29 diciembre,2020 5:17 am

“Esta tarde vi llover” y por eso “Voy a apagar la luz” de 2020

Abelardo Martín M.

 

El fin de un ciclo planetario obliga a la meditación y a la reflexión, las circunstancias en que finaliza el año 2020 son absolutamente inéditas y seguramente irrepetibles, para empezar con la humanidad recluida en sus espacios más íntimos, suspendidas prácticamente todas las celebraciones multitudinarias de las grandes ciudades desde que varias generaciones atrás tienen memoria. El conteo de los últimos 60 segundos del año tendrá que ser en privado.

Finaliza el 2020 en México con el fallecimiento por Covid-19 de uno de los autores de música popular más importantes del siglo XX, Armando Manzanero, quien junto con Juan Gabriel contribuyeron a enriquecer la cultura mexicana y a darle un lugar destacado en el extranjero.

Expira un año anómalo, que puso a prueba las capacidades de sobrevivencia de los seres humanos y de las sociedades que han formado a lo largo de los siglos, ante un virus que ha causado ya más de 80 millones de contagios en el planeta y cerca de dos millones de fallecimientos.

Se ha concretado finalmente la esperanza de una vacuna, cuyas primeras versiones se aplican ya en el mundo, de las cuales en México se han recibido ya los primeros lotes, en la actual fase reservados para el personal médico y hospitalario, los cuales constituyen la primera línea de combate contra la enfermedad y son por lo tanto los más expuestos ante el contagio.

Pero aún no se ha ganado la batalla. De ahí que en el Valle de México, en el asiento de la capital del país y en el Estado de México, que tiene conurbada una buena extensión de su territorio con la primera, pese a todos los esfuerzos y alertas previos, a la postre se tuvo que retroceder al color rojo en el semáforo epidemiológico, lo cual ha implicado severas restricciones en todas las actividades no esenciales, y la reiteración a la población a quedarse en casa y evitar salir salvo a lo más indispensable, ante el crecimiento de contagios y muertes, y la amenaza de saturación de la capacidad hospitalaria.

En Guerrero por fortuna la evolución de la situación sanitaria ha sido distinta. Al igual que en la mayor parte del territorio nacional, se ha transitado al semáforo naranja, pero sin que se trate de una tendencia franca e irreversible de descenso de los casos, sino más bien de una línea oscilante y por momentos de retroceso.

Con todo, en el segundo semestre pudo reanudarse la actividad turística, que había estado cancelada, y hace unos días el gobierno estatal tomó la decisión de declarar el color amarillo en el puerto de Acapulco, en Zihuatanejo y en Chilpancingo, lo cual permitirá la ocupación hotelera y en el resto de las instalaciones de entretenimiento hasta en un 70 por ciento, lo cual incidirá favorablemente en la atención a los visitantes durante el fin de año, uno de los momentos en que el turismo nacional tradicionalmente desborda el puerto.

Esta vez no será así. Incluso las medidas tomadas tienen un lado disuasivo, como lo fue la cancelación de la Gala de Pirotecnia en Acapulco durante la llegada del Año Nuevo, espectáculo que cada noche vieja era admirado por una multitud de vacacionistas y lugareños.

De ahí que el ambiente será esta ocasión un poco menos festiva. Probablemente nos mueva a la reflexión, luego de lo que la epidemia nos hizo vivir a todos y cada uno de los seres humanos, algunos tocados de cerca por la enfermedad y la desaparición de algún familiar o persona amiga, incluso por haber padecido el virus en carne propia, en otros casos estupefactos por lo que hemos podido leer y ver en los noticiarios, lo mismo de nuestras comunidades que de muchas otras latitudes.

Pero donde el ambiente está muy caliente y amenaza con ponerse tórrido es en los escenarios de la política en el estado.

Aunque en teoría las candidaturas a la gubernatura tendrían que haberse resuelto antes de Navidad, los enfrentamientos han impedido cumplir con los calendarios.

En Morena, la agrupación con mayor intención de voto ciudadano, la encuesta que diría quién sería su abanderado fue impugnada por el resto de sus figuras, lo cual ha obligado a su dirigencia nacional a ensayar otra encuesta, en dos fases según se informó, y a posponer la decisión definitiva para los primeros días de enero.

Para algunos observadores ha faltado oficio político de los dirigentes que tienen en sus manos la conducción del proceso; para otros, se ha impuesto una vez más la estrategia de que quien no es favorecido se rebela y denuncia trampa o fraude.

El hecho es que por lo pronto Morena no tiene candidato designado, aunque sí ha pactado una alianza con el Partido del Trabajo, en tanto el priísmo que aún gobierna pero ya acusa los estragos de la derrota sufrida a nivel nacional hace dos años, ha recurrido también a una alianza con el perredismo, la cual, todo parece indicar, no le alcanzará a ninguno de esos grupos, hoy ya muy minoritarios incluso en Guerrero, donde ambos fueron muy fuertes.

Así, entre el calor de las fiestas turísticas y el de la lucha política que es cada vez más intensa, más agresiva y en el todo por el todo se acerca el inicio de otro año, 2021, que esperamos sea mejor y traiga salud, alegría y bienestar. Todos podemos contribuir a que así sea.