EL-SUR

Sábado 04 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Opinión

Carla Guelfenbein: rara avis

Adán Ramírez Serret

Diciembre 23, 2022

Carla Guelfenbein (Santiago, 1959) es una rara avis porque a diferencia de muchos autores –por no decir la mayoría–, escribe libros mejores luego de haber ganado un premio muy importante, el Alfaguara 2015 por la novela Contigo en la distancia y de ser bastante leída. Además de la novela premiada tiene El resto es silencio, novela sutil y dolorosa capaz de tocar el vacío de los sentimientos por medio de las palabras, de la escritura.
La autora ahora vuelve con La naturaleza del deseo, novela que busca altos vuelos al narrar una historia de amor, de erotismo con momentos de sexo bastante explícitos. Se enfrenta a un género difícil, pues del sexo y del amor se ha escrito mucho. Y este terreno por excelencia de la novela, es el lugar en donde es fácil ser cursi y el peligro es ser predecible.
Sin embargo, hace todo de manera brillante. Desde la propia narradora y personaje principal que se parece a la propia autora: es chilena, vive en Inglaterra y es una novelista en ciernes. Justo el pasado de Guelfenbein, sin embargo, no es ella. Nos habla de sí misma dándonos tan solo la inicial de su nombre: S. Es decir, explora un terreno conocido al escribir sobre una mujer que se parece mucho a ella, al mismo tiempo que se distancia construyendo un personaje para contar la historia de esta mujer.
Para cuando comienza la novela, S nos dice que hablará de una relación que terminó con un terrible silencio. Anticipa el fin de la historia de amor, lo cual es brillante, porque sabemos que terminará, pero no cómo sucederá. Algo muy parecido a la vida. Al futuro al que se enfrentan los seres humanos.
Cuando S comenzó la relación con F se encontraba sumergida en una brutal depresión causada por la terrible pérdida de un hijo. Madre de una niña y un niño, pierde al varón en una plácida tarde en un tranquilo parque de Londres. A partir de aquí, su vida, que hasta entonces era plena, se vuelve un vacío del que no puede volver. Deja de sentir y apenas tiene la fuerza para seguir siendo la madre de su hija, pero no para ser esposa y mucho menos para comenzar una nueva relación. Así que se recluye en la soledad, escribiendo y viendo a pocas personas.
Pero el tiempo pasa, y en algún momento coincide con un chileno al que había conocido en su juventud. Fue un momento que a ella se le quedó grabado: S caminaba sobre un quebradizo lago congelado, y este hombre, F, la salvó.
Ahora se encuentran en Inglaterra, han pasado los años, él es un abogado importante, casado, vive en Chile, pero viaja mucho. Comienzan por charlar, aventuran unos pasos hacia el romance, pero ella sabe que no puede. Sin embargo, con el paso de los días vuelve el vacío y ella se pregunta si acaso debe dejar pasar la oportunidad, o aventurarse con la esperanza de volver a sentir.
La novela va contando los pasos de la conquista. El anonimato al que ella se enfrenta al ser la amante de un hombre casado, mezclado con el placer de volver a ser deseada, a descubrir una pasión desenfrenada por primera vez en su vida.
Guelfenbein explora el deseo, la novela es un laboratorio para saber hasta dónde puede llegar la líbido sobre la razón; hasta dónde la carne es poderosa.
La naturaleza del deseo explora los pasos de los amantes que saben que van directo hacia el fin, pero que no pueden parar, e incluso, es eso lo que brinda la emoción; la electricidad que sienten en cada nuevo encuentro en una ciudad diferente. Su relación es lo opuesto a “hasta que la muerte los separe”. Es descubrir lo efímero y habitar, hacer parte de la vida el final. Explorar la naturaleza del deseo.
Carla Guelfenbein, La naturaleza del deseo, Ciudad de México, Alfaguara, 2022. 296 páginas.