EL-SUR

Miércoles 24 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

LA POLÍTICA ES ASÍ

Alejandro Cervantes Delgado: vivir para servir

Ángel Aguirre Rivero

Enero 25, 2019

Alejandro Cervantes Delgado. De él aprendí a amar a mi tierra, sus costumbres, sus tradiciones y su gastronomía. La honestidad siempre fue su principal baluarte y fue un hombre congruente con su lema: vivir para servir.
Fue forjador de muchas generaciones, pues estaba convencido que su mejor cualidad era esa: la de impulsar una nueva clase política con una visión diferente.
El maestro; el político; el estadista; el hombre de la pipa, del sombrero calentano y la camisa cazadora, fue senador de la República de 1976 a 1980 y mandatario estatal de 1981 a 1987, con quien tuve la oportunidad de trabajar como su secretario particular, luego como coordinador general de Fortalecimiento Municipal y de 1985 a 1987 como secretario general de Gobierno del estado, cargo al que me antecedió Humberto Salgado Gómez.
De don Alejandro Cervantes aprendí, entre otras cosas, el valor de la conciliación y tomar decisiones con serenidad; aún en los escenarios más difíciles, siendo Guerrero una entidad de una justificada inconformidad social.
Descrito por don Juan Sánchez Andraca como el chilpancingueño más chilpancingueño y el guerrerense más guerrerense, a don Alejandro Cervantes también se le conocía como el “gobernador de la reconciliación” por su carácter prudente, sensato y de avanzada. Don Alejandro sucedió a Rubén Figueroa Figueroa, quien durante su periodo sofocó la guerrilla del Guerrero profundo, con saldos por todos conocidos. Fue una época difícil y tocó a don Alejandro construir la armonía.
En 1953 se casó con Graciela Rocha, con quien compartió 42 años de su vida, hasta la muerte de ella, acaecida en 1995. Entre 1954 y 1960 nacieron sus tres hijos: Rosa Virgen, Teresa y Alejandro, en la ciudad de México (Alejandro Cervantes Delgado: una trayectoria personal para tener presente. Alicia Ortiz Rivera, pág. 173).
De esta obra (Alejandro Cervantes Delgado: Razones y convicciones de un gobernante) auspiciada por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, retomo una cita textual del ex gobernador: “Mentira que el guerrerense sea ingobernable. Mentira que el guerrerense es por antonomasia violento. Yo sostengo que el guerrerense tiene los mismos defectos y cualidades de cualquier persona de otras latitudes, pero hay nobleza en su actitud. Nobleza en la medida en que vean en su gobernante buena fe, honestidad y congruencia con lo que ofreció como candidato. Lo que sucede es que mi estado fue olvidado en gran medida. La inversión pública federal se dirigía a otros estados y Guerrero se ahogaba más en sus problemas. Entonces, ante esta situación el guerrerense no se hizo propiamente ingobernable, porque ha demostrado que sí se deja gobernar en la medida en que participa y sus gobernantes respondan fundamentalmente al interés general y no al interés particular”.
Fue ubicado ideológicamente en la izquierda del PRI, simpatizaba con la Corriente Democrática que fundaron Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Porfirio Muñoz Ledo.
Durante su gestión impulsó una amnistía que permitió a luchadores sociales como el doctor Pablo Sandoval Ramírez, volver a Guerrero.
Bajo su mandato y con gran amor por su estado, creó Radio Guerrero; Televisión Educativa y el Instituto Guerrerense de la Cultura, estas dos últimas instituciones, mucho aportan a consolidar nuestras tradiciones y costumbres, nuestra identidad.
Don Alejandro siempre mantuvo firme su tesis del “trato desigual para los desiguales” que no era otra cosa que brindar mayores apoyos a los estados más pobres del país.
Con su visión de economista siempre sostuvo la necesidad de diversificar la actividad económica en nuestro estado para no depender sólo del turismo.
–Mira Aguirre (me decía), no podemos permitir que lo que se consume en Acapulco nos llegue de otros estados.
Cuando asumí el gobierno interino me pidió que lo tuteara y le contesté que nunca lo haría, porque lo consideraba mi maestro y le pedí que respetara mi determinación y que yo siendo el gobernador tenía que asumirlo.
Su último viaje a Estados Unidos con toda su familia, lo interpreté como una manera de despedirse, pues sabía que pronto iba a morir. Lo fui a visitar a su casa que generosamente le rentaba mi amigo Luis Walton con un cobro simbólico. Platicamos largamente y al final de nuestra charla le coloqué en su camisa unos cheques travel para su viaje, al darse se cuenta se molestó y me dijo:
–De ninguna manera gobernador, llevo lo suficiente para cubrir los gastos de mi viaje.
Le insistí que los tomara para comprarle algo a sus nietos.
Dentro de sus sabios consejos alguna vez me dijo que el mejor legado de un gobernante es que te saluden con respeto y cariño cuando hayas concluido tu responsabilidad. Cuanta razón tenía.
El día de ayer don Alejandro estaría cumpliendo 93 años, uno de los mejores gobernadores que ha tenido nuestro estado, aquel candidato cuyo eslogan de campaña aún sigue vigente: “Unidos por Guerrero “… ¡La política es así!

Del anecdotario

Graciela Chela Guevara es de los personajes míticos que aún subsisten en mi tierra Ometepec.
Este fin de semana visitamos a la familia de mi esposa Laura del Rocío que vive en Michoacán, y decidimos invitar a nuestra querida Chela.
Cuando pasábamos por el impresionante lago Cuitzeo, Chela atónita me preguntó: “¿Oiga licenciado, ahí hay tiburones verdad?” Le explique que no porque no era mar, y entonces me replicó: “¿Pero sí alagartos? Pues “alagartos” yo creo que sí.
Al llegar a Zamora, donde se prepara un delicioso caldo de rana, nos fuimos a degustar una exquisita carne en su jugo con tortillas hechas a mano.
Chela con toda la desconfianza al ver que ordenábamos los platillos, sólo pidió una orden de quesadillas.
Y le pregunté:
–¿Por qué no pide la carne en su jugo?
–Bueno está bien licenciado, pero una orden chica.
Cuando salíamos le pregunté qué le había parecido la comida y contestó: muy sabrosa en verdad.
En plan de broma le dije que era carne de rana y Chela pegó el grito: –¡Jesús María!
Me platicó también de una carta que le envió al entonces presidente Bill Clinton para solicitarle el apoyo para el mercado municipal, que se encontraba muy deteriorado, y le pregunté si le habían contestado.
–¡Claro licenciado, y me invitó a visitarlo a la Casa Blanca!
–¿Y por qué no fuiste?
–Pues ¿qué tal si me detiene la migra?
Chela Guevara se dice también prima hermana de Ana Guevara, aunque ésta sea de Sonora.
Es la reina del mercado y ofrece servicios de curación por medio de sus yerbas y sus rezos.
Gracias Chela Guevara, por hacer tan ameno nuestro viaje y ojalá mi tierra siga pariendo personajes como esta excepcional mujer…
La vida es así.