Hasta hace unos pocos días, cuando pensaba en Alessandro Baricco (Turín, 1958), me venían a la mente novelas maravillosas, como Seda, por supuesto y otras que he leído en años recientes que me han fascinado, como Mr Gwyn y Tres veces al amanecer.
Me venía a la mente una prosa suave y refinada e imágenes profundas ligadas a personajes con una plasticidad única y una gran originalidad intelectual.
Pensaba todo eso de él, pero desconocía por completo que es un gran ensayista. ¡Un fantástico analista de nuestros días!
Hace unos meses cayó en mis manos un libro de no ficción y no sabía exactamente sobre qué iba. No suelo leer las cuartas de forros, así que tuve que esperar a que le tocara su turno en mi pila de lectura para que me acercara a sus páginas. El libro se llama The Game. Así, en inglés, el juego.
De buenas a primeras, Baricco nos dice que este libro, nada más y nada menos, se propone analizar nuestro presente, el mundo digital en específico que define cada uno de los segundos de nuestras vidas.
Lejos de ser pesimista –lejísimos–, advierte él, un autor que ha reescrito la Ilíada de Homero –humilde tarea–, nos dice que no reprueba nada del presente, por el contrario, lo observa con fascinación. Dice: “Cuando la gente cree vislumbrar la degradación cultural en un chico de dieciséis años que ya no usa el subjuntivo, sin fijarse, sin embargo, que para compensar ese chico había visto treinta veces las películas que a la misma edad había visto su padre, no es que yo sea optimista, es que ellos están distraídos”.
Baricco se hace preguntas imposibles a las cuales sólo puede responder un artista, como ¿qué clase de revolución estamos viviendo?
Es un autor genial que nos dice ideas sencillísimas que, al menos yo, debo confesar, que nunca me había planteado. Reflexiona si acaso no estamos viendo el fenómeno al revés, preguntándonos qué clase de seres humanos creará este mundo digital, sino qué cambio hubo en el cerebro de los seres humanos para que ahora vivamos una vida completamente diferente a los veinte años anteriores.
Baricco enumera Wikipedia, Facebook, Youtube, Spotify, Netflix, Twitter, Youporn, Iphone, Instagram, Whatsapp y varios más y se pregunta qué tanto forman parte estos servicios de nuestra vida moderna de los cuales hasta hace muy poco podíamos prescindir por el sencillo hecho que no existían.
Hace una reflexión deslumbrante en la cual se puede entrever con claridad la clase de revolución que significa el mundo digital, esta es que la manera en la que funcionan estas aplicaciones en un teléfono inteligente en donde podemos tener muchas cosas abiertas al mismo tiempo y vamos de una a otra es muy similar al funcionamiento natural del cerebro, el de un niño, por ejemplo, y que precisamente la escuela lo que hace, además de enseñar, es dar una estrategia de aprendizaje opuesta: concentrarse.
Baricco se da cuenta que ya nunca volveremos a pensar igual porque ya somos otros seres humanos. Escalofriante, ¿no?
El libro se llama The Game, porque como buen novelista, la forma en que se le ocurre a Baricco desarrollar sus ideas es pensando la historia del mundo digital como un videojuego, porque fue, precisamente mediante un videojuego que todo comenzó, con Space invaders, invasores del espacio.
No se trata de un libro de respuestas cerradas sino una obra que inicia una discusión. Pues, por ejemplo, durante la lectura del libro, una pregunta siempre rondó mi mente, y es que quizá estos temas, saber qué estamos viviendo, que nos interese y concentrarse tan sólo en el acto de leer en un libro en papel, son disciplinas que nada tienen que ver con el mundo digital. Porque ¿de dónde venimos, quienes somos y a dónde vamos? Son preguntas que se hace una humanidad que está desapareciendo.
Alessandro Baricco, The Game, Ciudad de México, Anagrama, 2019. 331 páginas.