EL-SUR

Martes 30 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Ciudadanía modorra

Florencio Salazar

Enero 15, 2024

Los ciudadanos han asistido
a la creación de un
estado de opinión.
Alfonso Guerra.

Criticar es el tema de las campañas político-electorales. La polarización está alejando a los actores políticos del debate sobre el proyecto de nación. Efecto de la cuarta revolución industrial es el remplazo de la información por los datos digitalizados que, por sus características, provoca que las ocurrencias ocupen el lugar de las ideas. Emblema de lo que está ocurriendo es la imagen de cervezas y botanas y los desparpajados comentarios en el destape del candidato presidencial del Movimiento Ciudadano. La política pierde seriedad.
La tecnología es un medio que debe servir en la aplicación de estrategias innovadoras para llegar al electorado; pero no es todo. A la gran masa hay que enamorarla, cautivarla, hacerla parte del proyecto. Lograrlo requiere pasar de la emoción a la conciencia para obtener la aceptación; cerrar el círculo de la adhesión firme. Es decir, conmover-pensar-convencer. Si faltara alguno de los tres eslabones el enfoque quedaría en segmentos de intelectuales, de líderes y dirigentes, con las clases populares fuera del radar. La estrategia debe agrupar la tríada para escalar y envolver.
No obstante el voto duro (el histórico de los partidos y el ya decidido), se necesita que la efervescencia del mensaje pase al estado partidario linfático; lo cual se obtiene haciendo que la credibilidad, la imagen y la simpatía por determinada aspirante, se propague con la misma intensidad con la que se llena una represa; en toda su amplitud y niveles de profundidad. Esto es, organizar a los ciudadanos, concientizarlos de la importancia de su voto y comprometerlos para que salgan a votar. Implica organizar la operación política territorial. Llamo estado partidario linfático a la triada del conocimiento, la organización territorial y la inmunidad a la presión o amenaza que pueda tergiversar la intención del sufragio.
Como toda actividad humana la política es de buenos y malos contra malos y buenos. En El pez en el agua Mario Vargas Llosa relata su experiencia como candidato a la presidencia de Perú. Llegó a la campaña como agua fresca sumando a la gran mayoría de organizaciones y obteniendo numerosas simpatías ciudadanas. ¿Por qué perdió las elecciones? En alguna de las varias oportunidades que he tenido de conversar con él, le pregunté si haber rechazado acuerdos con los grupos políticos tradicionales, con la idea de no tener ataduras en su mandato, habría provocado el retiro de las fuerzas de apoyo, que voltearon hacia Fujimori. Me dio la razón. Por ello, los dirigentes partidistas y responsables de la coordinación de campañas electorales deben tener capacidad y experiencia sobre la utilidad de los cuadros políticos: para qué, cómo y en dónde son útiles. El político que no entienda que la realidad no es un paisaje celestial está fuera de lugar y con sus prejuicios puede hacer mucho daño a la causa que sirve. Se trata de dejarse ayudar sin perder el rumbo ni extraviar el objetivo. Como Odiseo, superar adversidades.
La figura del Tlatoani sigue vigente. La estructura autoritaria es necesariamente vertical. Se advierte en el sobrepeso del Poder Ejecutivo por encima del Legislativo y el Judicial; y se refleja en la falta de solidez de nuestras instituciones democráticas, que creíamos firmes y definitivas respecto a su misión y flexibles en su perfeccionamiento. Hoy el principal contrapeso al poder está en los medios y no, como muchos creen, en la sociedad civil. En Egipto el presidente Hosni Mubarak, después de 20 años en el poder, renunció en febrero de 2011 por la movilización de millones de ciudadanos protestando por la corrupción, la falta de libertades y el rechazo a un gobierno abusivo. Es la llamada Primavera árabe, que tuvo su punto nodal en la gran manifestación de la Plaza Tharir de El Cairo.
¿Qué ha pasado en México después de las masivas movilizaciones? Los ciudadanos han salido a defender al INE y a la Suprema Corte, sin resultados. Hoy el INE es proclive al poder y la Corte está sometida al ataque sistemático del Ejecutivo. En México los ciudadanos se organizan para acudir a la protesta, participan en el colectivo y luego regresan a sus casas a seguir su vida como siempre. Por ello, más allá del efímero protagonismo mediático, no ha habido consecuencias para el gobierno y este sigue actúando de acuerdo con sus propósitos. Somos una ciudadanía modorra.
Es un error suponer que la sociedad civil es suficiente para sacar adelante a la oposición. Los operadores políticos son indispensables para articular a los ciudadanos y militantes el día de las elecciones. Supongo que en Guerrero ya se dio por perdida la elección presidencial. A los representantes de la sociedad civil no se les ve ni se les conoce. Los partidos están en sus acuerdos. Urge un ajuste. Innovar no es improvisar; saturar de imágenes a los convencidos no es atraer más electores; alejar a los políticos profesionales –incluyendo a los tradicionales– no significa más sociedad civil. Una campaña que no suma, divide.
Y el tiempo vuela.