23 mayo,2024 4:04 am

En la colonia 20 de Noviembre saben que viven en una zona de alto riesgo, pero dicen que no tienen opciones

 

Acapulco, Guerrero, a 23 de mayo de 2024.- Vecinos de la colonia 20 de Noviembre, declarada como zona de alto riesgo por el Ayuntamiento de Acapulco, contaron sus experiencias de supervivencia durante el paso del huracán Otis, rocas cayendo a lado de donde estaban o agarrados de una reja para que el viento que no se los llevará, pero viven en la misma zona porque no hay alternativas de reubicación.

El 25 de octubre, a menos de un metro de distancia cayó una enorme roca donde estaba Fernando Serrano refugiado en su casa de la colonia 20 de Noviembre durante el paso del huracán categoría 5, donde aún se ven deslaves y riesgos para la población de este popular asentamiento urbano.

Fernando estaba dentro de su casa, que hace esquina entre el andador Cuauhtémoc y la calle Juan N. Álvarez, y sólo escuchaba las láminas que volaban por los fuertes vientos que se sintieron en esta parte alta de Acapulco.

De repente “se oyó un estruendo feo y llegó la piedra ahí y como no había luz, me percaté de la piedra que había llegado”, contó este martes a El Sur a un costado de la enorme roca que llegó a su casa y que demolió la mitad de ésta.

“Estaba parado, cuando llegó la piedra, me quedó a menos de un metro, todo eso me quedó a menos de un metro, invadió la mitad de la casa”, compartió Fernando, quien quedó herido y se llenó de lodo después de la catástrofe, al igual que el andador que alcanzó dos metros y medio de altura por el deslave.

A unos 50 metros de la casa de Fernando, Armando de los Santos estaba en su vivienda y contó que en la tercera ráfaga de viento se refugió en un terreno baldío por el temor de que las piedras cayeran sobre su casa y se agarró de una reja con las manos porque sus piernas se empezaron a levantar de la intensidad del huracán categoría 5 “como si fuera un papel”.

Armando es albañil, tiene 50 años y hace más de 15 años vive en la 20 de Noviembre y explicó cómo la enorme piedra que destruyó la casa Fernando no cayó directamente, sino que rodeó, de alguna forma, la casa de Víctor Bautista Romero, aún desaparecido, y donde fueron encontrados los cuerpos de su esposa Karla Galeana García, y sus tres hijos, Dana de 21 años, Victoria de 12 e Ian Tadeo de 2 años.

Fernando tiene 55 años, creció en la colonia 20 de Noviembre desde niño y hace unos 25 años compró el terreno de su casa, y nunca había experimentado un desastre natural como el Otis, en el huracán Paulina estaba en Estados Unidos y el Ingrid y Manuel sí lo vivió, pero el agua fluyó sin problemas, “nadie pensaba todo esto que pasó, yo mismo, porque era noche y todo estaba oscuro”.

Fernando estaba solo en su casa en la noche del 25 de octubre, su cuñado y su hermano se fueron a la casa de sus padres que viven más al fondo de la calle Juan N. Álvarez, la cual tiene una parte pavimentada por iniciativa de los vecinos y otra es de terracería, y donde se ven otras afectaciones; por ejemplo, una vecina sufrió un deslave que dañó su casa y enfrente de Fernando se tapó también de tierra, pero el Ayuntamiento de Acapulco despejó y la vecina construyó un muro de construcción.

Fernando pidió auxilio, “grité muy recio, pero nadie me oía”, y es que los vecinos no podían salir por tantas láminas que taparon todos los accesos de las viviendas alrededor de la casa de Fernando.

Una camioneta Journey estaba estacionada en la cochera de Fernando, pero cayó tanta tierra que sólo se veía la mitad de arriba de ésta, y su dueño tardó más de un mes para poder sacarla, pero al final fue declarada como pérdida total y sólo utiliza otra que estaba a un costado.

Fernando es representante legal de la cooperativa Playa La Condesa del Mar, se dedica a la prestación de servicios acuáticos y vive actualmente con sus padres, “prácticamente no tengo nada, aquí no se puede vivir, soy el vecino que perdió todo, ahí los vecinos de enfrente perdieron todo lo de abajo, pero tienen lo de arriba”, dijo y afirmó que el gobierno nunca ha dialogado con él para remover la piedra.

Se le mencionó que el Ayuntamiento de Acapulco declaró a la colonia 20 de Noviembre como zona de alto riesgo y el vecino de este asentamiento urbano, popular y con calles muy empinadas, comentó que no conocía esta declaración, sólo supo que las autoridades hicieron estudios con drones, “pero de ahí no nos han venido a ver para nada, no sabemos qué pasó”.

Por su parte, Armando consideró que él vive “bien” en su casa y apoyó la demolición de la casa de Víctor Bautista y Karla Galeana para que no haga “tapón”.

Se les preguntó si tienen miedo de vivir en esta parte de la colonia y Fernando contestó que sí, “yo lo que viví fue la verdad feo y ya no se puede, nosotros esperábamos algo que supuestamente el gobierno nos iba a apoyar”, y precisó en una posible reubicación, pero si no, “vamos a tener que seguir a fuerza, no por gusto, pues yo dejé todo aquí”.

Armando dijo: “la verdad, donde quiera, aquí en Acapulco de por sí la gente vive donde hay piedra, yo aquí llegué y yo vi que la gente vive donde hay mucha piedra, allá en Las Cruces hacia arriba, aquí nada más en pura piedra” e indicó que no tiene miedo vivir en la 20 de Noviembre.

Texto: Ramón Gracida Gómez / Foto: carlos Carbajal