Marcial Rodríguez Saldaña
Marzo 05, 2021
La Auditoría Superior de la Federación (ASF), es un órgano constitucional que depende de la Cámara de Diputados, cuya función es fiscalizar los recursos que integran el presupuesto de egresos federal, en razón de que tanto las instituciones federales, estatales y municipales reciben recursos provenientes de la federación, la aplicación de dichos recursos debe ser auditados.
1. La ASF es un órgano muy importante en un sistema democrático, toda vez que vigila que los recursos que provienen de las contribuciones del pueblo se apliquen honestamente; es una institución cuya función es combatir la corrupción gubernamental.
Como sabemos, la corrupción ha sido el problema más importante en el país, ha sido el signo más nítido de los gobiernos neoliberales, y es a través de este organismo como de debe combatir el uso indebido de recursos públicos.
La ASF como todas las instituciones de los neoliberales, han sido integradas a modo de los presidentes de la República en turno, por ello no se conoce de algún acto de corrupción de ellos, a pesar de que ha sido público y notorio de que sí han incurrido en hechos escandalosos de corrupción.
La ASF solo ha dado a conocer muy pocos casos relevantes de corrupción, como lo es el de la “estafa maestra” que involucró directamente a Rosario Robles, ex titular de las secretarías de Desarrollo Social y Urbano y Territorial en el gobierno de Peña Nieto.
2. Por ello, llama la atención que el 20 de febrero de este año, la ASF informara que en el caso del aeropuerto internacional de Texcoco –cuya construcción traería como consecuencia la cancelación del aeropuerto Internacional “Benito Juárez” de la Ciudad de México– que su cancelación tuvo un costo de 231 mil 996 millones de pesos, esto es un 232 por ciento más de lo que había previsto el actual gobierno federal, que fueron 100 mil millones de pesos.
Es verdad que la ASF reconoció después que había inconsistencias en la información, pero hay que argumentar que el caso de la cancelación del Aeropuerto de Texcoco, fue uno de los temas más polémicos al inicio del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), toda vez que los grupos conservadores, desataron una campaña publicitaria muy onerosa, para tratar de descalificar una consulta al respecto, que respetó AMLO y procedió a la cancelación de ese proyecto y a la construcción del nuevo aeropuerto Internacional en la Cdmx “Felipe Ángeles” que lleva avances significativos en su edificación, a un costo mucho menor que el de Texcoco sin riesgos de inundaciones y cuidando el medio ambiente.
3. El hecho de que la ASF haya dado a conocer esos datos, desencadenó inmediatamente fuertes cuestionamientos en contra del Presidente AMLO, por parte de los grupos conservadores y de sus voceros de oficio, aseverando que tenían razón en sus críticas en el sentido de que no debió cancelarse el aeropuerto de Texcoco, que como se sabe se proyectó en medio de una gran corrupción, por los negocios que se hicieron en torno al mismo.
La ASF provocó un daño a la imagen pública del gobierno de AMLO, al dar pie a la descalificación de un acto de los más relevantes de su mandato.
Por ello, sí es importante que la Cámara de Diputados realice una investigación sobre la información que se dio a conocer a la opinión pública, que se sepa quién o quiénes son los responsables de haber dado a conocer esos datos, que tuvieron como efecto pretender manchar la imagen de honestidad del presidente AMLO.
Los voceros comparsas de los gobiernos neoliberales corruptos, pusieron el grito en el cielo, cuando el Presidente AMLO solicitó a la Cámara Federal de Diputados una investigación sobre estos hechos, alegando que ya se habían retractado en la ASF, tratando de minimizar el daño, pero lo conducente es que llegue al fondo de este asunto y se deje en claro a la opinión pública, para que haya plena transparencia en los actos de la ASF y se conduzca con apego a la verdad y se transforme en un órgano que realmente combata la corrupción en México.
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