Con la muerte de Rodolfo Stavenhagen, queda la idea de que mereció más difusión de su obra y más reconocimiento de las instituciones. Hombre de trabajo, no parece haberse preocupado por la autopromoción. Desde los ya lejanos años 60, Stavenhagen era un protagonista de las ciencias sociales. Nacido en Alemania, licenciado por la Universidad de Chicago y posgraduado en la Sorbona, sirvió siempre con lealtad a México, su patria adoptiva, a la que donó una valiosa colección con más de medio millar de piezas prehispánicas. Académico de proyección internacional, impartió cursos y conferencias en universidades de decenas de países y aquí figuró entre los fundadores de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, la Flacso, que le otorgó el doctorado honoris causa. Preocupado por la situación de los indios mexicanos, no dudó en ofrecer su solidaridad siempre que fue necesario. Nuestros problemas nacionales –decía– “están anclados en la desigualdad, en la pobreza, en la corrupción y en la impunidad”. En 1997 recibió muy merecidamente el Premio Nacional de Ciencias y Artes.

Jorge Alberto Manrique

Historiador y crítico de arte. Jorge Alberto Manrique desplegó una fructífera carrera académica, pero no fue monedita de oro. En el diario La Jornada, del que era accionista, defendió el cacicazgo de su amigo Carlos Payán y en el desempeño de diversos cargos en el ámbito cultural, más de una vez adoptó actitudes autoritarias. Por otra parte, fue director-fundador del Museo Nacional de Arte durante corto tiempo. La suya fue una buena gestión al frente del Museo de Arte Moderno y sufrió la agresión del grupo Pro Vida por colgar un cuadro de la Virgen de Guadalupe que la pandilla fascista juzgó irreverente, como si toda persona tuviera que acatar los dogmas de una u otra iglesia. Ante la falta de respaldo de sus superiores, Manrique tuvo el plausible gesto de renunciar. Al frente de Icomos hizo una tenaz defensa del patrimonio artístico de México, lo que consideraba “una ocupación de tiempo completo”, aunque eso no le impidió continuar como investigador de carrera en la UNAM.

Ahora, sigue Radio UNAM

Empleados de Radio UNAM denunciaron a la revista Etcétera irregularidades en la actuación de Renato Dávalos, director general de  la emisora, quien al enterarse entró en cólera y tiró a patadas la puerta de su oficina. El mismo día ordenó a sus achichincles que empleados del área jurídica y la administración central de la propia Universidad interrogaran al personal de Radio. Entre las irregularidades denunciadas está el hecho de que Romeo Vázquez, un sobrino de Dávalos, a quien nombró jefe de la unidad administrativa, debe salir de la estación por instrucciones expresas de Maria Teresa Uriarte, coordinadora de Difusión Cultural, pese a lo cual sigue decidiendo el destino de los dineros de Radio UNAM y firmando oficios, sin que se haya realizado la auditoría que por norma de la institución debe llevarse a efecto. Otro problema para el rector Enrique Graue.

Dos novelas de Gregorio Ortega

Gregorio Ortega es de los pocos escritores mexicanos que han optado por la edición de internet. Primero publicó o subió la novela Febronio y sus fantasmas que en edición Kindle (https://goo.gl/q0mJyj) tiene un precio de 129 pesos con 98 centavos. Ahora acaba de poner en el espacio virtual, al mismo precio de la anterior, otras dos novelas: Sísifo, santo patrono de los periodistas. Naco, guerrilla y poder (https://goo.gl/QNo1aX) y La rebelión del obispo. Ni los vio ni los oyó (https://goo.glMmYZMv). La primera trata del sexenio de José López Portillo y la relación entre el gobierno y los orígenes del narcotráfico, en tanto que la última versa en torno al obispo Samuel Ruiz García, el Subcomandante Marcos y Carlos Salinas de Gortari.
Sísifo, santo patrono de los periodistas: Narco, guerrilla y poder eBook: Gregorio Ortega Molina: Amazon.com.mx: Tienda Kindle
goo.gl
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Concurso Pabellón Mextrópoli

Se convoca a los arquitectos, diseñadores, urbanistas, sociólogos, estudiantes de arquitectura y personas afines de todo el mundo, de forma individual o en equipo, a presentar sus proyectos para el diseño y construcción del Pabellón Mextrópoli 2017, que deberá ser reciclable y reusable, “propositivo e itinerante” que, “inserto en la ciudad de manera temporal”, constituya “un dispositivo lúdico, portador de información y conocimiento y activador del espacio urbano”, lo que tendrá que basarse en “una propuesta innovadora y sostenible que permita el desarrollo de un programa público abierto y constituya un lugar para la interacción entre arquitectura y ciudadanía”. Hay premios de 100 mil, 50 y 25 mil pesos para los tres primeros lugares. Si alguien, como este columnista, no entendió de qué se trata, lo remitimos al correo electrónico [email protected]

Breviario…

El próximo viernes, Día Nacional del Libro, a las 10 de mañana, Robert Darnton impartirá la primera coferencia del Coloquio de Ediciones Especiales que se realizará en el Anfiteatro Bolívar del ex Colegio de San Ildefonso. @@@ En el Centro Cultural Bellas Época se inauguró el sábado la primera Feria de Literatura Mexicana en la que se exhiben mil 800 títulos y más de 17 mil ejemplares de 38 sellos editoriales.