20 octubre,2017 2:27 pm

Federico Luppi, adiós a un grande del cine argentino 

Madrid/Buenos Aires, 20 de octubre de 201.- Guillermo del Toro dijo de él que era un “verdadero monstruo” de la interpretación. Durante décadas Federico Luppi fue el actor argentino de mayor proyección internacional y protagonizó títulos que han marcado a más de una generación.

La presencia, pero también la inconfundible voz de Luppi, fallecido en Buenos Aires a los 81 años, inundaban la pantalla ya desde sus principios en televisión en los años 60 e hicieron memorables trabajos como “El romance del Aniceto y la Francisca” (1968) o “La Patagonia rebelde” (1974), de Héctor Olivera, basada en el libro de Osvaldo Bayer sobre el fusilamiento de unos obreros en los años 20 en Argentina.

Su inconformismo y su compromiso comulgaron de inmediato con el espíritu de Adolfo Aristaráin, de quien se convirtió en actor fetiche desde que comenzaron a trabajar juntos en “Tiempo de revancha”, uno de los títulos más representativos del cine argentino bajo la dictadura, en el que retrata la corrupción a todos los niveles en el país.

Seguirían después “Un lugar en el mundo” (1992), distinguida en el Festival de Cine de San Sebastián con la Concha de Oro, o “Martin (Hache)”, con la que Luppi levantó la Concha de Plata al mejor actor en el certamen donostiarra en 1997, así como su sexto Cóndor de Plata.

Estos dos últimos títulos fueron los que más puertas le abrieron fuera de su país. Por aquel entonces Luppi ya peinaba las canas con las que se le recuerda siempre y su carrera cobró impulso de nuevo de la mano de directores como el mexicano Guillermo del Toro, que lo escogió para protagonizar su debut: “Cronos”, distinguido en Cannes, o “El espinazo del diablo”.

Del Toro ha sido uno de los primeros en manifestar su “enorme tristeza” al conocer la noticia de su muerte. “Federico Luppi se ha ido. Nuestro Olivier, nuestro Day Lewis, nuestro genio, Mi amigo querido. Hombre bueno y leal. Adiós Federico”, escribió en Twitter.

“Sol de otoño” (1996), la película de Eduardo Mignogna sobre una relación otoñal que protagoniza con Norma Aleandro recibió el aplauso del público y los parabienes de la crítica.

Fue en los 90 cuando los directores españoles se lo disputaban y ahí quedaron también contundentes trabajos como “Éxtasis” (1995), de Mariano Barroso o “Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto” (1995), de Agustín Díaz Yanes.

Nacido en el seno de una familia humilde de origen italiano a las afueras de Buenos Aires en 1936, Luppi era conocido por su verbo fluido, que sobre todo desplegaba a la hora de ejercer la crítica con el poder.

“Hemos cometido el grave pecado de haber mitificado Argentina. La convertimos en una suerte de mito superabundante, inoxidable, indestructible y al final, no es así”, apuntaba el director en declaraciones a la agencia DPA.

Casado en 2003 con la española Susana Hornos, en los últimos años trabajó sobre todo en su país. Apenas protagonizaba películas, aunque sí realizaba algunas colaboraciones, como la más reciente “Nieve negra”, en la que comparte cartel con el compatriota que ha heredado su título del “argentino más conocido”, Ricardo Darín.

Nota: María Luz Climent Mascarell- DPA/ Foto: EFE