Arturo Martínez Núñez
Junio 25, 2019
Guerrero necesita encontrar nuevamente el camino de la concordia, de la armonía, de la colaboración y de la plena coordinación entre los tres órdenes de gobierno. El tema del fertilizante ha vuelto a tensar innecesariamente las relaciones entre los diversos actores políticos del estado. Vemos con tristeza bloqueos carreteros, retenciones de funcionarios y declaraciones estridentes que mucho dañan y poco construyen. Este es un clima en donde nadie gana, este es un clima propicio para la desestabilización, la intriga, la violencia, y el encono. En este clima solamente resultan ganadores aquellos que buscan desestabilizar desde la sombra, desde la oscuridad y desde las tinieblas. Todos los actores políticos debemos de insistir en retomar la ruta del diálogo y de la construcción de acuerdos en beneficio de los guerrerenses.
No es denostando al adversario como se consigue destacar. El fracaso del otro no significa el éxito propio. La gente está harta de ver a sus autoridades peleando en vez de colaborando. Tampoco es válido mantener una guerra fría: mucha diplomacia en público y patadas arteras debajo de la mesa.
Los guerrerenses debemos de aprovechar el año que nos queda sin proceso electoral, para tratar de avanzar en los acuerdos políticos mayúsculos porque una vez iniciada la batalla por la gubernatura del 2021, será muy complicado actuar sin sesgo partidista.
Todos los actores debemos alejarnos de la tentación de intentar lucrar políticamente con el tema del fertilizante. Guerrero vive constantemente en el límite del estallido social y solamente basta una chispa para que la pradera se incendie descontroladamente. Guerrero no necesita nuevos periodos de incertidumbre política sino por el contrario, necesitamos entrar en un largo ciclo de estabilidad que nos permita elevar los ancestrales niveles de subdesarrollo.
Los tres órdenes de gobierno deben de hacer todo lo que sea necesario para solucionar un tema que amenaza con descomponerse aceleradamente. Sería aconsejable retomar el espíritu de las primeras semanas en donde participamos activamente autoridades y representantes populares en reuniones regionales con el único objetivo de alcanzar la meta trazada por el presidente de la República. Nadie debe eludir su responsabilidad. Si no logramos los objetivos, será un fracaso de todos.
Desde el Congreso del Estado seguiremos intentando tender puentes y ser de utilidad al estado. Sabemos perfectamente que este es un momento delicado donde no caben las medias tintas ni el cálculo político. Todos tenemos que meter el hombro para sacar adelante la misión encomendada.
Hacemos un llamado a la serenidad, a la despartidización del tema, a la generosidad de los tomadores de decisiones, al diálogo franco, al debate de ideas de cara a la sociedad. Rechazamos los mensajes cifrados, la politiquería, el reparto de culpas y la irresponsabilidad política.
En lugar de pelear en redes, busquemos acuerdos en mesas. En lugar de discutir en medios, concertemos en asambleas. En lugar de dividirnos en los escritorios, unámonos en el territorio.
Que el fertilizante sirva para abonar al entendimiento. Que sirva para la fertilidad del acuerdo. Que auxilie para que la tierra produzca más maíz y menos grilla; más frijol y menos burocracia; más productos alimentarios y menos intermediarios. Que las milpas irradien sus ciclos virtuosos y que alejen para siempre los fantasmas del conflicto.
@ArturoMN