18 febrero,2021 9:26 am

Denuncian al conductor Andrés Roemer por abuso sexual; no es la única víctima, señala danzante

Quien lo acusa, la bailarina profesional Itzel, informa que ganó una querella contra el embajador de la Unesco en el país

Ciudad de México, 18 de febrero de 2021. La bailarina profesional Itzel Shanaas informó que ganó una querella contra el conductor y Embajador de Buena Voluntad para el Libre Flujo del Conocimiento de la Unesco, Andrés Roemer, por abuso sexual, y ahora lo cuenta públicamente para exhibir que no ha sido la única víctima. “Es la manera de operar de este individuo”, dice en su acusación pública.

En un video difundido en Youtube, de 6:46 minutos, en su introducción, denuncia: “Acudí a una cita de trabajo, pero el escritor hostigó y abusó sexualmente de mí. Andrés Roemer colocó algunos miles de pesos frente a mí y me dijo: ‘A nuestra próxima reunión llegas con una falda que yo te haya comprado’. Así se despide al doctor. Empezó a acariciar mis piernas, a masajear mis piernas cerca de la ingle y a tocar su pene. #YaBasta #MeTooAndresRoemer #MeTooMx”.

Narró que conoció a Andrés Roemer en el Festival de Ciudad de las Ideas de noviembre de 2019, le habló de su trabajo con entusiasmo, pensando en que podía programar algunos de los proyectos escénicos de los que forma parte, para la siguiente emisión de ese festival.

Intercambiaron números telefónicos y se pusieron en contacto algunos días más tarde, mencionó. Roemer la citó para presentar el proyecto, primero en un restaurante de la colonia Roma y un par de horas antes en su casa. Ella llegó en motocicleta.

“Al tratar de presentar el proyecto, mientras esquivaba bromas, piropos y cumplidos –dijo mirando a la cámara–, me negué a los tragos y alcoholes de cortesía. De hecho, llegué en moto para que fuera más fácil decir que no sin recibir insistencias. Obviamente no hubo alcohol, pero no pude evitar los incómodos comentarios de lo sexy que puede volverse una mujer en moto ante los ojos de cualquier pendejo”.

Siguió: “’Si yo hubiera podido escoger, mi esposa sería bailarina’”, le dijo Roemer. “Me pareció un halago muy estúpido y empecé a cuestionar su tan prestigiada inteligencia. Halagos hubo muchos y estúpidos también”.

Ella señaló que la presentación del proyecto fue constantemente interrumpida por gente que estaba con él, que supone demasiados cariñosos para tratarse de una cita de trabajo y apenas conocerse. La halagaba constantemente.

“Pero después de hacer énfasis en su amor por las bailarinas, empezó a acariciarme mis piernas, a masajear mis piernas, a masajear sus piernas cerca de la ingle y a tocar su pene. Tocas y/o excitar y/o masturbar. A veces hacen falta precisiones y no las tengo. Para mí fue un poco de todo. No supe qué hacer”.

La bailarina aseguró que comenzó a tejer la manera de despedirse con “muchas ganas de querer salir corriendo”, pero trató de seguir conversando y no causar un escándalo en ese momento.

“Cabe decir que a la distancia me miró a mí misma muchísimo más estúpida de lo que pude mirarlo a él aquél entonces”.

Schnaas apuntó que la coronada despedida cerró con broche de oro, pues cuando casi lograba despedirse, Roemer colocó algunos miles de pesos frente a ella, y le dijo que a su próxima reunión llegara con una falda que él le haya comprado.

Con una risa de indignación, recordó que le dijo: “Así se despide un doctor”, no sin antes sumar besos y caricias atrevidas o faltas del más mínimo respeto, afirmó. Suspiró y siguió: “Lamentablemente todavía no existía Susana Distancia, pero afortunadamente logré salir de ahí. Después de eso pasaron infinidad de cosas, un montón.”

Texto: Redacción / Foto: Internet