EL-SUR

Martes 07 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Opinión

Abstención no; voto reflexionado sí

Héctor Manuel Popoca Boone

Junio 05, 2021

 

Es fuerte de espíritu aquel que resiste incólume los embates contra la verdad. Nietzsche.

Cierto es que no toda la población electoral prefiere razonar su voto. Acepta un sometimiento atávico, que le ofrece a cambio, pequeñas ayudas materiales inmediatas; muy deseadas en tiempos de pandemia, para paliar un poco la acentuada pobreza. Máxime en un estado pobre como el nuestro.
La historia del mapacheo político señala que, una parte de la población pobre, en tiempos electorales, prefiere otorgar su voto a una opción que le resuelva un problema de dinero, si acaso para 15 días de sobrevivencia familiar. El diario trajín por ganarse la vida, no les permite vislumbrar a mediano plazo otra opción que les dé una mejoría en su calidad de vida.
Tampoco es posible exigirles, en lo inmediato, una mayor consciencia ciudadana; que derive en una actuación con mayor soberanía individual. El nivel educativo promedio que tenemos como población, no va más allá del segundo año de secundaria; y eso es caldo de cultivo para ser domesticados por los gobernantes, la partidocracia y sus politicastros.
De ahí que, buena parte de la población se mueva más por impulsos monetarios y no reflexivos. No en balde, los emperadores romanos para tener apaciguados a sus súbditos, les ofrecían espectáculos de “pan y circo”. La misma táctica es usada en estos tiempos para cooptar el voto ciudadano; mediante dádivas, engaños y mentiras, adornadas con collares de flor de cempaxúchitl.
Los “mercaderes de consciencias” ya empezaron su labor de inhibir el soberano y libre albedrio en la toma de decisiones personales. Y si a eso, se le añade, el amedrentamiento y la violencia ilícita organizada, agudizado queda el problema para la libre autodeterminación individual.
A la democracia la distorsionan, a veces, aquellos quienes por ella llegan al poder y pretenden seguir detentándolo más allá de lo legalmente estipulado. Ya sea en forma directa, por interpósita persona o por la vía hereditaria familiar que ya es frecuente observar.
La democracia es un sistema de vida social, que trasciende el mero proceso electoral. Misma que siempre será perfectible, porque sempiternamente es acosada por aviesas intenciones autoritarias. La práctica democrática está íntimamente vinculada con la libertad humana. Esta última, es una aspiración histórica permanente, en las luchas de la humanidad por su emancipación de sistemas políticos dictatoriales de todo tipo.
La democracia, cuando la someten, más tarde o más temprano, resurge y se hace valer con rebeldía liberadora inaudita; porque las capacidades productivas, creativas y de progreso del individuo, están íntimamente ligadas a su libertad de actuar y pensar, mientras no se vulnere la de terceros.
Nuestra actual democracia electoral, data de principios del siglo pasado, bajo la consigna de “sufragio efectivo, no reelección”. Ha sobrevivido, a jalones y estirones, gracias a que siempre han permanecido en nuestra consciencia histórica, el millón de vidas de mexicanos sacrificadas, la economía del país destrozada y de poco más de una década de ingobernabilidad nacional.
Dentro de esta endeble democracia, hemos transitado de gobiernos de militares a los de naturaleza civil; de un partido hegemónico a la alternancia de partidos en el poder, para culminar ahora en una partidocracia; cada vez más mercantilizada, facciosa, convenenciera y divorciada del pueblo. Cuya resultante son gobernantes sumamente condicionados a intereses particulares y, por ende, limitados para servir al pueblo.
¡Salgamos a votar mañana!, los que no estemos en grado alto de vulnerabilidad en materia de salud. La respuesta ciudadana ante la deprimente actuación de la partidocracia no debe ser la abstención, sino el voto nada despreciable de repudio y castigo que, en lo personal, será poner una X a lo largo de toda la boleta electoral para gobernador; en las demás boletas, mi libre determinación prevalecerá.
El integrismo de votar parejo, “4 x 4”, es de tufo anti democrático. Encajona el voto con antelación, sin mayor opción. Recordemos que elegiremos personas para gobernar, no partidos políticos. Tengamos presente (en nuestra memoria) la bárbara existencia –y afortunada extinción– del partido nazi alemán y de otros partidos totalitarios en todo el orbe, a lo largo del siglo XX.

PD1. En las pasadas concentraciones y marchas electorales, ninguna autoridad gubernamental impidió la violación generalizada de las medidas sanitarias legalmente establecidas. ¡Uf!

PD2. Un buen liderazgo gubernamental determina la eficacia en el combate a la pandemia. En Guerrero, el laxo semáforo verde seguirá dos semanas más; aun cuando la infestación y mortandad están por arriba del promedio nacional. ¡Doble, Uf!

PD3. Definitivo, no hay vocación de respeto a la legalidad en estas tierras sureñas, empezando por los tres poderes y niveles de gobierno; por eso no existe mucha gobernabilidad, orden, ni paz. Triple ¡Uf!

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