24 abril,2021 9:47 am

Festejan en Puebla el regreso al estadio Cuauhtémoc y hasta el 0-0 contra Pumas

Trece meses sin ver a La Franja fue demasiado. La gente que acostumbraba abuchear e insultar a los jugadores, este viernes celebró todo, incluso vitorearon el empate sin goles

Puebla, Puebla, 24 de abril de 2021. Dicen que nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde. La afición del Puebla da fe de ello.

Trece meses sin ver a La Franja era demasiado castigo. La gente que acostumbraba abuchear e insultar a los jugadores, este viernes celebró todo. Ni el 0-0 contra Pumas opacó la fiesta en el regreso al Cuauhtémoc.

El portero Antony Silva se ganó los aplausos al frustrar un mano a mano de Favio Álvarez, gestó que se quedó corto ante las reverencias que recibieron Santiago Ormeño y Maxi Araujo al ser sustituidos.

Hubo show de pirotecnia previo al juego. Ya Cold Play y su canción “Viva la vida”, a través de los altavoces, había animado a la gente. Algunos jugadores del Puebla no podían ocultar esa dosis de motivación extra. El central Juan Pablo Segovia parecía Franco Baresi al anticiparse a las jugadas y Javier Salas ganaba todos los balones divididos.

El VAR auxilió al árbitro Óscar Mejía en 3 ocasiones, una de ellas tras la marcación de un penal por la presunta mano de Alan Mozo. Ormeño cogió el balón y no lo soltó. Él, como delantero de La Franja, nació con la pandemia, así que no está acostumbrado a que le griten sus goles en la grada de la Primera División. Para su mala fortuna, el silbante se retractó, tal y como lo hizo minutos después al perdonar una tercera amarilla a los Pumas, a Johan Vázquez. Minutos más tarde, marcó una falta contra el Puebla.

“Esa sí la ‘vistes’…”, gritó un aficionado.

Después, cuando el silbante anuló un gol a la visita, se escuchó un “¡árbitro juuusto!”.

Hubo hasta una bronca en la zona auriazul. No faltó quien bañara a los aficionados con. ¿cerveza? Alfredo Talavera se contagió del espíritu de Jorge Campos al 90’ al conducir el balón hasta la media cancha (quizá por portar el uniforme rosa mexicano) y el Puebla mandó el balón al poste ya en la compensación.

La Franja fue vitoreada pese al 0-0. Es tercera con 27 puntos, 9 arriba de los Pumas que aún sueñan con la Repesca.

Arman tianguis en el estacionamiento del estadio

El clásico “¿le sobran?, ¿le faltan?”, recibe al aficionado al Estadio Cuauhtémoc. La reventa ofrece los boletos al menos 3 veces arriba del precio original.

Ha pasado un año y un mes del último partido (6 de marzo de 2020). El Gobierno de Puebla autorizó el 30 por ciento del aforo, ante Pumas. El sonido local insiste en que se respeten las medidas sanitarias: hay pruebas gratuitas de detección de Covid-19, lonas con las indicaciones para prevenir contagios, gel desinfectante en cada entrada, toma de temperatura, asientos bloqueados.

Solo que el estacionamiento es otro boleto.

El club se deslinda del manejo de esa zona, que no le pide nada al tianguis de La Portales.

El primero que no porta cubrebocas es el vendedor de las caguamas. De a 70 pesos el vaso michelado. Hay largas filas.

La sana distancia no fue invitada al Cuauhtémoc.

Los comerciantes ya diversificaron el negocio. Se venden desde cubrebocas N95 a 5 pesos hasta un plato de camarones, de a 100 con todo y su limón y la dosis de salsa Valentina.

Minutos antes del silbatazo inicial, la Secretaría de Salud informa sobre otros 409 fallecidos, para un total de 214 mil 504 durante esta pandemia, así como 2 millones 323 mil 430 contagiados en el país. No es una cifra más, pero así lo parece para los aficionados en Puebla. Ellos traen su propio carnaval.

Texto: Edgar Contreras / Agencia Reforma