El término del ciclo terrestre alrededor del sol, obliga a un recuento, a un análisis, a la introspección, a la revisión de lo bueno, lo malo y todo lo vivido en el último año, el clasificado como 2021 de la era cristiana. Para muchos, 2020 fue doloroso, muy intenso y novedoso, en tanto que obligó a la humanidad al encierro, al cuidado extremo frente a una pandemia novedosa, sorprendente, desconocida y sobre todo amenazante y dañina.
Sin embargo, para muchos, 2020 fue sin duda mejor que 2021, en donde se vivieron, con toda su intensidad, las consecuencias económicas, sociales y políticas de la pandemia del Covid 19.
Guerrero vivió un 2021 seguro más impredecible y sorprendente que 2020. A la pandemia, se añadieron los acontecimientos políticos, la embestida contra el senador Félix Salgado Macedonio para impedir que fuera candidato a gobernador, sin considerar que la beneficiaria o quien ganaría “la rifa del tigre” fuera precisamente su hija, Evelyn Salgado Pineda, quien aparte de su propia vida debe enfrentar la “herencia” anticipada de su padre, en la que el destino jugó el papel principal de uno y otra.
Es quizá la gobernadora con una realidad mucho más difícil, pero a la vez, con muchas mayores posibilidades de salir adelante, en tanto su frescura, lozanía, empuje y juventud para enfrentar una problemática histórica, sin duda de las más complicadas en todos los estados del país. Rezagos ancestrales, incapacidades de gobiernos, corrupción, abusos de todo tipo han caracterizado a Guerrero y a ello se deberá dedicar para resolverlo la nueva mandataria.
El año 2021 ha sido un año de retos y desafíos para el mundo, para México, pero más aún para el estado.
En las pocas semanas al frente del gobierno, la mandataria ha dado diversas señales, algunas prometedoras, otras inciertas y otras más desconcertantes. Ojalá sea capaz de evitar la soberbia tan perniciosa y característica de todos los funcionarios nuevos. El caso es que, entre idas y vueltas, el proceso para designar a un nuevo fiscal en Guerrero cumple seis semanas, lapso en el cual la Fiscalía ha permanecido acéfala, ahora a la espera de que la gobernadora nombre a su nuevo titular.
Hace justo dos meses que el anterior fiscal, Jorge Zuriel de los Santos, presentó su renuncia, luego de ser exhibido en una fotografía en compañía de una mujer encapuchada con vestimenta de estilo militar, a quien se supuso integrante de algunos de los grupos del crimen organizado.
El hecho podría haber sido explicado de alguna manera, pero el fiscal no quiso hacerlo y sin más abandonó el cargo.
De los Santos cubrió un breve periodo en la institución, exactamente medio año, del 15 de mayo al 15 de noviembre, fecha en que hizo efectiva su renuncia. Ahora, ya pasamos la Navidad y estamos por llegar al final del año sin titular, todo ello en una institución de primera importancia para procurar la justicia, prevenir e investigar los delitos y abatir la inseguridad, temas de la mayor relevancia en cualquier entidad, mayormente en Guerrero, donde esa esfera concentra innumerables pendientes.
Como se recordará, el Congreso local aprobó hace un mes una lista de 44 aspirantes al cargo que le envió a la gobernadora para que, de acuerdo con la normatividad vigente, ésta regresara una terna de la que finalmente los diputados elegirían al nuevo fiscal.
La gobernadora primero prometió no ejercer su facultad legal, pues dijo que no quería tener ningún tipo de injerencia en el nombramiento, ya que a su juicio si designaba una terna se estaría metiendo en el proceso de designación.
Después cambió de parecer y sí devolvió al Congreso la terna a la que obliga la ley, pero en su sesión prenavideña ninguno de los aspirantes logró la mayoría necesaria para ser nombrado, por lo que agotado el plazo legal la terna transitó una vez más de vuelta al Palacio de Gobierno.
Ahora tendrá que ser la gobernadora la que designe al titular de la Fiscalía, contra su deseo primario de no meterse en el tema.
Es urgente que lo haga, por las evidentes razones que ya hemos mencionado, y porque desde el inicio del proceso, y más ahora que la designación se volverá directa desde la oficina de Evelyn Salgado, en los medios se refieren a la amenaza de que se nombre a un “fiscal carnal”, término que adquirió relevancia hace un lustro, cuando el entonces presidente Enrique Peña Nieto intentó que el Congreso de la Unión le convalidara a un personaje cercano como fiscal general.
A ese fantasma intentó exorcizar Evelyn al anunciar su abstinencia al inicio del proceso, pero no se pudo sustraer a las leyes vigentes, y ahora está en el peor de los escenarios, pues a quien designe la voz popular seguramente le impondrá el mote.
Para acallar esa murmuración, lo mejor es que actúe sin dilación, antes de que la expectación y los rumores le acaben de descomponer el ambiente.
Señalada la premura, es sin embargo prudente que no proceda hoy. Hoy es Día de los Inocentes y la gente puede tomar cualquier información que se le dé este día como una vacilada. Pero pasada la fecha, cuanto antes tome la decisión, será mejor para la entidad.
Dicho lo anterior, es propicio desear a los lectores de El Sur un feliz Año Nuevo, que el año por venir sea mejor para todos, y que dejemos atrás los tiempos difíciles que se han vivido en el mundo entero, pero en especial para Guerrero.
Ojalá 2022 sea el año del quiebre, del antes y el después, con la primera mujer al frente del gobierno del estado, con una crisis que ha dejado muchas cicatrices y dolores por la pandemia y los malos gobiernos, pero sobre todo en donde la esperanza se renueve y las verdaderas soluciones se impongan lo más pronto posible. Así es que, ¡Felicidades! Un 2022 venturoso para México y en especial para Guerrero.