Arturo Martínez Núñez
Abril 15, 2005
Se cumple una semana del golpe concertado que la coalición reaccionaria –encabezada por el PRI y el PAN–, asestara contra el jefe de Gobierno de la ciudad de México. A lo largo y ancho del país, el tema genera enfrentamientos y discusiones en las mesas de los mexicanos. Las clases medias –en proceso de extinción– y las altas, se congratulan por haberse deshecho a tiempo de la amenaza “populista”, mientras la mayoría del país contempla atónita, mientras le arrebatan de las manos lo último que le quedaba: el derecho a soñar; el derecho a la esperanza.
El presidente Fox ha decidido invertir el poco capital político que aún le quedaba, en la riesgosa aventura del desafuero. Los poco más de diecinueve meses que le quedan a su periodo, estarán marcados por la sombra de un muerto, que como dice el clásico, goza de cabal salud.
La reciente visita a Guerrero marcada por cancelación en la víspera de una gira de trabajo por La Montaña y reducida a tan sólo una fugaz aparición por el centro de convenciones, son botones de muestra. A los periodistas que cubren la fuente presidencial, se les ha dejado de proporcionar la agenda de actividades y tan sólo unas horas antes se enteran de las actividades del día. Fox dejará de tener contacto real con su pueblo y quedará confinado por lo que resta del sexenio, a la seguridad de Los Pinos y de los transportes oficiales. Las giras serán del avión al helicóptero y de ahí a los eventos realizados en locales cerrados, previamente tomados por el Ejército y el Estado Mayor. Las minuciosas revisiones y la obsesión por impedir el paso al recinto del evento de clausura del Tianguis Turístico a una figura tan pública, reconocida y pacífica como Fernando Donoso, que cometió el terrible delito de portar un moño con los colores nacionales, hablan del nivel de psicosis en el circulo íntimo del presidente. Menos mal que no rondaba por ahí algún agente del Ministerio Público Federal que indiciara al síndico municipal por la tremenda felonía. De igual forma, el rancho San Cristóbal, residencia personal del ciudadano presidente, se ha convertido en una base militar. Así tendrán la conciencia; de ese tamaño es la cruda moral.
Desde mi punto de vista, la postura que ha adoptado el gobernador Zeferino Torreblanca, ha sido la correcta. Zeferino es a partir del 1 de abril, gobernador de todas y todos los guerrerenses. Él no puede entrar en una dinámica de confrontación con el gobierno federal, como no deberían de hacerlo Alejandro Encinas y el equipo que quedó al mando en la ciudad de México. El propio Andrés Manuel López Obrador ha dicho que la mejor manera de apoyar el cambio democrático por parte de los gobernantes del PRD, es haciendo un buen gobierno, y esto sólo puede conseguirse trabajando con todos y dialogando con todos; siendo respetuoso de las instituciones y privilegiando la política como actividad suprema en la búsqueda del acuerdo. Esto es, actuar precisamente como no lo ha hecho el gobierno federal. Si Vicente Fox utiliza a la PGR como ariete político, los gobiernos democráticos deben de tener sensibilidad ante casos como el de los ecologistas de la sierra de Petatlán, injustamente encarcelados. Si el gobierno federal se niega a coordinarse con el gobierno de la ciudad de México en materia de seguridad pública como sucedió durante los trágicos sucesos en Tlahuac, los gobiernos democráticos deben de ser respetuosos del orden constitucional y respetar a cada nivel de gobierno. Si el presidente fue incapaz de recibir en audiencia a Andrés Manuel López Obrador como éste tantas veces solicitó, los gobiernos democráticos deben de reunirse tantas veces como sea necesario con dios y hasta con el mismo diablo. No es valiente ni leal invitar a alguien a tu casa para luego hacerle un desdén. Es absurdo pretender ser autoridad y al mismo tiempo liderar la protesta. Es ridículo encabezar la misa el lunes y la procesión el miércoles.
El tiempo avanza y la PGR toma su tiempo mientras encuentra un juez a modo para encauzar al Peje. Vega Memije nos ha anunciado ya que Andrés Manuel no podrá hacer política en caso de recibir el auto de formal prisión. Se le olvida a nuestro inefable perseguidor, que una cosa son las actividades electorales en el marco del Cofipe, y otra cosa es la actividad política que nunca ha necesitado ni esperado de autorizaciones o permisos, mucho menos aquellos provenientes del sistema que se desea transformar. O cómo decía el subcomandante Marcos a nombre de los zapatistas en 1994, ¿a quién debemos de pedir permiso para la protesta? ¿A Macedo de la Concha, Vega Memije o Vasconcelos? ¿Al IFE, al IFAI o a la Condusef? ¿A Vamos México o a la Lotería Nacional? ¿Se necesita de algún permiso internacional o la certificación de alguna ONG para rebelarse contra la injusticia? ¿Quién expide el ISO-9000 que permite a los pueblos ponerse de pie y dejar de vivir de rodillas? ¿Necesitamos que los Amigos de Fox nos reúnan los fondos y que la empresa contratista favorita de Los Pinos, En Punto SA de CV, nos diseñe el logotipos, el slogan y la canción para la revuelta popular pacífica?
Aquellos que desconocen la historia, ignoran que el pueblo de México no necesita vejigas pa’ nadar. Aún estamos a tiempo de evitar que los emisarios del pasado cancelen la posibilidad del cambio democrático y pacífico.