Los niños en edad escolar comienzan su regreso a clases después de las vacaciones de verano. En muchos lugares, será la primera vez que los niños y niñas asistan de manera presencial luego de un largo receso a causa de la pandemia mundial.

Esto presenta varios retos a niños y niñas, pero también a los padres, tutores y educadores.

El regreso a clases es el momento perfecto para reprogramar la rutina familiar, enfocarse en las ventajas de la educación e identificar las áreas de oportunidad de los estudiantes, pero también de sus adultos responsables que buscan cosas como mochilas escolares, útiles y uniformes.

Por eso, con la intención de llevar a buen puerto la misión del regreso a clases presenciales, te compartimos algunos consejos que pueden servirte y ayudar a que los pequeños a tu alrededor tengan una experiencia educativa provechosa.

Resetea tu rutina de sueño

Llamamos “rutina” a tus horarios de sueño, alimentación, descanso y trabajo de ti y de tu familia.

Cada día es una nueva oportunidad de recomenzar tu rutina; no se trata de una frase vacía de superación personal, sino de una posibilidad muy literal.

Si tienes problemas para dormir por la noche o tus hijos tienen ansiedad por entrar a una nueva escuela trata de realizar ejercicios físicos durante el día, de manera que sus cuerpos se sientan más cansados al llegar la noche. Esto les permitirá conciliar el sueño más fácilmente.

Los expertos recomiendan dejar de ver las pantallas de celulares, televisores y computadoras por lo menos dos horas antes de acostarte. Al hacerlo, tus ojos y los de tu familia se expondrán a una cantidad menor de luz azul y llegar al sueño será más sencillo.

No te saltes el desayuno

El desayuno es el alimento más importante del día, especialmente para los niños en edad escolar, pues sus cerebros consumen mucha energía con el fin de aprender.

Los estudios muestran que el bajo rendimiento escolar está asociado en buena medida a una dieta insuficiente y a la malnutrición. Se estima que 8 de cada 10 niños en México asisten a la escuela sin desayunar.

Prepara la mochila y la ropa la noche anterior

Las mañanas escolares requieren mucha voluntad y claridad mental por parte de los padres.

Muchos pequeños eventos se encadenan con el objetivo de que los niños puedan asistir a clases. Para hacerlo más fácil, asegúrate que tus hijos dejen sus mochilas listas durante la noche, de modo que no olviden nada al día siguiente.

Se puede decir lo mismo con respecto a la ropa, especialmente si llevan uniforme escolar. Preparar con anticipación lo que van a usar al día siguiente es una buena práctica que se puede llevar a la adultez y contribuir a rutinas más organizadas.

Planifica tu ruta

En las horas de entrada y salida de clases, el tráfico de muchas ciudades se vuelve caótico, la gente se acostumbra a salir tarde y esto genera mucho estrés, en padres y en hijos por igual.

Para evitarlo, planea con anticipación la ruta hacia la escuela y los posibles caminos en los que puedes llegar a ella.

Reajusta los horarios a los que sales de casa tomando en cuenta tus observaciones, si llegas tarde, sal un poco más temprano. Es sorprendente cómo salir 10 minutos antes de casa te evita una hora de tráfico.

Recapitula el día con tus niños antes de irte a dormir

Para ayudarles a tus hijos a tener una rutina que les dé estabilidad en su día a día, practica con ellos a charlar brevemente sobre el día anterior, como si se tratara de un cuento.

De este modo no solamente podrás compartir un momento con ellos, sino que identificarás los momentos de la rutina que resultaron más difíciles y hacer los ajustes necesarios para el día siguiente

Haz de este regreso a clases un éxito con estos útiles consejos.