EL-SUR

Miércoles 24 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

LA POLÍTICA ES ASÍ

Claroscuros en la reforma educativa

Ángel Aguirre Rivero

Mayo 17, 2019

Poner sobre el papel el mejor de los mundos posibles en el ámbito educativo en entidades como Guerrero, pone en duda su viabilidad, sobre todo por el costo financiero de aplicar la reforma educativa sin el concurso del gobierno federal. Sin embargo hoy se establecen nuevas bases que, de verdad, espero tengan éxito.
Siempre sostuve cuando fui gobernador que entidades como la nuestra, al igual que Oaxaca, Michoacán y Chiapas deberían recibir un trato diferenciado en cuanto a la forma de evaluar a nuestros maestros, pues no es lo mismo un niño que crece y estudia en Nuevo León, Chihuahua o Coahuila, a uno que crece en algunas de estas entidades, quienes muchas veces obtienen un solo alimento al día.
Alguien me decía alguna vez que los niños de la Montaña se dormían con facilidad en las aulas, a lo que respondí: –desde luego que sí, pero no porque no les guste el aprendizaje, sino por las enormes condiciones de pobreza en que viven.
Lamentablemente, nunca encontraron eco mis palabras, lo que derivó en uno de los confictos más severos durante mi gobierno.
Lo cierto es que el país no puede paralizarse en un debate interminable de los actores de la educación. Es importante que haya avances y eventualmente, se hagan correcciones en el camino, esa es la tarea y responsabilidad del legislador. Todo es perfectible.
Hasta ahora con estas reformas, se busca resarcir los daños causados a los derechos laborales del magisterio, eliminando las evaluaciones punitivas, que condicionaban la permanencia o la promoción, proponiendo en su lugar, valoraciones de carácter formativo de capacitación y actualización.
Es importante que la Reforma Educativa que promulgó el Ejecutivo Federal, haya sido producto de una consulta en la Cámara de Diputados, el Parlamento Abierto legitima los procesos legislativos.
En tanto que la rectoría del Estado signifique que se termina con la venta de plazas, se cumpla el compromiso de federalizar la nómina magisterial en las entidades y se fije las bases de un modelo educativo virtuoso, estaremos avanzando.
Establecer en la ley la obligatoriedad de la gratuidad de la educación superior, requerirá en la realidad un descomunal esfuerzo presupuestal. No basta poner en el papel que no se va cobrar el ingreso a los aspirantes a la Máxima Casa de Estudios.
Insisto: si en el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2020, no se contemplan recursos para dar piso a los buenos propósitos de estas reformas, será complicado verlos reflejados en los hechos.
Cambiar el término “calidad” por “excelencia” en la educación en el texto constitucional, me parece una buen trancisión, el restablecimiento del concepto autonomía universitaria, así como la educación diferenciada por regiones.
También creo que será un avance que en las escuelas de educación básica con alta marginación, se impulsarán acciones que mejoren las condiciones de vida de los educandos, con énfasis en las de carácter alimentario.
Como también lo es ofrecer respaldar a estudiantes en vulnerabilidad social, mediante el establecimiento de políticas incluyentes transversales.
Ver para creer.

Del anecdotario

A Sabás Molina (originario de Ayutla), lo conocí siendo un jovencito. Desde entonces nos hicimos buenos amigos… Él es ejemplo de lealtad y amistad.
Un día se desapareció de Chilpancingo y ya no supe más de Sabás.
Pasados algunos años recibí una postal desde Alaska que dejó admirados a mi hija Laura y Ángel, pues no podían concebir que yo tuviera un amigo en ese fascinante lugar que siempre he querido conocer.
Se trataba de Sabás, quien después de su estadía en Stockton, California, para aprender inglés, había tomado la decisión de vivir una aventura extraordinaria en la lejana Alaska.
En mayo de 1989, “Sabasito” como cariñosamente le llamo, había cumplido los requisitos para trabajar en un barco de la época de la Segunda Guerra Mundial.
Le enviaron su boleto de avión para trasladarse a Anchorage, Alaska y una lista de cosas que debería llevar.
De Anchorage, abordó un bimotor para trasladarlo a Dutch Harbor y luego en un pequeño helicóptero de 4 plazas hasta llegar a su destino, el barco Alaska Packer.
Al abordarlo me cuenta Sabás: –me tapaba la boca y la nariz por el penetrante y fétido olor a pescado en cubierta.
Comenzó a interactuar con alemanes; polacos; rumanos; africanos; turcos; filipinos… Todos con un aspecto de presidiarios, sus miradas eran desafiantes y hostiles.
Sabás estaba consciente de los riesgos que corría exponiendo su vida, pero siempre actuó con inteligencia y prudencia, amén de llevar una navaja o cuchillo ante cualquier eventualidad.
En su travesía desde las Islas Aleutianas llegó hasta el Estrecho de Bering. Vivió temperaturas que llegaban a los 40 ó 50 grados bajo cero, pero también disfrutó de la vista de osos polares; elefantes marinos; focas; delfines, enormes ballenas y de auroras boreales como un paisaje indescriptible como él lo define.
Todo era blanco. Pasaban meses sin mirar tierra, pero poco lo sentía, pues el trabajo era muy duro con la pesca de salmones, cangrejos de más de 5 kilos y el pez halibut que llegan a medir más de 4 metros con un peso de 400 kilogramos.
Sabas se decía a sí mismo: –¿con un pescado de este tamaño a cuántos ayutlenses daría de comer?
La historia de Sabás nos muestra que los guerrerenses somos un pueblo intrépido y de trabajo.
Me platica que ocasiones salía a la cubierta a fumar un cigarro y se hacía una pregunta: –¿quién es más salvaje, el hombre o el animal?
Hoy Sabás ha regresado a su terruño querido, pero siempre llevará en su memoria este fascinante viaje que lo marcó para toda su vida. Sus historias sabrán disfrutarlas sus nietos…
La vida es así.