EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Coahuila: una estrategia de seguridad exitosa

Rubén Aguilar Valenzuela

Mayo 25, 2022

En Coahuila, durante el gobierno de Rubén Moreira Valdez (2011-2017), se implementó una estrategia que en seis años redujo los asesinatos por rivalidad delincuencial en 92.14 por ciento y los homicidios dolosos en 87.0 por ciento.
El gobernador y Rubén Aguilar Valenzuela escriben Jaque Mate al crimen organizado. Coahuila: Una estrategia multidimensional, para la paz (Planeta, 2022). El Prólogo es de Jorge G. Castañeda.
En el texto se describe, paso a paso, la estrategia multidimensional, compuesta de quince elementos, que permitió el abatimiento de los niveles de violencia en el estado.
Es evidente que la estrategia de “guerra” para enfrentar la violencia y al crimen organizado que siguió Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018) no funcionó.
Y tampoco la de “abrazos y no balazos” de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), que ha incrementado los niveles de violencia y los asesinatos dolosos en el país.
No es el gobierno federal, sea cual sea su estrategia, quien puede resolver el problema de la violencia en los estados. A pesar de la evidencia se continúan con la operación de estrategias equivocadas, que han mostrado su fracaso.
La tesis que los autores sostienen, con base en la experiencia y resultados del gobierno de Coahuila (2011-2017), es que el problema solo se puede resolver cuando el gobernador, en el marco de una estrategia multidimensional, se decide enfrentarlo.
Lo hace a partir de sus propias fuerzas de seguridad donde las federales actúan de apoyo, pero no son las responsables del diseño estratégico.
El Ejército, la Marina y la Guardia Nacional ofrecen una contribución valiosa, pero sobre ellos no recae la responsabilidad de devolver la paz a los estados.
Los autores sostienen que el problema solo se puede resolver a partir de la decisión del gobernador de asumir la responsabilidad de hacer frente al problema.
Mientras esto no suceda, el problema habrá de continuar, pero si el gobernador se pone a la cabeza, las posibilidades de éxito son muchas como se muestra en el caso de Coahuila.
Se requiere sí, la acción concertada de los tres órdenes de gobierno, pero el peso de las decisiones, la operación y seguimiento de la estrategia es responsabilidad solo del gobernador.
El libro responde a seis preguntas: ¿Cuál fue la estrategia? ¿Cómo se desarrolló? ¿Cómo se articularon y coordinaron los tres órdenes de gobierno? ¿Cómo se involucró la sociedad civil? ¿Cuál fue el papel de la policía del estado? ¿Cómo se traduce en acción la voluntad política del gobernador?

Twitter: @RubenAguilar