EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Agosto de Perseidas, toca mirar al cielo

Ana Cecilia Terrazas

Agosto 22, 2020

Por unos días despeguemos los ojos del acontecer aquí para fijar la mirada allá, en el Universo: un quehacer facilitado por los avances tecnológicos que permiten a cualquiera –con servicio de internet– presenciar enormes espectáculos estelares desde una confortable butaca.
Siendo agosto, me refiero a la tradicional lluvia de Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo cuyo apogeo máximo este año ocurrió de la madrugada del día 12 al día 13.
En realidad, lo saben los iniciados en el campo astronómico, lo que vemos no son “estrellas fugaces” como se les suele conocer sino meteoros que son residuos, basura, sobrante cósmico.
Estrictamente hablando, las estrellas fugaces son “partículas de polvo de distintos tamaños, algunas menores que granos de arena, que se desprenden de los cometas –o asteroides– a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol. La nube de partículas resultante –llamados meteoroides–, debido al “deshielo” producido por el calor solar, se dispersa por la órbita del cometa y es atravesada por la Tierra en su recorrido anual alrededor del Sol. Durante este encuentro, las partículas de polvo se desintegran al entrar a gran velocidad en la atmósfera terrestre, creando los conocidos trazos luminosos que reciben el nombre científico de meteoros”*.
Cada año, tal vez desde mediados del siglo III de nuestra era, durante julio y sobre todo en agosto se produce la gran lluvia de estrellas, las Perseidas.
Esto ocurre porque en su movimiento anual de traslación alrededor del Sol, la Tierra encuentra de nuevo la acumulación de partículas que son nube de polvo y esquirlas orbitales estela del cometa 109P/Swift-Tuttle, como es su nombre oficial**.
El cometa Swift-Tuttle fue descubierto en 1862 por dos astrónomos, de manera independiente: Lewis Swift y Horace Parnell Tuttle. Poco más de un siglo después, lo volvió a observar un japonés y, hoy por hoy, es el asteroide más grande que hace más pases repetidos alrededor de nuestro planeta.
El nombre de Lágrimas de San Lorenzo le viene a esta descarga meteórica porque rememora las lágrimas que vertía durante su martirio el que fuera posteriormente el Santo Laurentis, el 10 de agosto del año 258 de nuestra era.
El nombre de Perseidas les viene de la constelación de Perseo, un hito en sí para los estudiosos del cosmos puesto que ésta contiene galaxias, supergigantes blancas y amarillas y la primera estrella binaria eclipsante descubierta por los humanos, que fue bautizada como Algol.
Los términos especializados no serán significativos para nosotros aficionados, pero no dejan de ser hermosos, como casi toda curiosidad proveniente del cielo.
Para quienes gustan de ver estrellas fugaces, las Perseidas son la lluvia de meteoros más nutrida del año. Puede llegar a haber hasta 200 meteoros por hora, en los horarios pico del día más álgido.
Lo ideal, desde luego, es verlas directamente con los propios ojos puestos en el cielo nocturno. Sin embargo, por cuestiones de clima –generalmente, en gran parte de México llueve en esas noches y está muy nublado– y más por la contaminación lumínica cercana a las ciudades, este prodigioso avistamiento no es tan accesible.
Desde hace tiempo, no obstante, el fenómeno es llevado hasta los hogares a través de cámaras del cielo en transmisiones en vivo patrocinadas por sociedades astronómicas.
Este año, el Instituto de Astrofísica de Canarias, a través de Sky Live TV y sus cámaras instaladas en dos observatorios –el del Teide en Tenerife y el de la Roca de los Muchachos–, transmitió en vivo y en directo la madrugada del 13 de agosto la lluvia de las Perseidas. Se pudo mirar sin comentarios o bien con la producción y conducción erudita pero sencilla del astrónomo Miquel Serra-Ricart.
Aquí, dos bellos ejemplos entre muchos. En el minuto 4 con 44 segundos de este enlace: https://www.youtube.com/watch?v=EEvtzEmDGa0; y a la hora con 8 minutos y 52 segundos del siguiente: https://www.youtube.com/watch?v=Gut2Lgem8io.
Los videos se quedan en la red un rato para quien quiera hacer una visita paciente y asombrosa al Universo fugaz.
Como a veces parece no entendemos nada de lo que más acá de las nubes ocurre, quién quita y nos toca mirar a las estrellas para ganar un poquito de comprensión. Esa es la apuesta española del proyecto didáctico amateur, civil, llamado “contadores de estrellas”. Muchas ganas nos da el que hubiese aquí una iniciativa igual.

*https://www.iac.es/es/divulgacion/noticias/perseidas-2020
** Ídem.