EL-SUR

Martes 30 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Afrontar, no festinar en demasía

Héctor Manuel Popoca Boone

Enero 06, 2024

Como todos sabemos, a finales de 2023 Guerrero tuvo una fuerte debacle en su primordial actividad económica, que es el turismo, en su principal centro generador de ingresos monetarios por esos servicios, localizado en la ciudad y puerto de Acapulco, a consecuencia de los graves estragos físicos y económicos ocasionados por el huracán Otis.
Analicemos las preliminares cifras oficiales estatales (las municipales distan a la alza). Antes del meteoro había 23 mil 199 habitaciones hoteleras disponibles en Acapulco; después del evento del desastre, quedaron útiles para ocuparse: 4 mil 534; y realmente se ocuparon: 3,967. O sea, hubo ocupación de un 17.1 por ciento de la disponibilidad que se tenía antes del huracán Otis (El Sur, 3/enero/24).
La caída en la ocupación hotelera en esta temporada, representó un derrumbe de casi las tres cuartas partes del aforo turístico obtenido hace un año que fue de 546 mil turistas. Esto representa una catástrofe turística estacional para el municipio de Acapulco; puesto que la derrama económica estimada representó un total de 225 millones de pesos, en comparación a inicios de enero de 2023 donde fue de 4 mil 420 millones de pesos aproximadamente.
Derrama económica insuficiente para sostener a Acapulco –en el que residen más de 850 mil habitantes– mientras llega la segunda temporada turística importante del año, que es Semana Santa. Máxime si se carece de un proyecto integral y un proceso vigoroso de rehabilitación social, urbano y ambiental; que debe contener una orientación común clara: elevar la calidad de vida de la mayoría de los acapulqueños en todos los aspectos y de los servicios que prestan. Rehabilitar con antiguos moldes deformadores sería un contrasentido histórico.
La reconstrucción está en la incertidumbre total, dada la multimillonaria inversión pública y privada requeridas, las cuales no han sido formalizadas y aseguradas para iniciar su aplicación de inmediato, a partir de este año y subsecuentes. Cabe resaltar que ya hay una propuesta de la presidencia municipal de Acapulco, por un monto inicial de 15 mil millones de pesos, para infraestructura básica urbana y servicios públicos municipales, nada más.
Hasta ahora, recursos económicos federales, estatales y municipales, no los hay explícitos para 2024. En los Decretos de Presupuestos de Gasto para 2024, (aprobados por el Congreso de la Unión, la Cámara de Diputados local y el cabildo respectivo) no figura ninguna partida presupuestal especial para tales apremios. Y mientras los recursos públicos no vayan por delante para su aplicación, la necesaria inversión privada complementaria se realizará muy lentamente. Demorándose así la generación inmediata de decenas de miles de empleos, formales e informales, perdidos completamente y que giraban en torno a la actividad turística.
Es de reconocerse el enorme esfuerzo dadivoso, útil y necesario, de emergencia, en apoyo a las familias damnificadas urbanas y rurales; así como de los programas inaplazables de electrificación, limpieza urbana, reparación de vivienda, vialidad y de seguridad pública. Es hora de iniciar con la elaboración de proyectos de reconstrucción de mediano plazo, viables, sustentables y trascendentes.
Mientras tanto, esperemos, “con el Jesús en la boca”, que no se desborde en Acapulco la delincuencia simple y organizada haciendo de las suyas. No en balde el Ejército recién anuncio el establecimiento de una veintena de cuarteles de la Guardia Nacional estratégicamente distribuidos en los territorios de los municipios de Acapulco y Coyuca de Benítez. En los hechos, las fuerzas armadas han tomado en sus manos la delicada y vital cuestión de la seguridad pública de los dos municipios; desplazando a la policía estatal y a las municipales respectivas, por estar infiltradas.

PD1. Como Gobernador Moral de Guerrero sostengo que solo con la verdad tendremos la fortaleza, certeza y presencia social efectiva, para resolver los problemas de la colectividad acapulqueña. Con la demagogia, como instrumento de gobierno y el engaño fotopublicitario, solo conseguiremos más frustración, incredulidad e irritación social.
PD2. ¿Acaso la gobernadora constitucional de Guerrero desea seguir disfrutando, familiarmente, la mansión fifí de Acapulco para los gobernadores, por tercer año consecutivo? ¿No la va a vender? La autoridad moral que otorgan los ciudadanos a los gobernantes no se da por decreto, se conquista cotidianamente. “Primero los pobres”.

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