30 septiembre,2024 5:42 am

Frustraciones comunicacionales

AMERIZAJE

 


 

Ana Cecilia Terrazas

 

La muletilla “como tal” es sumamente utilizada y recorre veloz los intercambios cotidianos del habla joven, invadiendo al de por sí tambaleante sector terciario, incidiendo o impidiendo una comunicación más fluida. La respuesta de Google con inteligencia artificial, al significado de esta frase hecha, reza: “en sí mismo”, “de esa forma” o “como si lo fuera”.

La Real Academia Española, entre una larga lista de apuntes, dice a su vez que “en el español coloquial puertorriqueño, es frecuente la expresión ‘como tal, como fórmula lexicalizada que expresa el que algo o alguien pertenezca a determinada categoría: “Como tal, pues, vine sola” (Morales / Vaquero, Habla San Juan); “Deportes, como tal, pues no me gustan” (Reyes Benítez, Habla joven San Juan)*.

La palabra “tal”, en la entrada de los “demostrativos” de la RAE, indica interesantemente “‘una falta de precisión’, ‘una lectura anafórica’ (que el contexto dará el significado), ‘una expresión ponderativa’”**.

Este no es un texto sobre propiedad del lenguaje ni de apología filológica. Más bien, en palabras más llanas, se trata de revisar la expresión “como tal” como símbolo para señalar, perfectamente, una separación, una frontera o una franja, un muy interesante hueco intergeneracional.

La frase “como tal es sobreutilizada por una generación de jóvenes, no X, no boomers ni milenials, sino los gen Z o centenials, en las siguientes situaciones: para hacer tiempo en lo que se piensa qué decir o qué quisieron decirnos; cuando no se comprendió la pregunta o lo que comentó la persona interlocutora; como respuesta de rebote ante lo absurdo que parece la solicitud que se le hace; cuando la distracción impidió escuchar y no se quiere pedir que se repita lo requerido o, simplemente, cuando parece que se está diciendo algo que no viene al caso.

La muletilla “como tal”, entonces, rematada regularmente con un “no” (“como tal, no”), señala con gran claridad las diferencias culturales, socioantropológicas, de edad.

Por lo general, ese “como tal” surge cuando se solicita un servicio (por parte de algún adulto mayor o adulto joven) y sirve como una respuesta colchón, ambigua (de una persona centenial, joven, nacida en el siglo presente).

Desde luego, no todo tiempo pasado era necesariamente mejor. El “como tal” desborda el lenguaje y nos dice sobre el pensamiento y la manera de ser de quienes nacieron en este 2000, formadas en la igualdad, en los derechos humanos para todas las personas sin distingo y con cero tolerancia para todo lo que siquiera pudiese parecer abuso o falta de respeto.

Se debe reconocer que, antes de estas generaciones, las personas contratadas para ofrecer un servicio asumían que se debía tolerar prácticamente todo, incluido maltrato verbal, porque “el cliente o el jefe siempre tiene la razón”.

Ahora suele ocurrir que, aun cuando no hay maltrato, se considera que sí lo hubo, hay poca empatía, no hay contacto con el cliente y, sobre todo, éste se debe adecuar a un lenguaje y fraseo claro –comprensible en su totalidad para la gen Z–, elemental, sencillo. Hoy se busca una relación comunicacional básica, sin jerarquías, obligaciones ni compensaciones o acciones extraordinarias.

La falta de empatía, el no saludar, la indiferencia ante la satisfacción del cliente, el no desembarazarse de las pantallas y el esfuerzo extra, ya no son parte de los protocolos clave con los que entrenaban al personal en la mayoría de las empresas. Ahora, el personal muy joven, al frente de los servicios, cuida mucho no ser parte de “ambientes tóxicos, acosos u hostigamientos laborales”.

Nos cuesta y costará otro poco alinear y hacer coincidir las formas de comunicación entre las nuevas generaciones y las de antes, sobre todo porque el lenguaje avanza vertiginoso con la velocidad de la era digital. Hace poco una encuesta citada por el sitio de la BBC de Londres aseguraba que “el 7 por ciento de los jóvenes entre 18 y 35 años prefiere servicios de mensajería de texto por encima de una llamada”***, esto significa que se prefiere, inclusive, no hablar. Por lo pronto, así se encuentran algo frustrantes las variables de la comunicación “como tal”.

 

* https://www.rae.es/gram%C3%A1tica/sintaxis/usos-demostrativos-de-tal-y-tanto-su-relaci%C3%B3n-con-otras-interpretaciones

 

** https://www.rae.es/gram%C3%A1tica/sintaxis/usos-demostrativos-de-tal-y-tanto-su-relaci%C3%B3n-con-otras-interpretaciones

 

*** https://www.bbc.com/mundo/articles/cj4xqewnrw0o

 

@anterrazas