EL-SUR

Jueves 25 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Andrés Neuman: el equilibrista

Adán Ramírez Serret

Agosto 24, 2018

 

El escritor hispano-argentino, Andrés Neuman (Buenos Aires, 1977), narrador, poeta, traductor, aforista y columnista, fue conocido por el gran público en México en 2009 con su libro El viajero del siglo. Fue a través de una gran novela, no sólo en alcances y profundidad sino también en número de páginas, con la que los lectores de este país nos vimos deslumbrados por primera vez. La obra fue conocida de manera masiva porque se trataba del renombrado Premio Alfaguara 2009 que le fue otorgado a la edad de 32 años. Lo que resultaba impresionante no sólo era que se lo concedieran tan joven, sólo superado en edad, aunque no son competencias, por el autor peruano Santiago Roncagliolo. Lo que además resultaba inquietante fue que cuando Andrés Neuman recibió este premio, lo hizo como una especie de reconocimiento a una larga carrera que había iniciado incluso antes de los 22 años cuando fue finalista, nada más y nada menos, que del Premio Herralde, con la original novela Bariloche que tiene como personajes principales a los recolectores de basura.
Basta echar un ojo (Wikipedia dixit), para ver que desde 1998 ganó el Premio de Poesía Joven Antonio Carvajal, el Premio de Poesía Federico García Lorca y el Premio Hiperión, también de poesía, por tan sólo mencionar algunos.
Lo conocimos como narrador con una extraordinaria, erudita, erótica y divertida novela (ya mencionada) que fue su primera obra de lo que le gusta llamar a la crítica de “largo aliento”. Sin embargo, en otros países, sobre todo en España, era conocido más bien como poeta y, poco a poco, con editorial Almadía, hemos leído en México sus extraordinarios poemas. Por ejemplo, Palabras a una hija que no tengo que comienza de manera sublime, “Entornaré tus ojos si prometes soñarme”. En Vendaval de bolsillo (la compilación de Almadía) Neuman demuestra la razón de que sea tan conocido en otras partes como poeta. ¿Pero entonces qué debemos hacer, llamarlo poeta o narrador?
Resulta que en México somos unos lectores un tanto esencialistas y nos gusta que un autor sea una sola cosa; lo necesitamos para entenderlo. Sin embargo, por si hiciera falta, Neuman también es un brillante cuentista breve, basta con que el lector dé un salto al internet y busque Las cosas que no hacemos para descubrirlo. También es –como dice Wikipe-dia– aforista, y lo es excepcional. Basta un ejemplo: “Al paciente le queda cada vez más tiempo”.
Para fortuna del lector y desgracia del exégeta, Neuman es, también, un deslumbrante novelista breve. La ya citada Bariloche pero sobre todo Hablar solos es un despliegue profundo y doloroso a tres voces sobre la pérdida de alguien querido.
Con lo anterior nos podemos dar cuenta que con cada nueva entrega Neuman genera una expectativa que pocos autores logran, al grado que los podemos contar con los dedos de una mano. La literatura para él no es una labor parecida a la del artesano que con cada pieza fabricada perfecciona una forma; si no que cada libro, cada momento en que el lenguaje se transforma en escritura, responde a necesidades específicas, lo que usualmente se llama obras de arte. Ahora que lo escribo, me doy cuenta que es un narrador profundamente humano.
Para terminar, me gustaría tan sólo compartir mi entusiasmo por su más reciente entrega, Fractura, obra en la que vuelve al largo aliento, a la novela de más de 400 páginas y se renueva por el tema, va nada más y nada menos que a Japón, a los desastres naturales como el tsunami, el París de los 60 y el estallido de la bomba atómica en Nagasaki; y se consolida en la comprensión del gran género de la novela como ha sido entendida por los grandes novelistas, como algo exhaustivo que busca llevar al límite trama y personajes. Como él mismo dice en sus aforismos: “El cuento es un dardo. La novela, un radar”. En efecto, esta novela es un radar sobre los países y las personas.
Por último, tan sólo me resta citar aquello que escribió Roberto Bolaño sobre Neuman y que hace imprescindible su obra, “Tocado por la gracia. La literatura del siglo XXI pertenecerá a Neuman y a unos pocos de sus hermanos de sangre”.
Andrés Neuman, es un equilibrista que se balancea por todos los géneros sin jamás perder la sensatez y la armonía.
(Andrés Neuman, Fractura, Alfaguara, Ciudad de México, 2018. 496 páginas).