La detención de Santiago Mazari Hernández alias El Carrete o El Señor de los Caballos, narcotraficante y presunto líder de Los Rojos, puede resolver en gran medida la principal duda en el caso Iguala: el paradero de los estudiantes normalistas desaparecidos.
Ante el giro que han dado los acontecimientos con esta captura, y ya desprovista de prejuicios e intereses políticos (como espero que así sea), la investigación que desarrolla la Comisión de la Verdad seguramente resolverá esta incógnita que mantiene una herida abierta en el corazón de Guerrero y el país.
La detención de este sujeto, es la posibilidad de encontrar a los jóvenes vivos o muertos, ya que él (El Carrete), señala a un presunto responsable de la desaparición de los estudiantes, y asegura que conoce el lugar donde estarían enterrados.
Santiago Mazari es ese personaje que el miércoles 18 de febrero colocó mantas en diferentes municipios de Morelos, con mensajes que envió a los padres de los estudiantes (El Carrete y sus nexos con el caso Ayotiznapa, Proceso, 2 de agosto de 2019), quienes lo buscaron y estuvieron dispuestos a encontrarse con él, en aras de conocer el destino de sus hijos. El encuentro no se concretó.
De resultar cierto lo que afirma El Carrete, nos estaremos acercando al desenlace de un evento que conmovió y llenó de indignación a millones de personas, pero también mostró la forma malévola en que puede operar el poder.
El Carrete también es señalado en la Recomendación No. 15VG/2018 “CASO IGUALA” que hace la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. De ese documento, cito textual: “El problema del narcotráfico ha permeado a todos. Baste observar lo que ha ocurrido en la Normal de Ayotzinapa y que ha quedado detalladamente descrito en el apartado “Situación de la Normal Rural ‘Raúl Isidro Burgos’ al día de los hechos”, en donde hay alto índice de adicción y tráfico indiscriminado de drogas con el consentimiento y complacencia de los directivos escolares. (…) A ese grupo estaba integrado el estudiante a quien se identifica como La Concha, normalista que dentro de la estructura organizacional estudiantil, ocupaba el cargo de ‘delegado fraterno’”. Todos quienes integraban este grupo eran originarios y provenientes del estado de Morelos, sitio de influencia de la organización criminal de Los Rojos, liderada en esa plaza por Santiago Mazari Hernández El Carrete o El Señor de los Caballos.
Los hechos de Iguala tienen un mayor significado para el país, porque fueron utilizados con fines aviesos para desestabilizar a Guerrero. Hay mentiras, dudas, agravios, quebranto y desvío de la ley que deben ser investigados.
Sé que caerá el mito de que mi gobierno protegía al entonces alcalde de Iguala. En todo momento se enteró a la PGR de las denuncias que existían en contra de José Luis Abarca Velázquez. Derivado de las averiguaciones previas y declaraciones ministeriales que envió la Fiscalía de Guerrero, la autoridad federal inició la averiguación previa SEIDO/UEIDMS/439/2014. Tan es así que en fecha 2 de julio de 2014, solicitaron informes a su delegado estatal sobre un importante aseguramiento en la colonia San Miguelito, lo cual guardaba relación y/o derivó de lo dicho por Ernesto Pineda en la misma declaración, donde señaló los vínculos y la “colusión” entre Abarca y Guerreros Unidos.
También sería interesante conocer si de verdad existe una investigación interna en la PGR, realizada por el visitador César Alejandro Chávez Flores, pesquisa que conduciría a un personaje oscuro como Humberto Castillejos, en ese entonces consejero jurídico de la Presidencia; Tomás Zerón, director de la Agencia de Investigación Criminal, señalado por sembrar evidencias en el río Cocula y Luis Miranda, subsecretario de Gobernación cuando ocurrieron los hechos de Iguala, quien manejaba el Cisen a su antojo.
Confío en que la propia actuación de la PGR será investigada y quien resulte responsable en cualquier orden de gobierno.
Que gire la rueda de la justicia y tope con lo que tope. Poco a poco, la verdad se abre camino.

Del anecdotario

Efrén Anica, mejor conocido como El Primo, fue muy famoso por su modesto restaurante localizado a un costado de la avenida Cuauhtémoc; su sentido del humor y su enorme capacidad para persuadir a cualquier comensal eran únicas.
Alguna vez me platicaba:
–Mira parientillo, la verdad es que me está yendo muy bien en la venta de mariscos, especialmente con los chilangos porque han corrido la voz que yo vendo un afrodisiaco que se llama “El Viril”.
–¿Y eso qué es parientillo? –pregunté.
–Pues es orégano que le pongo a mis mariscos y ellos creen que tiene poderes mágicos.
“Un día llegó un chilango recién casado y pidió un ceviche, y me hizo de señas que le pusiera ‘Viril’ y la esposa lo notó y me dijo:
Oiga primo, póngale lo mismo que a mi marido pero doble…
“La verdad me puse nervioso y no me pude negar, y no me lo va a creer.., al siguiente día llegaron los recién casados al puestecito, ¿y qué cree?…”
–¿Qué? –pregunté.
–El hombre venía lleno de rasguños porque seguramente “El Viril” había tenido sus efectos.
Cada vez que llegaba un nuevo cliente, le hablaba con toda familiaridad como si se conocieran de muchos años.
–Primo, ¡qué bueno que viniste!… Les decía.
–Ya sabes… Tú tienes un descuento del 20 por ciento. Y el chilango se sentía halagado. A valores entendidos con su esposa, cuando llegaba la cuenta, bastaba decirle “ataca nena”; ella ya sabía qué hacer.
Cómo nos haces falta parientillo. Hoy tu hijo es un digno sucesor de tu legado…
La vida es así.