EL-SUR

Viernes 26 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Algo más sobre la magia de la radio

Ana Cecilia Terrazas

Febrero 19, 2022

AMERIZAJE

 

Estirando el 13 de febrero, para celebrar internacionalmente a la radio –como descubrimiento, como aparato, como medio de comunicación masiva y como distribuidora del universo sonoro que somos y captamos– además de explorar el periodismo que se realiza a través de ésta, corra una breve crónica de dos horas de escuchar noticiarios el martes de esta semana.
Empiezo por la conclusión: la radio espejea, refleja a la perfección la complejidad, el cómo estamos. En términos periodístico-radiofónicos, quizá no andemos muy bien desde ningún ángulo, pero adjetivar no es tan fácil, amerita tamiz. La escucha atenta, a forma y fondo, no puede arrojar una monolítica calificación de “bueno” o “malo” sino que exhibe la multiplicidad distintiva del acontecer social, nacional, humano.
El dial estaba detenido en una Frecuencia Modulada (FM), concesión comercial, con cobertura nacional. Entre corte comercial y bloques de contenido noticioso, a pesar de que se advierte en la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión que no debe ocurrir –puesto que es derecho de las audiencias que no suceda así– sube groseramente el volumen para escuchar, a fuerzas, un desafortunado anuncio de Soriana.
De regreso del corte, entra la entrevista con un funcionario de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión –la CIRT, o sea la voz unida de los radiodifusores privados– “con la perorata engañosa de que no pueden aceptar diferenciar opinión e información porque están demasiado regulados y porque esto significaría un golpe a la libertad de expresión”.
(Paréntesis largo y relevante: no hay periodista de prestigio, profesional, creíble, con ética, de avanzada, en el mundo, que pueda con agrado permitir la confusión de géneros periodísticos; es decir, no separar lo que es un artículo de opinión o un editorial, de una nota, un reportaje o una noticia. En el género de opinión, el autor o autora dice lo que su sentir o saber le indican; en los segundos, los géneros noticiosos más duros, el verdadero profesional del reporteo intentará hacerse a un lado, lo más que pueda, para ofrecer hechos, datos, números, cifras, fechas, horas, nombres, lugares, contexto, historia y, por ahí, alguna declaración obtenida, de preferencia muchas y desde muchos puntos de vista).
Esta discusión, sin embargo, lanzada así sin mayor contexto en el noticiario radiofónico en comento, es parte de otra larga lucha de poderes que puede ponerse en pausa por esta ocasión. Como escucha, asumí que la entrevista con el personaje fue una petición de empresa, en la campaña que este grupo radiodifusor tiene junto con la CIRT para que nadie les diga ni un ápice sobre los contenidos que atraviesan el espectro radioeléctrico que debe ser, según la Constitución misma, de interés público (no privado, pues).
A continuación, en el noticiario, siguió la protesta de las y los reporteros que cubren la fuente del Senado, ante el incesante golpeteo al gremio periodístico.
Después, entró un enlace telefónico con una agente de ventas –innegable que así lo fuera– de un producto que tenía que ver con bajar de peso y nutrición, personalizado hasta con el ADN. Esto es, claramente, que enmedio de noticia tras noticia, entra sin advertencia alguna publicidad ofrecida como información. Cabe recordar que esto viola también, flagrantemente, los derechos de las audiencias.
Pasan algunos minutos y se ofrece como información más publicidad pagada, sólo que ahora con más alevosía puesto que viene rubricada la pseudonota como “corte informativo de la hora” y, en realidad, se trata de una gacetilla sonora sobre la colocación de la primera piedra para un albergue de acompañamiento para niñas y niños con cáncer.
Así quedan entonces las diversas anotaciones sobre cómo nos reflejamos a través de los noticiarios, radiofónicamente hablando, como sociedad, como Estado, en tensión permanente de los poderes políticos y fácticos con las aspiraciones democráticas. Esa capacidad de espejearnos al paradójico, diverso, contradictorio y transparente modo de ser como somos, esa es también la magia de la radio.
PD: Esta columna –como todas las columnas– no pretende ser información dura y de contexto noticioso aunque acaso tuviera algo de esto; este amerizaje es un artículo de opinión.

*anterrazas