9 febrero,2023 4:52 am

Guerreras del Sur

Anituy Rebolledo Ayerdi

Segunda parte

 

Laureana Wright González de Kleinhaus

Taxco de Alarcón (1842-1896).

Precursora del feminismo , el sufragio universal y el periodismo femenino.

Laureana Wright González nace en Taxco de Alarcón, el 4 de julio de 1842 hija del estadunidense Santiago Wrigth y de la mexicana Eulalia González. Realizó sus primeros estudios y aprendió francés e inglés con profesores particulares en la Ciudad de México. En 1865 empezó a escribir poemas. A los 22 años contrajo matrimonio con Sebastián Kleinhaus, alemán alsaciano radicado en México, dedicada exclusivamente al cuidado de su hija única, Margarita.

Meses más tarde, a solicitud de Gerardo Silva y del poeta Manuel Acuña, ingresa como socia activa de la Sociedad Nezahualcóyolt, para luego ser aceptada en la sociedad científica El Porvenir, donde recibirá, a iniciativa de Ignacio Ramírez El Nigromante el máximo diploma del Liceo Hidalgo, institución que representaba la vanguardia de las Bellas Artes del país . A esta distinción le seguirán las de los liceos Mexicano y Altamirano de Oaxaca

Laureana. la taxqueña, dará en 1891 un campanazo libertario con su libro La emancipación de la mujer por medio del estudio, cuyas primeras letras dicen:

“Desde los primeros días del mundo pesó sobre la mujer la más dolorosa, la más terrible de las maldiciones: la opresión. Y era preciso que así sucediera pues el hombre, que se ha dado el pomposo título de ‘señor de todo lo creado’, no podía conformarse con subyugar a todas las demás especies vivientes, era preciso que subyugara también a la suya, que redujese un cincuenta por ciento de su raza a cero, y este cincuenta por ciento, por la razón de su fuerza, debían ser las mujeres. El mismo hombre que hallará árbitros para legar su pensamiento a la posteridad, atribuyendo en todas las tradiciones de los pueblos un origen inferior para la mujer, o procedente del suyo”,

Y el epílogo:

“Lo repetimos: sólo hallándose la mujer a la misma altura que el hombre en conocimientos podrá levantar su voz, hasta hoy desautorizada, diciéndole: ‘Te reclamo mi reivindicación social y civil; te reclamo mis derechos naturales para poder cuidar de mí misma y de mis principales deberes que son los de la familia , de cuya educación, dirigida por mí, dependen la sólida cultura de las generaciones futuras. Conozco el lugar que debo ocupar; yo no soy la esclava sino la conductora de la humanidad’”.

En el terreno periodístico, la señora Wrigh de Kleinhaus colaboró en varias publicaciones como El Diario del Hogar en el que , por cierto, sus artículos estuvieron a punto de costarle la expulsión del país. Uno referido a la actuación del presidente Manuel González en materia laboral. Funda más tarde el semanario Violetas del Anáhuac, para dar oportunidades a escritoras sin ninguna esperanza de publicar en otros medios y entre ellas su hija Margarita. Sostendrá durante los dos años de la publicación una campaña para mejorar la educación infantil. Deja la dirección a causa de la enfermedad que la llevará a la tumba el 22 de septiembre de 1896, en la ciudad de México.

Sin ningún reconocimiento público como precursora de la igualdad de la mujer, Laureana Wright de Kleinhaus dejó 3 libros: La emancipación de la mujer por medio del estudio; Educación errónea de la mujer y medio práctico para corregirlo y Mujeres notables de México.

 

Eucaria Apreza García

Hacienda de Tlapehualapa, Zitlala (1858-1924).

Heroína del Sur 

María Ambrosia Concepción Eucaria Apreza García nace el 27 de octubre de 1858 en la Hacienda de Tlapehualapa, Zitlala, propiedad de sus padres Vicente Apresa y María Hermenegilda García. Muere asesinada el 27 de octubre de 1924, a su regreso de uno de sus muchos viajes a Roma, Italia. Se señala como presunto homicida intelectual a su confesor, un sacerdote de apellido Nava, a quien ella había prometido, según él mismo, dejarle su fortuna para la Iglesia.

A la muerte del padre, la dama suprime tres de sus nombres de pila para convertirse en la “señorita Eucaria”, ama y señora de la hacienda heredada, facilitándole tal desempeño su aspecto recio y carácter dominante –“machorra”, le llamaban sus enemigos– además de ser una emprendedora tenaz con gran capacidad administrativa. Prendas que la convertirán en la hacendada más joven y rica de toda la región y quizás del país. Llegó a tener bajo sus órdenes a un centenar de peones y sirvientes tanto de la hacienda de Tlapehualapa, de sus casas de Chilapa y otras heredades en Zitlala.

La señorita Eucaria, como le llamaban todos, fue una patrona ajena al estereotipo del hacendado de su época. Pagaba bien a sus trabajadores, además de procurarles bienestar personal y el de sus poblados. Entre sus obras sociales figuran el entubamiento del agua para Chilapa, ciudad donde lo era todo para la población, además la construcción de escuelas y una casa de cuna. Allí mismo junto a su residencia donó una enorme superficie vecina para la catedral del lugar. Si tuvo alguna pasión esta fue viajar a la ciudad de Roma, Italia, concretamente a El Vaticano.

Capitana en la Revolución.

Cuando llegan a Guerrero los primeros vientos de la Revolución , Eucaria Apreza forma los primeros cuadros contra la Dictadura. Su casa en Zitlala será el cuartel a los grupos simpatizantes del maderismo. Su conocidos carácter y don de mando le permitirán acaudillar a muchos hombres y mujeres a favor de la causa revolucionaria. Estos la llamarán Generala, situación que le acarreará naturales antipatías y no pocos enemigos entre los propios hacendados fieles al régimen. La Generala les estorbaba.

La muerte de la Generala.

Juan Sánchez Andraca, querido y memorioso cronista de Chilpancingo, escritor de libros fundamentales para la historia de la entidad, mi amigo, reproduce en su texto Zitlala una entrevista a Jesús Abarca , un antiguo peón de doña Eucaria en su hacienda de Tlapehualapa:

“La señorita se fue a Roma. Yo creo que tenía un presentimiento porque dejó su testamente a favor de un padre… Un tal padre… no sé, no sé. Se apellidaba Nava.

“A este cura la señorita le dejó antes de irse tres depósitos de dinero y la seguridad de que si algo le pasaba en su viaje a Roma, el padre se le iba a quedar todo. Yo creo que la ambición se apoderró del cura. Yo siento que él la mandó a matar. Los asesinos, Alejo y Antonio Nava, obedecieron las órdenes del padre

El asesinato

“¿Cómo ocurrió el asesinato de la Generala?, pregunta Sánchez Andraca.

“Después de que regresó de Roma llegó a Tlapehualapa un sábado ( 25 de octubre de 1924). Llegó en una mula. Me acuerdo muy bien porque fuimos a encontrarla hasta el camino. Nos contó muchas cosas esa tarde y el domingo todavía estuvo disponiendo el trabajo que tenía que hacerse.

“Fue el lunes cuando llegó el mentado Lino Alejo con otros, dizque a tratarle un asunto. Esto fue en la mañana, porque me acuerdo bien que los peones estábamos pasando lista. Se disgustaron. Hubo gritos. La señorita no quiso seguir atendiéndolos en lo que querían. Se regresó el tal Alejo (Lino) pero en el camino se encontró a su hermano Alilio con otros hombres armados.

“La señorita salió pero quisieron lazarla para arrastrarla con los caballos. De todos los peones solamente dos estaban armados. Un ahijado de la señorita la escondió pero ella se salió del escondite y se metió en el pozo de agua y allí le metieron tres balazos. También mataron a dos de sus peones.

La hacienda de Tlapehualapa seguirá funcionando hasta 1930 como propiedad privada, año en que es embargada por la Secretaría de Hacienda para ser repartidas sus tierras como ejidos.

 

Bertha Von Glümer Leyva

Acapulco (1877-1963).

Kindergarten

Bertha Von Glümer Leyva, impulsora en México de las nuevas pedagogías para el kindergarten, nace en Acapulco el 16 de julio de 1877; hija del ingeniero alemán Bodo Von Glümer y la chilpancingueña Petra Leyva. La niña recibe de sus padres la educación elemental reforzada con profesores contratados especialmente para ello. Adolescente, laborará en un colegio particular del puerto impartiendo cursos sobre labores femeniles, despertando en ella una firme vocación por la docencia.

La muerte de Godo Von Glumer  

La joven “profa Bertha”, como era conocida en el puerto, será la encargada de hacer el panegírico de su padre cuando este muera en 1902 y reciba sepultura en el panteón local de San Francisco. Nacido en Shonebeck , Prusia, Alemania, Bolo Von Glumer participa como subteniente del Ejército Mexicano en el sitio de Querétaro; se bate contra los franceses al frente de un grupo de extranjeros convocados por él mismo, acción por la que se hace acreedor a la medalla al mérito militar y al ascenso a capitán de ingenieros.

El capitán Von Glumer había sido comisionado a Guerrero en 1870 para combatir una sublevación1ocal. Consigue aniquilarla mediante la toma del reducto rebelde localizado en Coaxtlahuacán, municipio de Mochitlán. Radicará más tarde en Chilpancingo, para dirigir el Instituto Literario de Guerrero, donde escribe varios textos de su especialidad además de la biografía del gobernador general Francisco O. Arce. A este puerto llega para ocupar primero la dirección del Registro Civil y luego la comandancia militar de aquí mismo, con el grado de teniente coronel.

Nuevos derroteros

Sola, con su hija, doña Petra Leyva toma la decisión de asentarse en la ciudad de México donde tiene parientes, pero ante todo con el propósito de ofrecer a Bertha mejores oportunidades educativas. Muy pronto, la joven profa estará cubriendo interinatos en una escuela oficial para párvulos de la capital, donde su destino dará un vuelco increíble.

La institución recibe un día (1906) la visita del secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes, maestro Justo Sierra, ocasión que aprovecha la atrevida costeña para plantearle el grave rezago educativo padecido por el país. Seguramente asombrado por aquella precoz temeridad, pero complacido a la vez, el más tarde llamado “Maestro de América” no discute con ella pero sí la cita a platicar en su despacho. La invita a trabajar con él.

Incorporada a la SIPBA, la joven educadora recibirá del propio Sierra la encomienda de viajar a Estados Unidos. Allá deberá estudiar a fondo la organización y el funcionamiento de las escuelas normales para educadoras, con fama de ejemplares. La intención era necesariamente replicarlas en México.

Para cumplir con su histórica encomienda, la joven acapulqueña obtiene su matrícula en la Escuela Normal Fröebel, de Nueva York, de la que saldrá con mención honorífica. Será ello un estímulo para seguir adelante y así lo hace. Se matricula en la Universidad de Columbia con el propósito de estudiar la metodología y la música del kindergarten, además de dibujo, gimnasia y deportes para infantes. Termina para viajar más adentro del país. Ingresa ingresar el Teacher College de la Universidad de Chicago, en la que, satisfecha, dará por terminada su misión. Será tiempo de regresar.

Ya en México, la maestra Bertha Von Glumer recibe el nombramiento de directora de la Escuela Normal para Señoritas, en la que aplica un curso elaborado por ella misma. Renuncia en 1912 sólo para hacerse cargo de la Inspección general de los Jardines de Niños de la ciudad de México.

Cuando se consuma la infame traición contra el presidente Francisco I. Madero, Bertha Von Glumer se niega a seguir viviendo en México. Viaja nuevamente a Estados Unidos, esta vez directamente a la Universidad de Columbia, para una larga permanencia de varias décadas. Su retorno al país se dará gracias a la invitación que le formula la esposa del presidente Pascual Ortiz Rubio (presidente de 1930 a 1932), doña Josefa Ortiz de Ortiz, para hacerse cargo la organización del sistema educativo para infantes mexicanos. Una tarea a la que dedicará cuatro años para luego establecer en la capital del país su propia academia particular para educadoras. La dirigirá durante 12 años.

Su haber literario es breve pero fecundo: traduce La pedagogía del kindergarten, del germano Federico Fröebel, además de su biografía; Para ti, niñita (cuatro tomos), El niño ante la naturaleza (cuentos), Rimas y juego digitales y Cuentos de Navidad.

La acapulqueña Bertha von Glümer Leyva muere el 15 de diciembre de 1963. Su nombre lo llevan por lo menos dos escuelas Normales de educadoras y varios jardines de niños de todo el país. Uno en Acapulco, por supuesto.