EL-SUR

Jueves 25 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Buenos augurios y la terca realidad

Abelardo Martín M.

Febrero 26, 2019

Un viento refrescante significó el triunfo de la película Roma al obtener tres premios de la Academia de Hollywood. Su director, Alfonso Cuarón, es la mejor prueba de que es posible cambiar el destino del cine mexicano, tan mediocre y criticado por transitar en la mayoría de las producciones por los caminos de lo fácil, la comodidad y la obtención del dinero y el aplauso fácil.
Roma es una película polémica: tema de conversación en la mayor parte de los círculos políticos, económicos y sociales, se le reconoce su acierto en la producción y la gran mayoría coincide en que la academia hollywoodense acertó en premiar la dirección de Cuarón, el Oscar también a la mejor película de habla no inglesa, así como también la estatuilla por mejor fotografía. Las expectativas que se hicieron del Oscar para Yalitza Aparicio, la espléndida actriz indígena oaxaqueña, no fructificaron para bien de ella y de México, pues hubiera sido una decisión sumamente discutida y hasta cuestionada, si se compara la calidad, la trayectoria y el trabajo de las demás actrices nominadas para recibir el máximo galardón del premio estadunidense.
En los últimos días también se produjo la buena noticia de que el Senado de la República aprobó por unanimidad, acontecimiento histórico sin duda, la creación de la Guardia Nacional, en la que se tienen puestas las esperanzas para la atención de uno de los problemas más graves de la mayoría del territorio nacional en los últimos años: la violencia, la inseguridad y, de paso, la ausencia de gobierno tanto municipal, estatal y federal.
Contar con una herramienta eficiente para enfrentar este grave problema es impostergable. Así lo entendieron las fracciones parlamentarias que forman el Senado de la República adonde el proyecto de legislación correspondiente llegó con escasas expectativas de solución. La sorpresa de la unanimidad impactó en todos los sectores sociales, porque mostró no solamente la habilidad de la Junta de Coordinación Política que encabeza el senador morenista Ricardo Monreal Ávila, y en donde concurren los dirigentes de las fracciones parlamentarias del PAN, PRI, PES, PVEM, PRD y Morena, sino la sensibilidad de este órgano legislativo. El beneplácito de la sociedad, empezando por el presidente Andrés Manuel López Obrador, compromete a los legisladores a mantener esa línea de trabajo y de conducta.
Este viento fresco sopla también en Guerrero. En Acapulco, el Abierto Mexicano de Tenis abre otra vez la expectativa de que el bello puerto del Pacífico se niega a sucumbir bajo las redes de la violencia y la inseguridad. Seguirá el Tianguis Turístico y se perciben tiempos que podrían alentar buenos augurios, pero no es conveniente adelantar juicios sino esperar a los resultados.
Mientras diversas promesas de apoyos se anuncian en el estado y en Iguala se conmemora el Día de la Bandera en la ciudad donde se pactó la independencia y se inauguró el lábaro nacional, en diversos puntos del territorio guerrerense se siguen suscitando hechos ominosos.
Por el lado de los buenos augurios, estuvo en Acapulco el secretario federal de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Román Meyer Falcón, para anunciar un plan de mejoramiento y sustitución de vivienda, y de rehabilitación de su infraestructura y servicios, en las zonas de mayores carencias de Acapulco.
Lo mejor es que no se trata, esta vez, de un plan hecho en el escritorio de algún funcionario público, que generalmente no toma en cuenta las necesidades reales y preferencias de la gente, sino de un programa elaborado por investigadores y alumnos del Instituto Politécnico Nacional, quienes tampoco están a salvo de equivocarse, pero con toda seguridad estarán más cercanos del sentir común de la población.
Otra buena noticia la había dado el día anterior el delegado único del gobierno federal en Guerrero, Pablo Amílcar Sandoval, quien refirió que, dentro del Programa para el Fortalecimiento de la Seguridad, las ciudades con mayores índices de violencia recibirán de la Federación un incremento de recursos, hasta del doble, para atender la emergencia. En esa situación se encuentran Acapulco, la capital Chilpancingo y Chilapa.
Y vaya que se necesita atender la situación de violencia que se vive en todo el estado, agudizada en algunos puntos como los mencionados y otros más.
Esto es tan evidente, que algunos grupos de policías comunitarios de Tlacotepec, los mismos que hace unos meses ocuparon la zona aledaña a Filo de Caballos, y generaron el desplazamiento de cientos de habitantes, ahora han amenazado con bajar y tomar Chilpancingo si la situación de criminalidad persiste. Acusan ellos de negligencia al gobierno de Héctor Astudillo, quien se lo ha tomado con mucha tranquilidad, y asevera que el amago es parte de un enfrentamiento entre los grupos de autodefensas.
Por cierto, los desplazados de la ocupación de las poblaciones serranas por parte de los comunitarios tienen plantones en Chilpancingo, y desde hace poco más de una semana, a las puertas del Palacio Nacional, en la Ciudad de México. Afirman tener miedo, pues la ocupación de la policía comunitaria, aparentemente dirigida contra los narcotraficantes, en realidad se ha traducido en despojo de los hogares y las siembras de los pobladores de las comunidades y en el secuestro, leva o asesinato de algunos de ellos.
Y la violencia sigue en todas sus formas: noticias de ejecutados en la capital del estado, emboscada a la policía municipal con saldo de un muerto y un herido en Tlapa. Así en muchos sitios del estado, convertido en líder de la violencia y la inseguridad.
Mención aparte merece la situación en Zihuatanejo, en donde la rivalidad de dos grupos de delincuentes, el Cártel Jalisco Nueva Generación y Los Viagras, derivó en un atentado contra las instalaciones del diario El Despertar de la Costa, luego de lo cual ese medio de comunicación suspendió sus actividades, en lo cual lo secundó el diario ABC. Finalmente, no hay actualmente circulación de ningún periódico en ese puerto, de acuerdo a las múltiples versiones periodísticas de redes sociales, radio, televisión y prensa.
En ese panorama que parece el mismo, hay, sin embargo, buenos augurios, decíamos. Además de los buenos deseos, que también cuentan, esta vez la estadística da esperanza. La cifra de asesinatos en enero fue de 142, que son muchos, pero es la menor cifra en casi cuatro años, y Guerrero ha pasado del cuarto al sexto lugar nacional, aunque si se calculan los homicidios comparados con el número de habitantes, seguimos en el cuarto sitio.
Ya sabemos también que las actividades de turismo, entretenimiento y cultura van bien y se pondrán mejor en los siguientes meses. Y en Iguala, que mencionamos al inicio de estas líneas, la ceremonia en honor a la Bandera contó con un concierto ofrecido por la Orquesta Sinfónica de Acapulco. Nada mal.
Ojalá así fuera siempre.