Texto: Hugo Pacheco León / Foto: El Sur
Chilpancingo, Guerrero, 10 de octubre de 2018. En nombre del Grupo Parlamentario del PRI en el Senado, el senador guerrerense Manuel Añorve Baños, presentó ayer en la sesión la iniciativa por la cual se propone reformar la Ley General de Salud y el Código Penal Federal, para legalizar la siembra de amapola para uso medicinal.
En la tribuna del Senado, Manuel Añorve argumentó que de acuerdo con el reporte de monitoreo de siembra de amapola en México realizado por la ONU en 2016, la siembra de amapola en el país se concentra en los estados de Sinaloa, Chihuahua, Durango, Guerrero, Nayarit, Jalisco, Michoacán y Oaxaca.
Indicó que la misma ONU estima que en México hay más de 28 mil hectáreas de tierra cultivable dedicadas a la amapola, lo que significa que el país tiene la tercera área geográfica más grande del mundo, dedicada al cultivo “ilícito” de opio, después de Afganistán y Myanmar.
Añadió que esta situación contrasta con la de países como Turquía, Australia, España, Francia, Gran Bretaña, India y Hungría, donde se cultiva legalmente, incluso para el comercio internacional.
Destacó que en México se ha privilegiado el prohibicionismo como principal política antidrogas, provocando un mercado negro de producción y distribución de estas sustancias.
Para el caso de Guerrero, informó que unas 120 mil personas siembran y cosechan amapola, en su mayoría campesinos de comunidades pobres y aisladas, y que se estima que en el estado se produce al menos 50 por ciento de la amapola en México.
Luego dijo que los medicamentos derivados de los opioides, enfocados especialmente a tratamientos paliativos para pacientes terminales, están fuertemente restringidos y con un desabasto alarmante.
Dio a conocer que de acuerdo con datos de la consultora británica Risk Evaluation (realizado en 2015), de cada hectárea sembrada de amapola se producen ocho kilos de goma de opio.
Y añadió que esta goma es lo que buscan todos los que siembran la amapola, puesto que de ahí proviene la heroína, pero también se puede utilizar para producir medicamentos, como la morfina, la oxicodona, el fentanilo y la buprenorfina, sustancias que resultan más eficientes que los analgésicos comunes, como el paracetamol o los fármacos antiinflamatorios no esteroideos, para el tratamiento del dolor moderado a intenso.
Por lo anterior, indicó que por lo lucrativo que resulta el negocio de la heroína, se ha desatado una guerra para controlar los campos de siembra de amapola, volviendo inaccesibles valles montañosos donde se extiende la pobreza y convirtiendo a los campesinos de la zona prácticamente en “esclavos”, quienes se ven obligados a sembrar ilícitamente esta planta.
Enseguida Manuel Añorve dijo al pleno del Senado en este momento es la oportunidad de darle vuelta a esta situación y convertir una situación penosa para muchos campesinos, en una oportunidad de desarrollo económico para esas comunidades.
Pero que es necesario establecer una vía legal para producir la goma de opio que se extrae de la amapola, ofreciendo a los agricultores, seguridad para ellos y sus familias, así como ingresos más estables y cien por ciento lícitos.
Dio a conocer a los senadores que distintas voces se han expresado a favor de un cambio en la política antidrogas prohibicionista. Incluso que el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, fue el primero en manifestarse a favor de la legalización del cultivo de amapola, así como el gobierno entrante (de Andrés Manuel López Obrador) también ha expresado su interés en discutir la posibilidad de legalizar el cultivo.
En ese sentido consideró que el Senado no puede quedar impasible ante ese legítimo reclamo del gobierno de Guerrero y de los campesinos guerrerenses.
Presentó entonces la iniciativa para legalizar el cultivo de la amapola para uso medicinal y terapéutico, por el cual propone reformar los artículos 197, 198 y 237 de la Ley General de Salud y el artículo 198 del Código Penal Federal.
La iniciativa fue turnada a las Comisiones de Salud y a la de Estudios Legislativos –ésta última la preside el propio Manuel Añorve– para su dictamen respectivo.
