EL-SUR

Martes 16 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Cien días, el tiempo vuela

Abelardo Martín M.

Enero 25, 2022

 

Hace ya más de tres años, aunque pareciera pronto, que la Cuarta Transformación, encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, asumió el gobierno federal y ha avanzado en contra de adversarios, enemigos, resistencias, inercias y complacencias fruto de la soberbia, ese pecado tan característico de quienes detentan algún poder personal, económico o político.
El tiempo, imparable e inalcanzable, coloca todo en su lugar. Por eso, la recomendación que reciben prácticamente todos quienes detentan poder va en el sentido de “no perder piso”, mantenerse firmes con los pies bien anclados en “la realidad”, no escuchar los cantos de sirenas, o sirenos, buenos para el elogio, la información incompleta, sesgada o falsa, para preservar intereses o impedir los urgentes y siempre aplazados cambios que, en el país, y en Guerrero, siguen pendientes.
El próximo jueves Evelyn Salgado ha anunciado un balance de los primeros cien días de su gestión al frente del gobierno del estado, en un evento que por lo que se ha dado a conocer tendrá toda la formalidad de un informe de gobierno, con la asistencia de los otros dos poderes locales e invitados especiales.
“Tenemos mucho que compartir”, ha dicho la gobernadora a propósito de lo que informará, aunque se ha abstenido de entrar en detalles de los resultados, aparentemente avances.
Desde que fue instituida y se generalizó, aunque por supuesto no figura en ninguna ley u ordenamiento, la costumbre de hacer un balance de acciones al cumplirse el lapso de los primeros cien días de un gobierno, ha mostrado su utilidad para ostentar el empuje y la capacidad de un nuevo régimen para emprender transformaciones en beneficio de la población.
Por supuesto es un espacio muy pequeño para demostrar una real eficacia, pero es posible, con imaginación y mercadotecnia, transmitir la sensación de que todo está cambiando, para bien, por supuesto. Casi todos los gobernantes han caído en las garras de los modelos de comunicación social o institucional basados en la promoción de la persona y ninguno en los resultados de la sociedad, a través del gobierno electo. No es la persona la que logra los resultados, es el trabajo de la comunidad, de la sociedad, la que avanza o retrocede, eso sí bajo la dirección o directriz de sus gobernantes o líderes. La mayoría de los gobiernos que han optado por el maquillaje o la información superficial han pagado caro su ignorancia en materia de comunicación. Todos, o casi para no parecer tajantes, pierden las elecciones, el proceso auténtico que valida o cancela el proyecto político del gobernante. Convertir a los medios de comunicación o los mensajes de gobierno en una suerte de espejo personal, es la trampa en la que la mayoría de los políticos y los gobernantes han caído, desafortunadamente para la sociedad. La información, objetiva, abundante, cotidiana, debiera enfocarse a todas las actividades del gobierno, pero con la perspectiva de la sociedad y no sólo de la persona.
A ello contribuyen tanto un nuevo discurso y el uso de imágenes y “slogans” originales, hasta la real puesta en marcha de medidas y programas de gobierno que pueden mostrar algunos resultados y marcar la diferencia. Por supuesto hay quien hace trampa y, por ejemplo, inaugura obras o entrega beneficios de acciones que emprendió el gobierno anterior, pero que no alcanzó a concluir durante su mandato.
En breve conoceremos el balance que presente la gobernadora, más allá de las rúbricas que requieren del sustento de logros concretos y beneficios tangibles. Pero a reserva de conocer sus datos, las cifras oficiales muestran poco avance en los temas más relevantes y de mayor urgencia.
Uno de ellos es el de seguridad, en el cual la más reciente encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en zonas urbanas, muestra que los habitantes de Acapulco, Chilpancingo y Zihuatanejo, se sintieron más inseguros en el último trimestre del año pasado, lapso que ya corresponde casi en su totalidad al gobierno actual.
El número de homicidios no se reduce, y ocurren casos lamentables del rubro que más agrade a la sociedad, los feminicidios. La gobernadora incluso se ha referido a este incremento de la violencia.
En un caso emblemático por sus características, la Comisión Nacional de Derechos Humanos demandó al gobierno de Guerrero investigar bajo el protocolo de feminicidio el caso de Delfina Ramírez, una mujer que fue detenida por policías municipales en la Montaña Baja a mediados del mes, y luego fue encontrada sin vida.
No es el único caso, más bien su frecuencia preocupa en un gobierno que desde su arranque ha sostenido que como nunca se ha priorizado la atención a las mujeres, en el cual se ha sostenido que “hay grandes avances”.
Otro gran tema es la economía, asunto de fondo que desde siempre ha impedido el desarrollo de Guerrero. Diciembre, ya lo sabemos, es recurrentemente en el puerto y en otros puntos visitados en el estado, el gran espejismo por la fiesta, la derrama económica, la oleada de turistas y la ocupación hotelera.
Pero el auge es muy temporal y localizado, y en Guerrero la cuesta de enero se prolonga hasta la Semana Mayor. Algo más imaginativo tendría que ponerse en marcha en materia productiva para desarrollar el potencial de la entidad.
Mientras los cien días se cumplen en Guerrero, en el país el tema del fin de semana fue el inesperado internamiento hospitalario del Presidente de la República y su anuncio de que dispone ya de su testamento político, lo que dió pie a múltiples y variadas especulaciones que distraen y alientan a los opositores a atacar a la Cuarta Transformación.
Hasta hoy, el presidente goza de cabal salud, tiene el ánimo y la fuerza para seguir empujando el cambio promovido por su gobierno y los resultados continúen siendo positivos para los pobres, en primerísimo lugar, y para el reordenamiento de un país, como el estado, que sufrió la irresponsabilidad, la incapacidad o el abandono en las últimas décadas. Ojalá todo sea como dice la información oficial, con sus vacíos y omisiones, que el Presidente preserve la mejor salud y goce de una vida aún larga, por el bien de todos.