EL-SUR

Miércoles 24 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Cochinero electoral de Morena

Humberto Musacchio

Agosto 24, 2017

Con Héctor de Mauleón, periodista valiente.

Si Andrés Manuel López Obrador no llega a la Presidencia de la República la mayor culpa no será de sus enemigos, sino de él mismo. Las burdas acusaciones de enriquecimiento son tonterías que manejan sus críticos pagados y gratuitos, pero que no tienen asidero en la realidad.
Esos críticos insisten igualmente en que AMLO condene al inepto Nicolás Maduro, lo que ha eludido el tabasqueño porque sería tanto como comprar desde ahora la política exterior entreguista y antinacional del actual gobierno mexicano. Pero una cosa es eludir esa condena y muy otra es que esté de acuerdo con las tonterías del inmaduro mandatario venezolano. Lo que está haciendo Andrés Manuel es no condicionar desde ahora su eventual mandato, pues ya en la Presidencia podría restaurar la hoy olvidada pero eficaz política de no intervención y autodeterminación de los pueblos.
Tampoco le hará mayor daño a Morena que el INE le reconozca menos de 320 mil militantes efectivos, en tanto que a otros partidos les acepta padrones altamente inflados, según los cuales el PRI tiene 6 millones 368 mil integrantes, cifra que quizá alcanzó en tiempos del partido único y la afiliación obligatoria, pero que hoy es más falsa que un billete de tres pesos. No menos escandalosa es la cifra que le reconoce el INE al hoy desfondado PRD: ¡Cinco millones 254 mil militantes! ¿De dónde?
La debilidad mayor de López Obrador es su afán de decidirlo todo. Destapó como su candidata al gobierno de la ciudad de México a Claudia Sheinbaum, mujer de convicciones y ciertamente respetable, pero fue tan obvio el dedazo que debió retroceder y aceptar que se realizara algún tipo de sondeo.
De esa manera dispuso que se efectuara una encuesta, método dudosamente democrático como bien lo sabe el propio AMLO, quien ha denunciado una y otra vez las encuestas “cuchareadas”. Lo peor es que nadie, ni siquiera los precandidatos ni los dirigentes de Morena, sabe en qué términos, cómo, cuándo, con quiénes y con cuántos se llevó a cabo el malhadado muestreo, y cabe decirlo en pasado porque se supone que el levantamiento ocurrió el pasado fin de semana.
Al respecto, Yeidckol Polevnsky declaró: “Es información que yo no manejo ni nadie”. Interrogado en torno al mismo asunto, AMLO dijo en Toluca que “en Morena se respeta la voluntad de los ciudadanos… En Morena decide el pueblo”. Si es cierto lo dicho por el caudillo, eso significa que la encuesta no se realizó dentro del propio partido, pese a que reiteradamente se ha dicho que es algo que sólo compete a los militantes de Morena.
Si lo anterior fuera cierto, el ganador indiscutible sería Martí Batres, pues toda su carrera la ha realizado en la Ciudad de México y ahora, como dirigente de su partido en la capital, tiene varios años en estrecho contacto con la militancia. No ocurre lo mismo con los otros aspirantes, dos de ellos –Sheinbaum y Ricardo Monreal– ahora delegados en Tlalpan y Cuauhtémoc, respectivamente, pero sin la experiencia, el conocimiento y la sensibilidad que sólo se adquiere en el contacto diario con los miembros del partido y los ciudadanos de toda la ciudad.
En la era de las computadoras, resulta extraño que hasta ayer miércoles,  tres días después de terminada la encuesta, no se conocieran aún sus resultados. Quizá por el veto a la actividad electoral o por la razón que sea, el hecho es que volvió a salir la señora Polevnsky (Excélsior, 23/VIII/2017) y declaró que  Morena no busca un candidato, sino “un coordinador en la ciudad”, lo que suena a mal chiste o a ganas de retorcer las cosas.
Lo dicho por la dama de los mil nombres, lejos de ofrecer o mostrar seguridad, permite advertir inminentes conflictos. Incluir a Mario Delgado fue, suponemos, por darlo a ver para que en todo caso ocupe un cargo menor. Por su parte, Sheinbaum y Batres son disciplinados y aceptarán su derrota, real o prefabricada, pero otra cosa será con Monreal.
El ahora delegado en Cuauhtémoc es hombre de larga experiencia política, ya fue diputado, senador y gobernador de Zacatecas y difícilmente se conformará con las migajas del proceso. Se especula que, de no resultar candidato de Morena, lo podría ser por una amplia coalición de partidos en la que estarían el Movimiento Ciudadano, los verdes, el Panal, el PRD y hasta el PAN y si se quiere el mismísimo PRI, pues sólo así podrían cerrarle el paso a Morena. Es una hipótesis, pero ciertamente factible.