Octavio Klimek Alcaraz
Julio 01, 2017
Conforme al Informe Amazonia Viva 2016 del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por su acrónimo en inglés), la Amazonia es el sistema de selva tropical y fluvial más grande del mundo, tiene una extensión de 6.7 millones de kilómetros cuadrados. Se extiende por ocho países de la región sudamericana y un territorio de ultramar. En la Amazonia habitan 34 millones de personas, incluyendo 350 grupos indígenas, algunos de ellos en aislamiento voluntario. En la Amazonia se encuentra entre el 17 y 20 por ciento del agua dulce en el mundo. El agua dulce se guarda en una superficie de 1 millón de kilómetros cuadrados de ecosistemas de agua dulce. Igualmente, es importante su biodiversidad, ya que constituye la décima parte de las especies del planeta; a la fecha se han identificado 40 mil especies de plantas. Además, se han descrito 2 mil 200 nuevas especies desde 1999. Además, la Amazonia representa el 10 por ciento de la reserva mundial de carbono almacenado en la vegetación y suelos; por ello, es relevante su contribución a nivel global para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero*.
Por todo ello, se destaca en el citado informe, que las áreas naturales protegidas están contribuyendo a la conservación de la Amazonia, ya que abarcan 2.1 millones de kilómetros cuadrados, que sumados a los territorios indígenas cubren casi la mitad de la Amazonia.
Sin embargo, la selva tropical de la Amazonia está siendo sujeta a distintas presiones que ponen en riesgo su viabilidad de ser preservada de manera íntegra. Conforme al citado informe de WWF, se presentan constantes cambios de uso de suelo para transformar enormes extensiones de selva tropical de la Amazonia en grandes zonas agrícolas y ganaderas. También, se identifican más de 250 proyectos de construcción de presas, que ponen en riesgo de perturbar de manera irreversible los ecosistemas acuáticos del Amazonas y con ello todo el bioma amazónico. Existen cuando menos 20 proyectos de grandes carreteras, que también contribuyen a la destrucción de la vegetación tropical. Agréguese un sinnúmero de proyectos para explotación minera y de hidrocarburos, que impactan de manera adversa en los ecosistemas naturales de la Amazonia.
Todas estas presiones tienen consecuencias. Debe comunicarse, que en el 2016, la deforestación en la selva tropical más grande del mundo se incrementó un 29 por ciento respecto al 2015, lo cual representa un aumento repentino sobre la tasa de deforestación históricamente baja y el nivel más alto registrado en la región desde 2008. Los números, publicados a finales de noviembre por el Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil, INPE, muestran que 7 mil 989 kilómetros cuadrados de selva fueron destruidos entre agosto de 2015 y julio de 2016. La deforestación del 2015 se concentró en los estados de Pará (38 por ciento del total deforestado), Mato Grosso (19 por ciento), y Rondonia (17 por ciento), que cuentan con la mayor parte del ganado de la región y de producción de soya.
Por ello, en dicho sentido, es importante comunicar, que el presidente de la República Federativa del Brasil, Michel Temer, vetó, el pasado lunes 19 de junio de este año, dos propuestas que reducían límites de parques nacionales en el área de la selva del Amazonas por ser contrarias al interés público. Las medidas provisionales 756/16 y 758/16 fueron modificadas durante la discusión en el Congreso Nacional.
Las medidas provisionales son un acto firmado por el presidente de la República y, según el Artículo 62 de la Constitución del Brasil, debe ser usado en casos de relevancia y urgencia, para someterlas de inmediato a su aprobación en el Congreso Nacional.
La medida provisional 756/2016 cambió los límites del Bosque Nacional (Flona) de Jamanxim en el municipio de Novo Progresso, Pará. Al respecto, se propuso por el presidente Temer reducir la superficie de 1.3 millones de hectáreas a 813 mil hectáreas. Sin embargo, los legisladores redujeron el tamaño a 561mil hectáreas, lo que generó finalmente el veto del presidente Temer.
Parte del área del Bosque Nacional sería segmentada para la creación del Área de Protección Ambiental (APA) del Jamanxim. Una de las principales diferencias entre una Flona y una APA es que la primera permite sólo la presencia de poblaciones tradicionales y la segunda admite mayor grado de ocupación humana y existencia de áreas de uso privado.
En el caso de la medida provisional 758 que modificó los límites del Parque Nacional Jamanxim y Área de Protección Ambiental de Tapajós, el presidente Temer rechazó parcialmente algunos de sus apartados propuestos. Originalmente preveía la alteración de área para la construcción de la Carretera de Hierro 170, la Ferrogrão. Sin embargo, una de las modificaciones del Congreso preveía también la reducción del tamaño del Bosque Nacional y la transformación en Área de Protección Ambiental, que tiene como se ha señalado reglas menos estrictas de protección.
En consecuencia, desde el gobierno, el Ministerio del Medio Ambiente del gobierno del Brasil rechazó la decisión del Congreso y recomendó al presidente Temer vetar esta decisión. No se debe olvidar que el gobierno, ya había dado pasos para reducir la protección de esta zona del Amazonas para favorecer la ocupación de tierras bajo ciertas normas ambientales y legalizar así explotaciones agrarias ya existentes. Sin embargo, los legisladores fueron mucho más allá y ampliaron todavía más la zona donde permitirían las actividades agropecuarias y la reducción del área de selva y amplió el área donde se permitirá la agricultura y la tala de árboles.
Además, organizaciones ambientalistas e instituciones académicas, entre otros actores sociales del Brasil, desde que se conocieron las medidas provisionales señalaron que las autoridades de Brasil abrían con éstas, la puerta a nuevos proyectos para legalizar latifundios en situación irregular, ocupar nuevas tierras y permitir la tala de árboles en la selva de la Amazonia. Esto debido, a que las normas ambientales serían mucho más laxas.
Por todo lo anterior, fue de gran preocupación nacional e internacional que el Congreso Nacional del Brasil decidiera disminuir aún más el área de protección ambiental en una de las zonas del Amazonas más castigadas por la pérdida de masa vegetal. En consecuencia y ante la importancia de la selva tropical del Amazonas para el planeta, se debe denunciar su problemática y hacer un llamado global, respecto a la posibilidad de que sean reducidos las superficies y grado de protección en áreas naturales protegidas de la selva tropical del Amazonas, del Brasil. Al mismo tiempo, exigir que el gobierno de Brasil y su Congreso que lleven a cabo todas aquellas medidas que garanticen el tránsito hacia un desarrollo sustentable en la selva tropical del Amazonas.
P. D. Un guerrerense distinguido como el doctor David Cienfuegos Salgado sería más que merecedor del Premio al Mérito Jurídico Lic. Alberto Vázquez del Mercado. El doctor Cienfuegos ha aportado al derecho de manera relevante tanto en la docencia, como en la investigación jurídica. Sus publicaciones son reconocidas como importantes contribuciones al avance de las ciencias jurídicas.
P. D. No dejo de leer las opiniones sobre el futuro de la izquierda partidista en México. Me preocupa y ocupa ver que cada día es más difícil lograr una alianza entre las izquierdas. La consecuencia lógica será no lograr en el 2018 la presidencia con un abanderado de izquierda y por supuesto no tener mayoría en el Congreso. No aprendemos de experiencias como Guerrero, Oaxaca o Estado de México. Lo peor es que veo demasiada violencia verbal y descalificaciones entre aquellos que se dicen de izquierda. Olvidan que tolerancia y autocrítica son principios fundamentales de un izquierdista, ya no digo de un político que suma y no resta.
* Charity, S. Dudley, N., Oliveira, D. y S. Stolton (editores), 2016. Informe Amazonia Viva 2016: Un enfoque regional para la conservación de la Amazonia. Iniciativa Amazonia Viva de WWF, Brasilia y Quito.