EL-SUR

Martes 23 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Ayotzinapa, 65 meses. Emiliano Navarrete

Tryno Maldonado

Febrero 19, 2020

METALES PESADOS

Soy padre de José Ángel Navarrete, joven de 18 años. Se cumplen cinco años de haber sido privado de su libertad con sus 43 compañeros y de otros tres a los que les quitaron la vida. De una forma totalmente… mala. A uno de esos jóvenes le quitaron el rostro.
Estos cinco años han sido muy duros. Muchos obstáculos en el camino de exigir justicia a las autoridades. La exigencia de presentación con vida de nuestros hijos vino a romper ese cristal que cubría la careta del gobierno que simulaba representarnos como mexicanos. Se descubrió realmente quiénes eran.
Actualmente las autoridades, a todos los niveles que existen, caminan la misma línea: coludidos con la delincuencia. Utilizando el poder del cargo que tienen para someter a la población y cometer fechorías sin importarles las consecuencias. Nunca pensamos nosotros que fuese así. Jamás. Al día de hoy no puedo creer ni aceptar que existan personas con un corazón totalmente lleno de maldad. ¿Por qué? ¿Por qué ese ser humano es así? ¿Por qué ensañarse con la vida de gente inocente? Jóvenes. Estudiantes que son el futuro de nuestro país.
No tengo estudios. Hasta la secundaria, hasta allí llegué. Pero, a mi entender, estas autoridades, estas instituciones, que están, supuestamente, para velar por nuestra seguridad, eran manipuladas por un solo hombre. Era una mentira. Cómo es posible que sigan sosteniendo una versión que desde el principio tuvo muchas fallas. Piensan que la sociedad no va a ir sobre esos puntos. El gobierno dijo que a nuestros muchachos los quemaron con todo y ropa, con todo y celulares. Si tenían evidencia, a nosotros la PGR nunca nos llamó para preguntarnos “¿Reconocen estas playeras?”.
Pasó el tiempo y gracias a los expertos que llegaron (GIEI), con el gran trabajo que hacen –e igualmente con el pueblo mexicano y esa conciencia que hasta el día de hoy nos hace que no nos sintamos solos–, hemos avanzado. Lo he dicho: conocí a una familia que antes no conocía. Donde quiera que hemos ido siempre encontramos personas que han estado con nosotros. Gente nueva que nos va llenando de energía. Hasta el día de hoy mi corazón palpita muy fuerte de alegría. Fueron las personas que, a diferencia del gobierno, nos trataron como seres humanos. Y sentimos ese gran respeto.
Los primeros que violan la ley son ellos (los del gobierno). Seamos honestos. No cerremos los ojos. Nosotros no nos hemos juntado porque queremos nada más, ni por querer perjudicar a alguien. Jamás hemos tenido esa intención. Los que rompen las reglas son ellos. ¿Cómo, por ejemplo, Tomás Zerón sacó a un detenido, sin un defensor de derechos humanos, y lo llevó al río San Juan? Y al día siguiente quedó registrado ante un Ministerio Público y entonces sí encontraron las bolsas del río San Juan donde supuestamente estaban los restos de nuestros hijos. Nos tenían dormidos como mexicanos. Hacían de las cosas un circo. Y la gente se lo va a creer. No pasa nada. Así han estado acostumbrados ellos a engañar a la gente que pide justicia.
Nosotros hemos llegado hasta acá gracias a mucha gente. La lucha se ha hecho de muchas formas: unos hacen libros, unos cantan, otros bailan, otros hacen poemas… Sentimos que nuestros hijos tienen una gran familia.
No existen evidencias científicas –ni contundentes, ni mínimas– que quieran hacer pensar que ellos estén muertos. Con las pruebas que hay no tendrían la cara para engañarnos. ¿Por qué estamos en la lucha? Tenemos que hacer que esas personas paguen, que quede un precedente de que ningún funcionario o servidor público pueda utilizar el poder que le da el pueblo mexicano para matar, para mancharse las manos de sangre y que no pase nada.
Nunca hemos sido de ningún partido. Simplemente entendemos que el que toma las riendas del país asume automáticamente todo lo que deja el ex gobierno. Y a ése vamos a buscar. A ése vamos a exigir. Al haber tomado el cargo Andrés Manuel López Obrador, que se encargue de juzgar a los anteriores que dejaron un desorden. ¿Están dispuestos a esclarecer el caso Ayotzinapa?
Desgraciadamente nuestros hijos quedan como en medio. Es difícil. Yo veo a nuestros hijos de por medio en muchas cosas en este gobierno. Esperemos de verdad que tengamos el respaldo de todas las instituciones: 27º Batallón de Iguala, Guerrero. Policías federales. Que los nuevos secretarios aporten toda esa información. Al día de hoy no ha habido resultados. Se siente esa desconfianza. Créeme que todo este tiempo mental y emocionalmente nos hicieron mucho daño. Pero vamos a seguir adelante hasta saber qué pasó realmente con nuestros hijos. Queremos regresar a casa, pero con ellos.