La Máquina del técnico peruano Juan Reynoso, pone fin a la larga sequía y se corona por fin en el torneo Guardianes 2021, luego de empatar 1-1 en el juego de vuelta de la final ante Santos, pero se imponen en el marcador global 2-1. Los celestes perdían 1-0 hasta el minuto 50, cuando llega el gol del título del uruguayo Jonathan Rodríguez
Ciudad de México, 31 de mayo de 2021. La noche del 30 de mayo del 2021 se acabaron los fantasmas de Cruz Azul que se coronó otra vez en el futbol mexicano tras 23 años y casi seis meses de sequía.
La Máquina lo hizo a su manera: con sufrimiento, con los fantasmas flotando en el espeso ambiente del Estadio Azteca y hasta con polémica arbitral, esa que muchas veces también le afectó.
Los celestes igualaron anoche 1-1 ante Santos, para llevarse la corona del Guardianes 2021 con un 2-1 en el global, para guardar en el cajón tantas heridas, tantas lágrimas, esas que ahora fueron de felicidad y que brotaron de varios jugadores cementeros, al silbatazo final.
De la mano de Juan Reynoso, Cruz Azul conquistó su campeonato número 9, luego que su última título había sido en el Invierno 1997, en donde el peruano era capitán.
Un gol de Jonathan Rodríguez, al 50’, le dio el empate a una Máquina que parecía sumirse en su historia maldita.
El Cabecita empujó sin marca ante Carlos Acevedo, pero lo hizo luego de recibir un pase de Yoshimar Yotún, en la misma jugada donde Guillermo Fernández hizo por el balón estando en fuera de lugar.
Si bien el argentino se frena cuando nota la llegada de Rodríguez, los futbolistas de Santos exigían la revisión de la jugada en el VAR por parte de Fernando Hernández, lo que no llegó.
Ese gol apareció a tiempo porque la afición ya sentía síntomas de cruzazuleadas, de esas que fue testigo en las anteriores 6 Finales de Liga.
Y cómo no, si La Máquina había sido incapaz de pegar en el primer tiempo, pues los Guerreros le quitaron el balón hasta hallar la ventaja al 36’, con un zurdazo al ángulo de Diego Valdés, quien le pegó con el alma.
Para entonces, el nerviosismo ya había invadido a la afición: apagada, lejos del apoyo que había mostrado a lo largo de esta Liguilla.
Reynoso iba y venía en su zona técnica, miraba el reloj, sabía que el conjunto lagunero podía hacerles otro.
Hasta que vino la jugada a pura garra de Yotún y el remate del Cabecita Rodríguez para igualar el marcador y poner en ventaja a La Máquina en el global.
Con el anuncio de los 5 minutos de compensación, la afición entró en angustia, pero esta vez la mala suerte, esa que golpeó al conjunto cementero varias veces, desapareció.
Cruz Azul tocó de nuevo el cielo del futbol mexicano en el Estadio Azteca, donde había perdido sus últimas 2 Finales.
Reynoso, el mesías celeste
Juan Reynoso hizo historia, de todas las formas posibles. Es el primer cruzazulino en ser campeón como jugador y técnico, el que guió al equipo al título después de 23 años, el que tiene el inconmensurable mérito de revivir a un plantel que agonizaba.
Porque es justo ahora cuando hay que recordar que hace medio año ocurrió la más grande de las “cruzazuleadas”, cuando el club se quedó sin técnico mientras sus directivos se hacían pedazos en tribunales.
Y aun así, Cruz Azul es campeón. Lo es por la bravura de sus jugadores, por el temperamento de José de Jesús Corona para liderar a un equipo apaleado, por la valentía del técnico Reynoso que no esperó a que el partido se hiciera viejo para sacar a Orbelín Pineda y Roberto Alvarado y jugársela con Yoshimar Yotún y Santiago Giménez en el complemento.
Hay momentos para mandar un mensaje de tranquilidad y calmar los ánimos. Hay otros que exigen arriesgar y darle así una bofetada a la historia; el peruano optó por esta última opción.
Al medio tiempo, Reynoso ya era tendencia en redes sociales, entre aquellos que criticaban el planteamiento del primer tiempo y los que depositaban el voto de confianza. El técnico, por cierto, ni siquiera era la opción A de la directiva para un torneo en el que no hubo arreglo con Hugo Sánchez.
El peruano perdió los estribos durante la bronca en el penúltimo minuto. Se ensartó en la discusión con los jugadores de Santos. Fueron sus futbolistas quienes lo contuvieron.
Los Guerreros se murieron en la raya, conscientes de que el peor enemigo de Cruz Azul eran los últimos minutos, esos en los que Carlos Acevedo quiso contagiarse del espíritu de Moisés Muñoz, pero la historia ya se había ensañado demasiado con La Máquina, el flamante campeón de México, de la mano de Juan Reynoso.
“Me veo en el corto plazo colaborando para hacer un equipo de época, de tener más campeonatos, tratar de fortalecer para lograr más campeonatos. Agradecido por entrar a la historia de este club, tengo un título como jugador y ahora como técnico, que no es poca cosa. Estamos en el momento y en el lugar apropiado, lo de hoy no es por casualidad, no lo digo por Juan Reynoso, lo digo por Chuy, Cata, Adrián (Aldrete), los he visto llorar de dolor, y hoy los vi llorar de felicidad, me rompen el alma porque gente que ha estado muchos años le quitaba el sueño este campeonato”, señaló en su momento Juan Reynoso.
Texto: Félix Zapata / Agencia Reforma
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