4 diciembre,2017 8:06 am

Detiene el INAH trabajos en un terreno de Las Playas porque hay vestigios arqueológicos

Acapulco, Guerrero, 4 de diciembre de 2017. Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) detuvieron trabajos de remoción de escombros en un predio ubicado en el fraccionamiento Las Playas donde hay rocas con vestigios arqueológicos.

Informaron a los propietarios de los trámites que tienen que hacer para cualquier modificación en el terreno e indicaron que uno de los petrograbados que está en esa área es de los más importantes de Acapulco.

Por la denuncia de una vecina que se estaba afectando un área arqueológica ubicada en el lote número 30 de la Gran Vía Tropical en el fraccionamiento Las Playas acudieron al lugar inspectores de la Dirección de Ecología Municipal, arqueólogos del INAH e incluso policías municipales.

En el lugar estaba una máquina retroexcavadora trabajando, el dueño del predio, Jorge García Vázquez, indicó que estaba emparejando el terreno que por años ha sido utilizado por los vecinos entre ellos la Facultad de Ecología Marina para tirar ahí el escombro.

Expuso que desconocía que existieran petrograbados en su propiedad, porque el que conocen está en un terreno contiguo, donde los dueños del lugar saben que no deben de tocar una de las piedras que se encuentran en esa área.

Primero los inspectores de Ecología, después los arqueólogos del INAH, solicitaron al propietario que detuviera el retiro de los escombros, a lo cual aceptó sin objeción.

Al llegar los arqueólogos del INAH indicaron al propietario que hace dos años en una inspección se dieron cuenta que tres piedras tiene los llamados “ojos de Dios o pozuelos” que se hacían con fines ceremoniales.

Para mostrarle al propietario lo que decían limpiaron una de las rocas y le explicaron que si quería hacer cualquier trabajo en el terreno tenía que solicitar un permiso especial al Instituto para que sean ellos los que le den la factibilidad, después de una revisión donde se garantice que no se afectan vestigios arqueológicos.

Los vecinos del terreno contiguo manifestaron que ellos tiene conocimiento del petrograbado que hay en su propiedad y que saben que son responsables de cuidar que la piedra en donde se encuentra no sea dañada.

Sin embargo se quejaron de que una de sus vecinas, Mónica Corazón, insista en enviarles a la policía cuando lo único que se hizo en el terreno en años pasado fue romper una roca para lo que solicitaron los permisos que se necesitaban para ello.

El arqueólogo Cuauhtémoc Reyes Álvarez explicó que en los años 40 el arqueólogo Gordon Ekholm registró el hallazgo de un petrograbado en esa zona que es “el jaguar de Acapulco, un felino que tiene inscrito dentro de su cuerpo una serie de personaje asociado a una cantidad de puntos probablemente calendárica”.

Sin embargo el INAH lo registró hasta los años 80. Hace dos años en una inspección a dicho petrograbado se identificó que en otras piedras de la zona había vestigios, y atendieron la denuncia que les hicieron para evitar que se afecte el material arqueológico.

Resaltó que es importante que la población colabore cuando se vea que está sucediendo algo en zonas arqueológicas, para que ellos puedan supervisar y verificar lo que está sucediendo. Recordó que se supo recientemente que el terreno donde se estaba trabajando ayer tiene vestigios; se suponía que no había nada.

Informó a los propietarios de ambos terrenos que si desean hacer algún tipo de obra tiene que pedir el permiso correspondiente, para que se haga una supervisión a la obra, en el caso que se quiera excavar para construir se tiene que hacer una revisión.

Explicó que en el caso de terrenos no impactados con obras, se inician proyectos de salvamento arqueológico si se tiene la sospecha de que hay vestigios para salvar la información y lo haya en el predio. Depende de lo que se encuentre es que se libera o no para que se pueda realizar la obra que se quiera hacer en caso de que sea una construcción. En caso de que la información que se localiza sea de gran importancia se detiene la obra de forma definitiva.

En una inspección superficial, el arqueólogo confirmó que lo que se estaba retirando era material de escombro por los residuos que tiene. Aun así solicitó que se haga la petición del permiso para hacer una inspección más detallada.

Por su parte el arqueólogo Jorge Hernández Flores comentó que ese cerro se tiene información que hubo una aldea por lo que consideró que en el subsuelo podría haber piezas de barro de esa época.

Nota y foto: Mariana Labastida.