11 marzo,2024 10:30 am

El asesinato del normalista, exceso de autoridad que no debe repetirse: obispo

 

El titular de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González, condena la violencia institucional

 

Chilpancingo, Guerrero, 11 de marzo de 2024. El obispo de la Diocesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, pidió que no vuelva a ocurrir otro exceso del uso de la fuerza pública, en alusión al asesinato a balazos del estudiante de la normal rural de Ayotzinapa, Yanqui Kothan Gómez Peralta, a manos de policías estatales.

Enfatizó: “Que no vuelva a pasar, que cada uno se mida, que los que tienen el poder que no se le pase la mano, que se aguanten, que tengan prudencia, que recapaciten, que no porque tengan armas sean para disparar a los semejantes. Somos humanos todos”.

Consultado después de misa de 7 de la noche, en la catedral de la Asunción de María, en Chilpancingo, sobre el hecho ocurrido el jueves en la noche y las reacciones de protesta de los normalistas, dijo que es una pena que haya muertos.

Recriminó la violencia institucional, “no podemos quitarle a nadie la vida, a nadie, que hubiera manera de detener (a presuntos infractores), con mucha precaución y demás, ¡pero disparar! Eso es violencia y a la violencia no se le frena con más violencia”.

Señaló que la muerte de un estudiante es una pena para la familia y a los que dispararon, los llamó a arrepentirse y que no vuelva a pasar, “porque de otra manera, estamos abonando a la violencia, (y) no es el camino”.

Dijo que en la catedral han rezado por la paz, “que no nos la quite nadie, que luchemos por mantener la paz, y pues es un mensaje de paz para toda la ciudadanía, víctimas y victimarios, justificado o injustificado, que perdonemos mutuamente para que haya paz, de otra manera habrá más violencia”.

Se le recordó que hechos similares ocurrieron en 2011, al sur de Chilpancingo, en la Autopista del Sol; en 2014 en Iguala, y hoy de nueva cuenta en la capital del estado, agentes de seguridad pública agredieron a balazos a los estudiantes de la normal rural.

Respondió que en la Iglesia, la cuaresma es el momento para la reconciliación y el arrepentimiento, “no estamos de acuerdo con que se quite la vida y que luchamos por que cada uno se convierta. Es el tiempo de convertirnos, de invitarlos a la reconciliación más que a la venganza”.

Sin embargo, añadió que se tienen que esclarecer los hechos, “que las personas encargadas de buscar la justicia, que la hagan, se les va a agradecer en la tierra y también allá en el cielo, por esclarecer y buscar la verdad, a la cual todos tenemos derecho”.

Aclaró que no se sabe exactamente que lo que ocasionó la agresión a balazos contra los normalistas la semana pasada, pero “que al haber un muerto, que nos da pena, y nos unimos con los que sufren, sobre todo en las pérdidas del ser querido, y con las autoridades a que esclarezcan, que no vuelva a pasar, porque de otra manera nunca vamos a parar la violencia”.

No descartó que haya fuerzas extrañas o externas que quieran manipular para ocasionar “conflictos entre nosotros”. Precisó que no sabe quiénes son, pero insistió en que ningún actor social o de la función pública se debe mover por estas fuerzas.

“Ojalá seamos inteligentes para observar quiénes están moviendo al país, a Guerrero. Quiénes están moviendo a Chilpancingo que nos hace dividir, esas fuerzas muy poderosas, (y) que no nos dejemos llevar por ellos”.

De las familias de las víctimas, que han sufrido, señaló que son mártires de la situación que se vive en el estado, “son mártires que nos duelen y que ojalá no vuelva a pasar”.

 

Texto: Lourdes Chávez / Foto: Jessica Torres Barrera

 

 

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