Rubén Aguilar Valenzuela
Diciembre 06, 2023
En los últimos cinco años en el Ejército se han reducido en 86% las quejas de acoso sexual, pero en la Marina se ha mantenido en la misma proporción de acuerdo con información que surge a partir de una petición de información que El Universal (14.11.23) hizo a ambas instituciones.
La Sedena afirma que en 2019 registró 77 quejas de hostigamiento y acoso sexual; en 2020, 32; en 2021, 2; en 2022, 11 y en lo que va de 2023, 6. En total 128 quejas.
En el caso de la Semar en 2019 hubo 47 quejas; en 2020, 57; en 2021, 52; en 2022, 56 y en lo que va de 2023 son 41. En total 253 quejas.
La diferencia entre una y otra institución es del doble. Esto a pesar de que el Ejército tiene muchos más elementos que la Marina.
Estos son los datos que estas instituciones, en cumplimiento de la ley de transparencia, dieron a El Universal, pero especialistas del tema, consultados por el mismo diario, señalan qué hay un subejercicio en las estadísticas.
Algunos sostienen que el subregistro es superior al 70% y que es necesario crear una cultura de la denuncia al interior del Ejército y la Armada y facilitar que las mismas se puedan dar sin que existan represalias.
Manuel Balcázar, investigador del Centro de Estudios sobre Seguridad Nacional, Inteligencia y Gobernanza del ITAM, afirma que en estas instituciones hay la idea de que el grado militar otorga una “patente” para cometer abusos de todo tipo, entre ellos los sexuales.
Y para Víctor Hernández, investigador de seguridad nacional en la Universidad Panamericana, los números de quejas reportadas por la Sedena y la Semar son “imposibles” y muy menores a la realidad.
Para Víctor Carmona, docente civil en el Centro de Estudios del Ejército y la Fuerza Armada (CEEFA), afirma que el tema del hostigamiento y acoso siempre ha estado presente en el Ejército, tanto contra hombres como mujeres.
El origen, sostiene, es “el abuso del poder jerárquico de los oficiales”. A partir del impulso de la igualdad de género, al interior de la misma institución, el problema se ha hecho más evidente.
Los especialistas reconocen que desde hace años hay un esfuerzo, tanto en la Sedena como en la Semar, de implementar cursos de igualdad de género y respeto a los derechos humanos.
Hay también cada vez más conciencia de la presencia del abuso de parte de ciertos militares y marinos que se asocia al ascenso jerárquico en las instituciones a las que pertenecen.
Me consta que de años atrás hay un esfuerzo, de manera especial en el Ejército, de que los integrantes de la institución respeten los derechos humanos. Saben que persiste todavía la violación, pero como casos excepcionales y que no forma parte de la doctrina militar.
Es todavía mucho lo que falta por avanzar, pero es cada día mayor el cuidado que hay en la Sedena y la Semar por reducir los hostigamientos y abusos sexuales, que siguen siendo una realidad a erradicar.
@RubenAguilar