28 septiembre,2020 4:51 am

Ejército, Policía Federal, Estatal, Ministerial y municipales montaron un cerco criminal en Iguala  

Unos 2 mil manifestantes participaron en dos mitines en los lugares donde fueron asesinados tres estudiantes de Ayotzinapa la madrugada del 27 de septiembre. Las madres y los padres trajeron vida y esperanza a esta ciudad y rompieron el miedo, dicen en defensa de su movimiento. Piden castigo para todos los involucrados, incluido Ángel Aguirre e Iñaki Blanco  

 Iguala, Guerrero, 28 de septiembre de 2020. Al cumplirse seis años de los ataques en contra de estudiantes normalistas de Ayotzinapa, padres y madres de los 43 desaparecidos y familiares de los tres asesinados reclamaron la falta de justicia, y denunciaron que el Ejército y todas las corporaciones policiacas de los tres niveles de gobierno actuaron para agredir a los estudiantes de manera directa o indirecta.

Exigieron castigo para todos los involucrados, entre ellos mencionaron una vez más al ex gobernador Ángel Aguirre Rivero y su procurador de justicia, Iñaki Blanco Cabrera, y desmintieron que hayan “rescatado” a los estudiantes la noche de los ataques.

“Había muerte y terror en Iguala, y sigue habiendo. Fueron las madres y padres de familia de Ayotzinapa quienes trajeron vida y esperanza a Iguala, los que rompimos el miedo, los que tuvimos el valor de encarar y venir aquí a gritar y denunciar lo que estaba ocurriendo, fuimos nosotros los que rompimos el miedo y trajimos una esperanza de vida a Iguala”, dijo el abogado de los padres, Vidulfo Rosales Sierra en respuesta a la convocatoria ciudadana de hacer un frente en contra del movimiento por Ayotzinapa.

A las 3:40 de la tarde ingresó la caravana de unos 40 autobuses con los padres y alumnos de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM).

Ante la expectativa de la presencia de un grupo de vecinos de Iguala que habían anunciado protestas en contra de los padres y normalistas, a lo largo de la carretera federal México-Acapulco, en el tramo a Chilpancingo, se colocaron en distintos puntos agentes de la Policía del Estado y Guardia Nacional, y en el acceso principal a la cabecera municipal, en la comunidad de El Tomatal, se instaló un puesto de vigilancia de policías estatales. Atrás de la caravana de autobuses se vio un convoy de unas 30 patrullas de esta corporación con unos seis agentes cada una.

No se vio ninguna protesta del grupo de habitantes de Iguala que había anunciado en redes sociales acciones en contra de normalistas.

El primer mitin inició pasadas las 4 de la tarde en la estela colocada al normalista Julio César Mondragón Fontes, antes se hizo oración y se colocó una ofrenda de flores. Allí, su hermano Lenin Bernabé Mondragón demandó justicia por él y los otros dos muchachos asesinados hace seis años.

Dijo que son seis años en un camino muy difícil para toda su familia, y que en su caso vivieron dos duelos, el primero en la noche del 26 de septiembre cuando las autoridades informaron que la causa de la muerte había sido por un golpe contundente, pero que en la segunda necropsia realizada por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y la exhumación del cuerpo, se determinó que murió por una brutal tortura que le ocasionaron más de 40 fracturas en costillas, vértebras, mandíbula y en el cráneo, así como ser desollado del rostro y arrancado los ojos.

“Han pasado seis años que estamos en impunidad, y aún podemos observar las resistencias del gobierno, porque es necesario que se haga una depuración en todas las dependencias como son los jueces federales que han solapado a los implicados y que han liberado al 50 por ciento de ellos con el argumento que fueron torturados”.

Habló de la hija que dejó su hermano, y que al crecer pregunta quién fue su padre, “el gobierno federal está en deuda con nosotros”.

El vocero de los padres, Melitón Ortega, dijo que son seis años de lucha para pedir castigo a los responsables de este crimen cometido en Iguala en contra de estudiantes de la Normal de Ayotzinapa. “No tuvimos justicia en la administración anterior, y seguimos exigiendo para que sigan las investigaciones y por eso seguimos aquí”.

La mamá de otro de los 43 desaparecidos, señaló que da coraje y a la vez tristeza por qué la gente de Iguala no quiere decir quienes vieron, para dónde se llevaron a sus hijos, “si ya no nos quieren ver aquí cada mes, pues que colaboren con la información para ya no venir cada 27”.

Señaló que para las madres y padres ya es muy grande la desesperación de no tener a sus hijos, “nunca nos imaginamos a llegar a seis años, y eso fue por el gobierno anterior”.

Después del primer mitin, el contingente de cerca de 2 mil personas salió marchando por el Periférico Norte hasta la calle Juan Álvarez, donde se colocó un templete para hacer el mitin principal. También se hizo oración y se colocó una ofrenda de flores a Julio César Ramírez Nava y Daniel Solís Gallardo.

Al frente del contingente iban los familiares de los tres normalistas asesinados en los ataques, seguidos de los padres de los 43 desaparecidos que mostraban los carteles con las fotografías de sus hijos. Atrás, los contingentes de estudiantes, hombres y mujeres gritando consignas y mostrando carteles con el nombre de Ayotzinapa, así como fotografías de los tres asesinados.

El gobierno de Aguirre no rescató a los normalistas: Vidulfo

En su intervención, el abogado de los padres Vidulfo Rosales Sierra narró la persecución que tuvieron la noche del 26 de septiembre de 2014 los normalistas que iban en los tres autobuses que finalmente fueron sitiados por policías municipales en la última cuadra de la calle Juan Álvarez, en el cruce del Periférico Norte, donde hubo un primer ataque en el que resultaron unos 12 heridos, entre ellos Aldo Gutiérrez que sigue en estado de coma en Ayutla de los Libres.

En este lugar, dijo, estudiantes fueron bajados de los autobuses, y fue la última vez que se les vio, “fueron llevados por patrullas de la Policía Preventiva”.

Señaló que hasta ese momento, entre las 9 y las 10:30 de la noche, unos 12 alumnos heridos en el primer ataque fueron llevados al hospital, “es decir, no había orden de matar y no había orden de desaparecer”.

Agregó que entre las 11 y 11:20 de la noche, llegó un comando, y al momento de que se daba la conferencia para denunciar lo que había pasado, pues los compañeros creyeron que ya había pasado lo peor.

“Hoy dice el gobierno de Guerrero que no tiene nada que ver, hoy dice Iñaki Blanco Cabrera (ex procurador de justicia) que prestó toda la diligencia, no es cierto compañeros, los hechos sucedieron cerca de las 9 de la noche, y eran las 11 y ni un ministerio público había llegado”.

Recordó que en Iguala hay una Fiscalía regional con cerca de 20 ministerio públicos en Iguala, y ni uno llegó esa noche y ni un Policía Ministerial, ni ninguna autoridad.

“Hoy en día dicen salvaguardar las instituciones ¿dónde estaban ese día? ¿por qué no llegaron?, y por qué, los compañeros de Ayotzinapa trataron de preservar la escena del crimen, y por eso estaban cuando llegaron los delincuentes y abrieron fuego a mansalva contra todos los que aquí se encontraban, resultando muertos Daniel Solís Gallardo y Julio César Ramírez Nava”.

Señaló que a partir de ahí inició la persecución, “seguramente desde el más alto nivel de gobierno se dio la orden de desaparecer y de matar, a partir de ese momento los compañeros empezaron a correr hacia adentro de Iguala, y en una de estas calles, sabemos que por ahí viven los integrantes de ese grupo delictivo, ahí fue detenido Julio César Mondragón Fontes, que corría con     otros compañeros tratando de salvar su vida, y de ahí fue llevado a un lugar donde fue torturado cruelmente, causándole más de 40 fracturas en todo el cuerpo, según lo dictámenes periciales, eso le provocó la muerte, después le desollaron del rostro y le sacaron los ojos”.

Cuestionó que en todas esas horas, dónde estaban todas las autoridades ¿dónde estaba el batallón 27 de Iguala?, ¿Dónde estaban las fuerzas policiacas?, aquí en Iguala hay una comisaría de la Policía Federal, hay un destacamento de cerca de 100 policías estatales, “eran las 2 de la mañana y nadie se aparecía, y hasta después de esa hora empezaron a llegar”.

Desmintió que la Fiscalía del Estado haya rescatado a los estudiantes, “no es cierto, nuestros compañeros ya estaban resguardados en domicilios de varios compañeros de Iguala y de mucha gente que abrieron sus puertas”.

“Eso es mentira, hoy dice Ángel Aguirre Rivero que él y su gobierno rescató a los compañeros, es mentira. Por eso hoy nosotros decimos (que) las instituciones, las policías ministerial, del estado, el ejército y la Policía Federal, todos actuaron para agredir a nuestros compañeros de manera directa o indirecta”.

Dijo que de acuerdo con las investigaciones, la Policía Federal fue la encargada de desviar el tráfico vehicular de esa zona para que los automovilistas no vieran cómo estaban agrediendo y desapareciendo a los estudiantes, mientras que el Ejército coordinó toda la operación y a las policías municipales de Iguala, de Cocula, de Huitzuco, Tepecoacuilco y algunos hasta del Estado de México que se dieron cita en estos lugares, “para poner un cerco criminal a nuestros compañeros”.

La señora, Hilda Legideño se sumó a la exigencia de castigo al ex gobernador Ángel Aguirre Rivero por su responsabilidad en este hecho, “como padres y madres exigimos que sea castigado, y que sea llamado ante la justicia, porque como gobernador tiene responsabilidad y lo vamos a seguir señalando”.

Señaló que el gobernador Ángel Aguirre sabía lo que estaba sucediendo aquella noche del 26 de septiembre en Iguala, “sabía porque nuestros hijos estaban monitoreados por el C4, y no hizo nada, él es responsable porque era el gobernador y sabía lo que ocurría en su estado, y en lugar de proteger no hizo nada”.

Por su parte la señora Bertha Nava, mamá de Julio César Ramírez Nava entre sollozos demandó al presidente Andrés Manuel López Obrador, que cumpla la palabra que dio a los padres de los 43 estudiantes, y criticó que gente de Iguala les diga que no les va a dejar entrar al municipio “tenemos todo el derecho de estar aquí porque la sangre de tres inocentes quedó aquí derramada”.

A su vez el vocero de los padres, Felipe de la Cruz enfatizó que las veces que sea necesario y con todos los riesgos que implica, seguirán protestando en Iguala, “porque este lugar está sembrada la semilla que descubrió la corrupción, que descubrió la cloaca que existe en el gobierno mexicano, y que aún existen células de corrupción como los jueces.

El mitin finalizó pasadas las 7 de la tarde y la última participación de un alumno fue cortada porque se soltó una fuerte lluvia en la ciudad con una tormenta eléctrica, y un rayo que cayó en un poste de luz a unos 50 metros de donde era el acto.

Texto y foto: Alejandro Guerrero