Ciudad de México, 2 de octubre de 2022. En el Comedor Vicentino, ubicado en el Centro Histórico, incrementó la demanda de comida gratis de personas que perdieron sus empleos durante la pandemia.
A pesar de que el aforo diario disminuyó por el levantamiento de restricciones sanitarias y la apertura de otros comedores, acuden más habitantes de la zona que se quedaron sin empleo, quienes van por raciones diarias de comida y despensas que les entregan los fines de semana.
Al inmueble, que está en Plaza de la Concepción, a un costado de Plaza Garibaldi, también asisten personas en situación de calle o familias que afrontan una situación económica precaria.
“Ya salió otro grupo, ahora gente que perdió el empleo o que le redujeron la jornada, viene por alimento y por despensa, aumentó porque no hay trabajo.
“Sí existía ese grupo (de personas que perdieron el empleo), pero aumentó, aquí siempre hay gente que necesita. A veces, nos vemos en la necesidad de decir ‘ya se acabó'”, detalló Carlos Marcelino Cárdenas, misionero vicentino.
La comida que ofrece el Comedor Vicentino la proporciona la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social. Cada día el menú es variado, puede incluir desde chicharrón con arroz, carne de puerco, verduras cocidas, bolillos y agua.
“Esto es una ayuda para nosotras, vengo porque no me alcanza para darle de comer a mis hijos. O pago donde vivo o les doy de comer, entonces, tengo que estar viniendo a este comedor o a otro, pero más aquí.
“Con la pandemia, (me fue) de la patada, porque a todos nos bajó mucho el trabajo. No me alcanza y tengo que ver cómo. A veces, hasta comiendo de la basura”, dijo Adriana.
El Gobierno capitalino indicó que el presupuesto del programa de comedores sociales es de 310 millones de pesos, con los que se operan hasta 600 espacios.
Texto y fotos: Agencia Reforma
