EL-SUR

Jueves 25 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

A favor… o en contra De la revocación y el Viacrucis

Abelardo Martín M.

Abril 05, 2022

Transcurrida la primera mitad del régimen del presidente Andrés Manuel López Obrador, tendrá lugar el próximo domingo en todo el país la consulta de revocación de mandato, un ejercicio de democracia inédito que se enfrentó simultáneamente al desdén del Instituto Nacional Electoral (INE), que alegó insuficiencia de recursos para organizar el proceso electoral, y una campaña de las clases sociales privilegiadas, especialmente de la CDMX, para que los ciudadanos no acudan a las urnas.
Por primera vez en la historia, las y los mexicanos podrán expresar si le retiran la confianza a quien preside el país y por lo tanto solicitan se le revoque el poder, o si por el contrario están de acuerdo en que continúe su gobierno y concluya el periodo constitucional que le corresponde.
Sabremos en su momento cuántos ciudadanos ejercen su derecho democrático y si se alcanza el rango de más del 40 por ciento del electorado, en cuyo caso el resultado se volvería vinculatorio, es decir, legal y forzosamente aplicable.
El presidente AMLO ha advertido en un sinnúmero de ocasiones las diversas acciones impulsadas por grupos privilegiados y conservadores para impedir la votación de revocación de mandato. Como consecuencia de ello, buena parte de las empresas privadas dedicadas a encuestas ven lejana la posibilidad de que 37 millones de votantes acuda a las urnas, con lo cual se cumpliría este requisito, pero López Obrador ha prometido acatar el voto mayoritario, aun cuando no se alcancen el nivel requerido.
Entretanto, mientras algunos ponderan la posibilidad de expresarse en las urnas incluso para sacar del poder a un presidente, situación que no tiene precedentes en nuestra vida cívica, otros critican la oportunidad como un ejercicio disfrazado de propaganda a favor del régimen y llaman incluso a ignorar la convocatoria.
Dada la popularidad del Presidente, que con algunos sobresaltos se ha mantenido sin embargo en altos niveles a lo largo de todo su gobierno, y el hecho de que muchos de sus opositores han hecho público que no harán uso a su derecho de votar así sea en contra, es de esperarse que el resultado de la consulta sea ampliamente favorable a López Obrador y a la continuación de su administración.
No obstante, una escasa asistencia de los ciudadanos a las urnas podría ser interpretada y divulgada por sus adversarios como un rechazo callado a su gestión, como un desprecio a su proyecto político.
En breve podremos evaluar lo que suceda en la próxima jornada cívica, pero desde ahora es previsible que lo que ocurra no será por sí mismo una amenaza a la gobernabilidad del país.
La conclusión que se puede anticipar es que el resultado del proceso de votación confirmará el deseo de que el presidente López Obrador continúe al frente del gobierno, ya sea por la ausencia de votantes, o porque la gran mayoría de quienes acudan a las urnas lo harán para confirmar su respaldo al gobierno de la 4a. Transformación del país.
Donde sí hay algunas luces de alerta es en otros ámbitos de la vida nacional, como la economía, que luego de la pandemia no alcanza a despegar, mientras la inflación, ciertamente importada pero no menos real, empieza a golpear la economía popular y a despertar una inquietud creciente.
De ello se habló en la pasada Convención Nacional Bancaria en Acapulco, claro, desde la óptica más bien optimista y despreocupada de un sector beneficiado, sin problemas visibles, grandes utilidades bancarias y, buena parte de ellos con “la vida resuelta, la cartera gorda y los negocios a resguardo”, prestos a vaticinar el cataclismo económico, como responsabilidad del gobierno.
Otro tema pendiente es la inseguridad, pues aunque las cifras oficiales algunos delitos tiendan a la baja, se siguen presentando casos emblemáticos de alto impacto que diluyen la percepción de avance y muestran que como quiera el crimen organizado está lejos de estar controlado o por lo menos apaciguado.
Ejemplos en el territorio hay muchos, desde Cancún hasta Tijuana, pasando por Colima, Zacatecas o Durango. Pero en Guerrero tenemos nuestra propia parafernalia. Desde las cabezas colocadas en el toldo de un vehículo en Chilapa, o la reciente balacera en playa Manzanillo en Acapulco, por citar sólo los momentos más llamativos, es evidente que falta mucho para que la autoridad pueda presumir el control de los espacios y garantizar la tranquilidad de la ciudadanía.
Junto a ello, la inquietud y la animosidad sociales comienzan a manifestarse en distintos puntos del estado y del país, en demanda de atención y solución a sus demandas.
Nos aproximamos a la Semana Santa, para muchos mexicanos momento de reflexión, recogimiento, pero para muchos otros de agitación, de incrementar la andanada de ataques contra el gobierno de AMLO para que lo que siga, sí se convierta en el verdadero viacrucis.
Habría que estar serenos, intentar la búsqueda de la reconciliación, de que los postulados y el trabajo de primero los pobres, la lucha contra la corrupción y la inseguridad, sean el impulso. Hay grandes tareas pendientes, graves rezagos en todo el país, producto de gobiernos débiles, incapaces y doblegados ante la corrupción, al servicio de una oligarquía que sigue viva y defendiendo sus cotos e intereses.