EL-SUR

Miércoles 17 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Buscando caminos para la sustentabilidad urbana

Octavio Klimek Alcaraz

Abril 16, 2005

 

Recientemente, en los trabajos de consulta inicial, que hemos estado realizando para explorar la construcción colectiva de una Agenda 21 Local para Chilpancingo (ver artículo al respecto del 12 de febrero del presente año), hemos escuchado planteamientos de diversas personas sobre los problemas que cotidianamente enfrenta una ciudad no sustentable, en contraposición de lo que todos quisiéramos: una ciudad sustentable.

En general lo que se escucha es una profunda insatisfacción sobre lo que es hoy una ciudad como Chilpancingo y lo que antes fue o podría ser. Se comenta que Chilpancingo es una ciudad marginal del desarrollo de México. No hay industria, su economía aparentemente vive de la localización de las oficinas de gobierno, de la Universidad Autónoma de Guerrero, un poco de servicios financieros y comerciales. Aunque siempre sorprende el poder de la economía subterránea de lo informal y de lo no legal, que seguramente contribuye al crecimiento de la economía en la ciudad en una forma sustancial.

La actual ciudad de Chilpancingo, es producto para mal de décadas de gobiernos, en donde ha pesado más la intervención del gobernador, que del presidente municipal. Éstos últimos en general han estado supeditados a la voluntad del gobernador en turno. El resultado es la ciudad que hoy tenemos, con más sombras que luces.

Nuestra esperanza es aprovechar este momento de un gobierno elegido democráticamente en el orden estatal. Donde la ciudadanía participe y decida en el corto y largo plazo que se debe hacer con su ciudad y municipio. Ninguna maravilla, solo hacer un buen gobierno.

Chipancingo sufre como muchas ciudades una crisis. Es una ciudad que depende de insumos de la región o más allá de ella. Tenemos profunda dependencia del agua, los alimentos, la energía y toda clase de bienes y materiales usados en la vida urbana, en contraposición hay flujos negativos de la ciudad hacia la región cercana (descargas de aguas residuales, residuos sólidos y peligrosos). Aunque, también es Chilpancingo la ciudad que provee de empleo y muchos otros satisfactores a gente que vive en ciudades y poblados cercanos.

La ciudadanía de Chilpancingo vive preocupada por el caso del agua, que es un ejemplo clásico de interacción entre una ciudad y su región. El abasto de agua depende en mucho de la conservación de los ecosistemas forestales de donde proviene el agua. Lograr detener la destrucción de estos ecosistemas es pues una tarea prioritaria. Esto significa impulsar una política de atención y cooperación por la gente de Chilpancingo con aquellos que viven en esas áreas forestales. Tenemos que pagar lo justo por el suministro del agua.

Además, el agua es un derecho para toda la ciudadanía, los que más pagan por ella son los que menos tienen. No olvidemos el lema, que dice si el agua es poca al pueblo le toca. Es un tema, que debe abordarse y discutirse en forma prioritaria.

En Chilpancingo, como en tantas otras ciudades, se han agudizado los problemas de construcción del espacio urbano, hay una división marcada entre lo legal e ilegal, lo formal y lo informal, lo rico y lo pobre. No es una ciudad incluyente en el sentido donde todos tengamos igualdad de oportunidades en el acceso a los servicios y recursos.

La desigualdad social ha provocado restricciones de acceso a servicios públicos, multiplicación de zonas irregulares marginales por el crecimiento de la pobreza en el campo y en la misma ciudad. Espanta ver muchos de los sitios donde se pretende asentar la gente. Por otro lado, paulatinamente hay un fenómeno de segregación voluntaria de áreas de altos ingresos del resto de la ciudad para escapar a la inseguridad.

Requerimos instrumentos técnicos, legales, sociales y económicos que paren la anarquía territorial, crear incentivos para una utilización económica y cuidadosa de superficies, que además estén orientados en criterios ecológicos. Dirigir la inversión pública para generar ganancias para todos y no para unos cuantos.

El deterioro de la estructura física de ciudades como Chilpancingo, se refleja en el equipamiento urbano, en los servicios públicos básicos, la falta o los problemas con que operan las áreas recreativas y culturales. Agréguese, que las deficiencias en la operación del drenaje de aguas negras y la basura nos implican claros riesgos para el medio ambiente y la salud de los habitantes.

El proyecto de saneamiento del río Huacapa tiene que ser realidad, no se pueden seguir descargando aguas negras al río. Por qué no soñar, que gradualmente se convierta en un sitio para recreación y no lo que es hoy, solo una alternativa vial insalubre. Lo que no se debe permitir es que se sigan tomando decisiones miopes sobre esta área de tanta importancia para Chilpancingo al margen de cualquier consulta y discusión pública. El manejo integral de los residuos debe ser realidad, en donde se contemple la aplicación consecuente de actividades como reducir, reutilizar y reciclar los residuos antes de la disposición final. Además de que ya no hay sitios en torno a Chilpancingo para esto ultimo.

En fin, hay muchos otros temas que comentar para lograr hacer de Chilpancingo una ciudad sustentable. Donde Chilpancingo sea una ciudad en la que los logros alcanzados en el desarrollo social, económico y físico sean perdurables.

Debe quedar claro que lograr una ciudad sustentable es fundamental para el desarrollo social y económico, es ella motor del crecimiento; que la degradación del medio ambiente afecta adversamente la eficacia económica y la equidad social y obstruye la contribución de la ciudad al desarrollo; y que la degradación del ambiente se puede evitar, lo que se requiere es enfocar un manejo proactivo construido sobre una comprensión de las interacciones complejas del desarrollo y el medio ambiente.

Para lograr todo esto, se requiere un gobierno público más vigoroso mediante la participación de toda la ciudadanía. En el que haya mejor capacidad administrativa y de gestión; un uso más eficaz de los recursos técnicos y financieros disponibles; mejor información ambiental y conocimientos técnicos; y una mejor toma y adopción de decisiones en todos los ámbitos.

 

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