EL-SUR

Sábado 04 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Opinión

Coahuila, la traición

Arturo Martínez Núñez

Enero 17, 2023

La situación en el estado de Coahuila en donde la postulación de un candidato fuera de la coalición Morena-PT-Partido Verde, pone en riesgo la victoria en aquella entidad, nos previene de lo que puede venir sin una política clara de alianzas de cara al 2024. Ricardo Mejía Berdeja, priista de nacimiento, convertido al Movimiento Ciudadano del que fue diputado federal y local, y por arte de magia autodenominado paladín de la 4T cuando apenas en 2018 había sido candidato de la coalición PAN-PRD perdiendo estrepitosamente el distrito cuatro federal de Acapulco. Ricardo fue rescatado por Alfonso Durazo compañero suyo desde la época de Luis Donaldo Colosio y sin ningún mérito político ni conocimiento en la materia fue nombrado subsecretario de Seguridad Pública federal para sorpresa de muchos. A partir de esa plataforma recordó súbitamente que era coahuilense e intentó en vano hacerse con la candidatura de Morena al gobierno de aquella entidad. Al no lograrlo y deshonrando el compromiso que había suscrito acerca de respetar el resultado de las encuestas, renunció al gobierno federal y aceptó ser abanderado por el PT en una aventura que suena más a acuerdo en lo oscurito con el PRI, que a una verdadera candidatura con intención de ganar. Mejía y el PT no pueden ganar la elección de Coahuila, pero sí pueden hacer que Morena pierda.
Esto seguirá ocurriendo mientras lo único que se tome en cuenta a la hora de nombrar candidatos sea el pragmatismo. En Morena todas y todos son bienvenidos pero cada vez queda más claro que hay muchos recién llegados que a las primeras de cambio están dispuestos a irse si no logran sus objetivos personales.
Lo que ocurre en Coahuila puede ocurrir en el resto del país si en 2024 no se maneja con humildad, con habilidad y con inteligencia la integración de las listas de candidatos y candidatas. En estos tiempos hay muchos personajes metidos a políticos que están dispuestos a incendiar su casa con tal de ver arder la del vecino.
De la misma manera los cañonazos de dinero estarán a la orden del día y más de un suspirante estará dispuesto a vender su alma al diablo si no le cumplen sus caprichos. Coahuila es una llamada de atención, Mejía será juzgado por la historia, por los electores y por sus compañeros de movimiento. El PT podría cambiar su historia y su fama de ser un partido acomodaticio y oportunista, pero por lo visto no piensan hacerlo.
Algo tendrían que decir los que trajeron a Mejía a Guerrero y lo intentaron vender como hombre de izquierda y de convicciones progresistas; queda claro que no será así y que los que ya preparan las maletas ante la eventual derrota en el proceso interno de su precandidato, estarán negociando ya con la Federación del Mal para venderse a cambio de unas cuántas plurinominales. Estamos a tiempo de evitarlo, estamos a tiempo de que no haya sorpresas porque en política no existen las sorpresas sino los sorprendidos.