EL-SUR

Miércoles 24 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

A mitad de la cuarentena

Silvestre Pacheco León

Abril 06, 2020

 

En nuestra casa de Zihuatanejo estamos con el ánimo en alto superando las dificultades que entraña la cuarentena y sacando provecho del lado positivo que tiene la epidemia porque, efectivamente, es un aislamiento físico pero no social y en ese sentido un reencuentro entre nosotros mismos y con nuestra familia, como obra del tiempo que ahora lo tenemos a nuestra disposición.
Palmira y yo tuvimos la oportunidad de aislarnos juntos en nuestra casa. Así lo vemos ahora porque un día antes de que se dictara la medida de aislamiento estuve a punto de viajar.
Con mi boleto en mano decidí posponer la visita a mi madre después de razonar que viviendo en un puerto turístico podría ser yo el portador del virus, lo cual podría ser catastrófico en casa de mi madre que tiene casi 95 años.
Con el viaje suspendido nos dedicamos a cumplir la cuarentena como personas de la tercera edad, y aunque no padecemos enfermedades crónicas nos asumimos como parte del sector vulnerable frente al virus y también del privilegiado que cuenta con una casa confortable, sin dependientes económicos y sin depender de nadie.
El cambio de rutina fue radical porque decidimos no salir más a la calle ni recibir visitas, lo cual nos impidió la convivencia física frecuente de hija y nietas.
Pero como en la familia asumimos con seriedad los riesgos de la pandemia, tomamos desde luego las medidas sanitarias que se recomiendan para mantenernos sanos y con el sistema inmune al cien, por eso hemos encargado a uno de nuestros familiares la compra de víveres siguiendo el protocolo de salubridad. Así que cada día de la cuarentena la ocupamos en seguir la evolución de la pandemia en México y el mundo, hasta que después de la primera semana nos hartamos de la politización con la que se trata a la pandemia con el propósito de ahondar la polarización que impulsa la derecha con su campaña mediática para infundir miedo y desconfianza, desacreditando al gobierno de la República con la falsa idea de que no está haciendo lo correcto, cuando figuramos en el resto del mundo como ejemplo a seguir.
Pero como en estas circunstancias se aprecia más el profundo sistema corrupto en el que vivíamos, (Octavio Paz en El Ogro Filantrópico fue el primero en definir al priísmo que soportamos más de setenta años como el sistema patrimonialista, en el que la riqueza pública es usada por el gobierno para controlar a la sociedad con prebendas discrecionales para quienes lo apoyan y castigos contra los que se oponen) los conservadores tratan de distraer la atención del pueblo creando la idea de que es el gobierno el culpable de la epidemia, restándole eficacia a la estrategia oficial que busca retardar la propagación del virus para que sean menos los contaminados y puedan ser atendidos como es debido dentro del sistema de salud que de lo contrario se vería saturado, ocasionando más muertes.
La falta de sueño y las pesadillas que padecimos durante las dos primeras semanas creo que fueron el resultado de ocuparnos tanto tiempo de prestarle atención a las noticias falsas y tendenciosas, los insultos y la franca guerra desatada para minar la autoridad de Andrés Manuel López Obrador.
Por eso decidimos ocupar más tiempo en la atención a nuestro entorno familiar sin olvidarnos de interpretar lo que indican los ruidos de la calle en la que pronto han cesado los gritos de los niños a la salida de la escuela y también el canto del Himno Nacional y el local del general Vicente Guerrero (Patriotas surianos gozosos cantad / un himno a Guerrero caudillo inmortal /que allá en las montañas luchando tenaz / A México entero le dio libertad).
Con el silencio de la calle resaltó el grito de la señora del pan que pasa en las mañanas, y del vendedor de plantas que va de prisa anunciando su mercancía, el repartidor del agua de garrafón, y también el servicio de limpia con su música de cumbia.
En la segunda semana nos ocupamos más de las labores físicas del hogar llevando a la práctica el útil reparto de actividades bajo la guía femenina. Reconocimos los rincones más alejados y menos frecuentados de la casa, identificando sus zonas más frescas para descansar en el transcurso del día.
Los árboles y las plantas del jardín nunca han estado mejor atendidas y hemos alcanzado un sano equilibrio entre ellas con las iguanas. Los tlacuaches, los zorrillos y los gatos llegan a cualquier hora para beber agua y disputarse la comida que les deja Palmira.
Ahora hemos explorado gran parte de lo que ofrece la internet, programas, series, y todas las películas que estaban pendientes por falta de tiempo. Alternamos los gustos musicales de todos los géneros (sentimos la muerte del multifacético, poeta y cantautor español nacido en Manila, Filipinas Luis Eduardo Aute “quien no tenga sueños que se disponga a tener dueños” como lo recuerda Alejandro Sanz) y derrochamos tiempo con el juego de palabras (scrabble).
Pero no dejo de pensar en lo que decía Albert Camus en La Peste: “En las situaciones de crisis sale a la luz lo peor de la sociedad”; y recuerdo al filósofo Enrique Dussel quien en una entrevista reciente de Carmen Aristegui expuso de manera brillante la falta de ética como característica del neoliberalismo. Dice de los médicos que anteponen el dinero de la consulta al fin original de la medicina que es curar a los enfermos han sido formados a beneficio y semejanza de las empresas trasnacionales. Que lo hacen porque durante la carrera nunca aprenden el sentido de la vida y entonces adoptan el interés de los laboratorios cuyo negocio es la venta de sus productos sin reparar en el daño que pueden provocar.
Lo anterior para establecer que el objetivo primordial de toda política es cuidar la vida, pero que a los conservadores les importa más el futuro de la economía que la vida de las personas.
El ejemplo es muy claro con las declaraciones del presidente Bolsonaro de Brasil, quien dijo que “importa más salvar un puesto de trabajo que un trabajador”.
En contra, Ernesto Che Guevara decía que la vida de una persona vale más que la mayor fortuna acumulada, por eso es correcta la política del gobierno de la República que dedica todos los medios disponibles al cuidado de los mexicanos.
Pienso en eso al contrario de lo que decide el presidente de los Estados Unidos que no cede un ápice en el bloqueo económico que tiene contra Cuba que ha mandado brigadas médicas para ayudar al combate de la epidemia, mientras avanza en su estrategia para apoderarse del petróleo de Venezuela bajo el argumento falso de que está defendiendo la democracia, amenazando de paso con inmiscuirse en los países del hemisferio para hacer una limpia de narcos, que en el fondo no tiene más propósito que reforzar la dependencia de nuestros países.