Octavio Klimek Alcaraz
Abril 14, 2007
En la página electrónica del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
se encuentra el Informe Final para México de la Autoevaluación de Capacidades Nacionales para la Instrumentación de las Convenciones sobre Diversidad Biológica, Cambio Climático y Combate a la Desertificación (http://www.undp.org.mx/CapacidadesySinergias/). En el texto inicial de la Presentación del Informe queda manifestado la importancia para el país de este Informe: “El desafío que representa para México el uso sustentable de sus recursos naturales, así como la adecuada gestión del entorno ambiental exige, además del capital humano, institucional, financiero y científico de que dispone el país, de una visión más interconectada y sistémica en la solución de los problemas ambientales mundiales relativos a la biodiversidad, la desertificación y el cambio climático”. La mencionada evaluación se llevó a cabo de junio de 2005 a septiembre de 2006, en el marco de la Iniciativa Global de Desarrollo de Capacidades y con el apoyo del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y el citado PNUD. El texto del Informe se titula Capacidades y sinergias. El desafío ambiental en México (Noviembre de 2006). El proyecto fue coordinado a nivel nacional por la maestra Diana Ponce Nava, actual Procuradora Ambiental y del Ordenamiento Territorial del Distrito Federal, además coadyuvaron la maestra Carolina Fuentes, responsable del tema de cambio climático, el matemático Alberto Aldama, encargado del tema de diversidad biológica, y el doctor Gonzalo Chapela, en el tema de desertificación y sequía. Hay que recordar que desde 1992, durante la Cumbre de Medio Ambiente y Desarrollo se ratificó que una de las condiciones fundamentales para el tránsito hacia el desarrollo sustentable es lograr la instrumentación de capacidades. De hecho en el capítulo 37 de la Agenda 21 se señala que el mencionado tránsito hacia el desarrollo sustentable es un fundamento básico el desarrollo de las capacidades sistémicas, institucionales y de recursos humanos. En esta iniciativa global participan a finales del año 2006 158 países, y en particular se enfoca a evaluar como los países están dando cumplimiento a los compromisos contraídos mundialmente. Para ello, en particular se han considerado las convenciones globales de biodiversidad, cambio climático y combate a la desertificación, oficialmente denominadas Convenio sobre la Diversidad Biológica, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación. En el caso particular de México es interesante conocer cómo se esta dando respuesta a los compromisos que el país ha adquirido como firmante de las citadas convenciones. En el documento del informe se analizan y presentan los principales avances y logros, las fortalezas y debilidades de las capacidades actuales y, las posibles áreas de oportunidades para que México cumpla con los compromisos de las citadas convenciones. Para la realización del informe se llevaron a cabo diversos talleres y consultas, en donde participaron representantes y especialista de las dependencias de los tres órdenes de gobierno responsables de la gestión ambiental y de los recursos naturales, expertos del medio académico, del sector privado, de organizaciones de la sociedad civil y de organismos internacionales. Dentro de las conclusiones más relevantes del diagnóstico del Informe se puede señalar que: existe un mayor desarrollo en la gestión de temas relacionados con la diversidad biológica, seguido por los del cambio climático, en tanto que el tema de desertificación, muestra un avance menor. La principal ley ambiental del país, la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, cuyo enfoque integrador es reconocido internacionalmente, se ha ido debilitando por la promulgación de múltiples leyes con visión sectorial, en materia de gestión ambiental recursos naturales (residuos, recursos forestales, vida silvestre, agua, desarrollo rural, entre otras). Además existe un marco normativo confuso y limitado para la descentralización del gobierno federal a los gobiernos locales. Al respecto, las atribuciones otorgadas a las autoridades administrativas federales han aumentado dramáticamente en los últimos años, sin que dicho crecimiento haya venido acompañado de los recursos humanos, financieros y materiales correspondientes. Lo anterior propicia además una enorme desventaja de las autoridades ambientales federales frente a otros sectores de la propia administración federal encargadas de los sectores productivos y, en particular, frente a las autoridades federales económicas y financieras que, prácticamente, no incorporan en su toma de decisiones la variable ambiental. El surgimiento del servicio civil de carrera representa un avance importante, que podrá contrarrestar las altísimas tasas de reemplazo de funcionarios y especialistas en el sector. Aquí se debe agregar, que es indispensable y urgente en los tres órdenes de gobierno empezar a seleccionar al personal del sector ambiental por su perfil profesional y no por clientelismo político. La agenda de transversalidad ambiental es hasta ahora sólo un mecanismo informal de trabajo que debe ser fortalecido. Durante los trabajos de los foros de negociación de las tres convenciones de Cambio Climático, Biodiversidad y Desertificación, de áreas y temas en las que se pueden generar sinergias entre estas convenciones, se identificaron al menos 100 líneas estratégicas que permiten fortalecer al sector ambiental desde los órdenes individual, institucional y sistémico. De este universo, se proponen 10 de ellas como prioritarias a partir de su potencial para generar sinergias, siendo susceptibles de traducirse en proyectos específicos. Las 10 líneas estratégicas de acción prioritaria para el desarrollo de capacidades nacionales son: – Desarrollo de un código ambiental y de los recursos naturales, que recupere la tendencia integradora de la gestión. – Desarrollo de reglas claras para la descentralización de la gestión ambiental y de los recursos naturales a los estados y municipios, incluyendo la evaluación y seguimiento de metas y objetivos, así como escrutinio público. – Establecer una agenda de transversalidad con la participación de sectores que hasta ahora no han sido considerados en la agenda ambiental, principalmente los sectores financiero, económico y productivo. – Fortalecer financieramente los Consejos Consultivos de Desarrollo Sustentable y otros Consejos, así como promover su participación en la toma de decisiones y ampliar, además, la agenda temática en la que intervienen. – Promover proyectos conjuntos de investigación en temas relevantes para las tres convenciones, que formen parte de las prioridades nacionales de México. – Desarrollar un sistema de monitoreo, observación y alerta temprana de eventos hidrometeorológicos, desertificación y sequía e impactos a la diversidad biológica. – Promover el diseño, elaboración, ejecución y evaluación de proyectos específicos cuyas acciones permitan cumplir con las obligaciones derivadas de las tres convenciones. – Promover el desarrollo de habilidades individuales e institucionales –en el sector gubernamental y todos los sectores de la sociedad civil– para incluir la perspectiva de género y para dar un trato equitativo a los pueblos indígenas de México, tanto en la planeación ambiental como en el uso de los recursos naturales. – Desarrollar capacidades individuales, institucionales y sistémicas para la formulación de un Programa Nacional de Adaptación que de manera holística incluya el cambio climático, la biodiversidad y el combate a la desertificación. – Desarrollar capacidades individuales para una participación social más articulada en el seguimiento de las negociaciones internacionales en materia de cambio climático, diversidad biológica y combate contra la desertificación. Finalmente, espero realmente que este extenso e importante documento no sea ignorado, y realmente se apliquen sus recomendaciones. P. D. Mi solidaridad con la familia de Amado Ramírez, esperando que haya justicia. |
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