4 junio,2019 5:24 am

De aquí, de allá y de acullá

Abelardo Martín M.
 
Una auténtica lección de diplomacia y oficio político dio el gobierno de Andrés Manuel López Obrador al responder a los exabruptos o tweets de precampaña por la reelección de su colega de Estados Unidos, Donald Trump, quien intenta hacer un revoltijo entre las relaciones internacionales, su campaña, el electorado estadunidense y los miembros de su partido republicano y por eso México le gusta para “sparring”.
Las amenazas a los mexicanos respecto al establecimiento de obstáculos, mediante cuotas arancelarias a los productos que se envían de México, ni amedrentan ni intimidan al gobierno de la Cuarta Transformación. A través del diálogo se resolverá cualquier diferendo, le contestó el presidente de México, quien, a la vez, impartió una lección a sus antecesores, en especial a Vicente Fox, cuyo talante y modo podría compararse al de Trump. Mucho ruido, mucho bla bla bla y a la hora de la hora, pocos o nulos resultados. Ahí sigue el expresidente panista que llora que llora por los rincones. Si algunos creyeron que su peor papel había sido como presidente de México, se quedaron cortos, porque su peor actuación es en la actualidad como expresidente.
La decisión de López Obrador de enviar a su canciller a dialogar a Washington permite mantener fluido y avanzando el tema de la construcción del tratado de libre comercio entre México-Estados Unidos-Canadá, instrumento que más allá de tweets, Facebook o cualquiera de las redes sociales que ahora utiliza Trump para la diplomacia, permitirá que los negocios y la relación entre los tres países continúe avanzando.
Por cierto que la consolidación del tratado de libre comercio, en los resultados, es un mejor instrumento para ir a las causas de la migración, la generación de riqueza en una región que, unida, podría acrecentar su fortaleza con un comercio más intenso, más fluido, más fuerte. El fortalecimiento de la economía desde la base social, en efecto, será la mejor estrategia para atacar la pobreza, la marginación y con ello también la violencia y la emigración en busca de oportunidades. Además de que este círculo vicioso tiene como característica adicional el que los ataques a las mujeres o a sectores vulnerables hayan crecido.
Noticia esperanzadora parece sin duda la adhesión del gobierno mexicano a la iniciativa patrocinada por la Organización de las Naciones Unidas y la Unión Europea, denominada Spotlight, cuyo objetivo es atender y frenar los feminicidios, así como promover acciones contra la violencia hacia las niñas y mujeres.
Verdad sabida es que en situaciones de inseguridad y violencia las más afectadas son las mujeres, y ello se nota en las regiones mexicanas en donde la criminalidad está más desbordada.
De ahí que en nuestro país, la iniciativa mencionada se vaya a enfocar en municipios emblemáticos donde la violencia se ha ensañado contra las mujeres. Estos son Ciudad Juárez, en Chihuahua; Ecatepec y Naucalpan, en el Estado de México, y en Chilpancingo, la capital de Guerrero.
Ojalá que la participación de instancias internacionales como las involucradas produzca resultados efectivos, en un tema en que nuestro país y el estado no sólo no se han podido encontrar soluciones, sino que parece irse en retroceso.
Sin embargo, la compleja situación en nuestra entidad no se agota en ese flanco, como lo muestra la declaratoria de emergencia en veintisiete municipios, entre ellos Chilpancingo y Acapulco, a causa de la crisis producida por múltiples incendios forestales entre abril y mayo, la cual operó por un breve tiempo, del 17 al 27 de mayo pasado, fecha en que se consideró que la peor parte había pasado, y la ayuda de la Federación cesó.
Pero por si las condiciones del medio ambiente, deteriorado por la insensata intervención humana, no fuesen un factor suficientemente preocupante, el fin de semana campesinos de la sierra retuvieron a medio centenar de rehenes, entre soldados y policías, para demandar la entrega inmediata de los fertilizantes prometidos en el programa de iniciativa estatal que obtuvo el aval del gobierno federal. Luego los liberaron, una vez que recibieron la promesa del gobernador y del superdelegado federal de agilizar la entrega del abono en la semana que se ha iniciado.
A los ojos de algunos, el secuestro de integrantes de la policía y las fuerzas armadas para obtener un beneficio prometido resulta algo inadecuado y excesivo, aunque el obispo de Chilpancingo –Chilapa, Salvador Rangel, lo justificó advirtiendo que hay hambre y hartazgo en la región, luego de la caída de los precios del opio y la goma de amapola, productos que por muchos años han sido el soporte económico generalizado.
Y, por cierto, al término del pasado mes desaparecieron las plazas de más de sesenta delegados y encargados de despacho de las secretarias y otras dependencias federales en la entidad, así como sus equipos de confianza.
El plan anunciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador es que debajo de los llamados superdelegados sólo habrá en cada estado cuatro coordinadores, que se encargarán de las áreas de Seguridad, Bienestar, Hacienda y Desarrollo Económico, así como Energía y Comunicaciones.
Con esta nueva estructura el gobierno federal espera obtener un ahorro de 15 mil millones de pesos en su gasto de operación. El resto, por supuesto, es lograr esas economías y a la vez mantener la eficiencia, que ya de por sí nunca ha sido el lado fuerte de la burocracia. Las protestas por el tema del fertilizante al que nos referimos líneas arriba ilustran ese asunto.
Mientras, empiezan a calentarse las pasiones políticas. Aunque el actual gobernador, Héctor Astudillo, está por completar su cuarto año de gobierno y falta casi un bienio para que la elección de un nuevo gobernador ocurra, en la calle y en los medios de comunicación el tema de la sucesión gubernamental anticipada, ocupa ya espacios preponderantes. Los grupos presionan para reflejar y crear el ambiente de desgaste de un gobierno al que ya quisieran ver de salida.
Hacia allá se enfocará la discusión pública en Guerrero en el futuro cercano. Las elecciones en Puebla y Baja California reflejaron la fortaleza de Morena; en Aguascalientes ganó el PAN así como también en Tamaulipas. El PRI apenas sobrevivió y no puede olvidarse que, Guerrero es todavía priísta, quién sabe si sobrevivirá.
Lo más relevante de este momento es que todo está en movimiento, nada está quieto o estático, lo que hace factible el cambio que, al sacudir las estructuras estatales, nacionales a internacionales, abre oportunidades para salir de la encrucijada y de un callejón que, si tiene salidas, en el corto, en el mediano y en el largo plazo. Es decir, lo que viene…. conviene.