantidad de personas posible en los procesos de cambio y no ignorar los objetivos en competencia. Un enfoque es fortalecer las iniciativas locales existentes y conectarlas entre sí.

(Uhrig 2024).